Madrid alberga la XI Edición de la Academia de Economía Social y Solidaria, organizada por el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social; y la Organización Internacional del Trabajo (OIT); en colaboración con CEPES. id:50849
La Economía Social muestra a nivel global su fortaleza para garantizar un empleo estable, inclusivo y sostenible, dentro del debate sobre el futuro del trabajo que se celebra en Madrid con motivo de la XI Edición de la Academia de la Economía Social y Solidaria.
Este evento, organizado por la Organización Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social; la Organización Internacional del Trabajo (OITY) y CEPES, cuenta con la presencia de más de 400 personas de 40 países, representantes de instituciones supranacionales (ONU, UE…), altos representantes de gobiernos internacionales, entidades y empresas de Economía Social, representantes de gobiernos autonómicos y personalidades relacionadas con el trabajo (empresas, sindicatos…).
El presidente de la Confederación Empresarial Española de la Economía Social (CEPES) y ‘Social Economy Europe’, Juan Antonio Pedreño, subrayó que “esta Academia, que reúne a participantes de los cinco continentes, forma parte de una dinámica imparable de la Economía Social en el mundo, que ya representa el 7% del empleo y del PIB mundial y que se está reivindicando y visibilizando ante las instituciones y la sociedad, entre ellas la ONU y la UE, cuyos futuros comisarios de Empleo y Mercado Interior hicieron la semana pasada una firme apuesta por incluir a nuestro modelo empresarial en un lugar prioritario de la agenda de la política comunitaria”.
“Con este acto”, añadió Pedreño, “Madrid se convierte en la capital mundial de la Economía Social”, a la vez que recordó que CEPES y SEE “son la voz de los 3,2 millones de empresas y entidades de la Economía Social en Europa y 13,6 millones de empleos que generan el 8% del PIB europeo”.
Pedreño aseguró que “La Economía Social humaniza la globalización, es una realidad empresarial en expansión, con empresas de todos los tamaños –desde pymes a grandes grupos empresariales– presentes en todos los sectores económicos, construida en torno a valores como: la primacía de la persona y del objeto social frente al capital, la gobernanza democrática, o la reinversión de la mayoría de los beneficios para crear y mantener empleo, para consolidar el proyecto empresarial y perseguir objetivos de desarrollo sostenible”.
En este sentido, el presidente del Grupo de Trabajo de Naciones Unidas sobre Economía Social y Solidaria y director del Departamento de Empresas de la OIT, Vic van Vuuren, puntualizó que la ONU ha situado a la Economía Social como un modelo de empresa prioritario y a nivel global para cumplir con los resultados de la Agenda 2030.
Magdalena Valerio
La ministra de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social en funciones del Gobierno de España, Magdalena Valerio, destacó la importancia que tiene la Economía Social en el debate del futuro del trabajo gracias a “los valores y principios rectores que las guían: solidaridad interna y con la sociedad, que se traduce en un compromiso por el empleo estable y de calidad, con la cohesión social, la igualdad, la inserción de las personas en situación y riesgo de exclusión social y sostenibilidad”.
Asimismo, la ministra acentuó que “la economía social en España goza de una estabilidad que se materializa en la generación de cerca de 2,2 millones de empleos directos e indirectos, y cuyo reflejo en el PIB se sitúa en el 10%”.
Valerio señaló que la Economía Social española es un referente que está liderando muchas de las iniciativas que se desarrollan a nivel internacional. Además, mostró el firme compromiso del Gobierno de España con este modelo empresarial y anunció que apoyará su presencia en las Cumbres Iberoamericanas, así como el restablecimiento del Intergrupo de Economía Social del Parlamento Europeo para esta legislatura.
La ministra también resaltó los valores de este modelo empresarial que “pone en el centro de su actividad a las personas” y tiene su reflejo “en una mayor igualdad, inclusión social, respeto al medioambiente y apoyo a las comunidades locales”.
Además, Valerio recalcó los elementos distintivos de la economía social de España, relacionados con el trabajo decente y con el apoyo a la Agenda 2030. “En el Plan de Acción, la Estrategia Española de Economía Social 2017-2020 tiene un papel central, siendo designada como una de las políticas palanca para lograr los objetivos de Desarrollo Sostenible”.
La secretaria de Estado de Empleo en funciones del Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social de España, Yolanda Valdeolivas, expuso que “España está firmemente comprometida y motivada con la Economía Social. Y ha venido a ocupar un lugar singular en nuestra agenda, que está orientando muchas políticas públicas”.
Valdeolivas anunció que España sustituirá en el año 2020 a Francia en la presidencia del Grupo de Monitoreo de Gobiernos por la Economía Social, que actualmente lo conforman 14 miembros de la Unión Europea.
Además, Valdeolivas explicó que “la Economía Social da respuesta a cuestiones como el reto demográfico y la despoblación, al ser empresas fijas en el territorio, así como la inserción laboral de jóvenes, mujeres y colectivos desfavorecidos.
El alto comisionado de la Economía Social y Solidaria y la Innovación Social del Gobierno de Francia, Christophe Itier, indicó que “la Economía Social tiene la capacidad de transformar nuestra visión del mundo” y “tiene que tener un crecimiento exponencial para responder a retos del futuro como la cohesión social o territorial, el cambio climático y, sobre todo, lograr un mundo más sostenible y social”.
Itier también anunció la intención de Francia en trabajar con España para desarrollar planes conjuntos para fomentar el trabajo juvenil a través de fórmulas e Economía Social, así como otorgar a este modelo empresarial la máxima visibilidad en las instituciones europeas.
El director de la Oficina de la OIT en Madrid, Joaquín Nieto, afirmó que “vivimos un cambio y un proceso de transformación muy grande marcado por la globalización, ante lo cual necesitamos un acompañamiento en el cual la Economía Social tiene mucho que decir”.
El embajador de España ante la OCDE, Manuel Escudero, expuso cuáles “deberían ser las líneas maestras” para reconstruir el contrato social: detener el proceso de desigualdad entre pobreza y riqueza, resolver las desigualdades de género, detener y revertir el cambio climático, construir oportunidades para todos en la sociedad digital o el envejecimiento, puesto que la esperanza de vida cada vez es mayor. “En esta línea futura”, puntualizó, “la Economía Social juega un papel fundamental”.
Por su parte, la directora general del Economía Social del Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social de España, María Antonia Pérez León, resaltó cómo la Economía Social se ha convertido en un actor imprescindible para solucionar los retos del futuro de trabajo y garantizar un empleo estable y digno.