Según el presidente de le EFAA y economista, Salvador Marín,
“la apuesta por la desregulación generalizada de los servicios profesionales en la Unión Europea puede contribuir a una merma significativa de la calidad de estos servicios, como podrían ser los relacionados con las áreas de trabajo del economista, afectando además muy directamente al servicio recibido por las pymes y, por tanto, a su desarrollo y supervivencia con garantías de éxito; además, y contrariamente a lo que parecería perseguir, podría derivar hacia una mayor concentración del mercado que solo es promovida por ciertos l
obbys”.
En opinión del presidente del Consejo General de Economistas, Valentín Pich, “las pequeñas y medianas empresas –columna vertebral de la economía de la eurozona– necesitan el apoyo de despachos de profesionales y firmas medianas que sean empáticas y capaces de resolver sus problemas, sobre todo en situaciones tan kafkianas como las que estamos viviendo, donde muchas empresas, inevitablemente, se verán abocadas al cierre por los efectos perniciosos del COVID-19”. En este sentido, el presidente de los economistas ha señalado que “resulta prioritario proteger a nuestro colectivo –a los economistas–, dotarlos de las herramientas y de cierta garantía jurídica, para que puedan afrontar su trabajo con la máxima calidad, pues esto redundará en un mejor servicio hacia las empresas”.
La EFAA ha remitido a los diferentes miembros del Parlamento Europeo su posicionamiento sobre el Informe sobre el fortalecimiento del mercado único: el futuro de la libre circulación de servicios que ha emitido el Parlamento Europeo (INI 2 020/2020) del que se pueden extraer algunas consideraciones.
El Consejo General de Economistas de España (CGE) –en cuanto miembro destacado de la EFAA– comparte lo explicitado en el documento enviado por la EFAA y opinan que, a nivel nacional, las principales corporaciones profesionales –como el CGE– deberían hacerse eco y trasladar esta preocupación común del sector a los gobiernos nacionales. En este sentido, los economistas destacan y apoyan los siguientes puntos de este posicionamiento:
- Se pone de manifiesto que una mayor desregulación de los servicios profesionales a nivel europeo puede conducir a una disminución significativa de la calidad de estos servicios, especialmente para las profesiones liberales con altos estándar de calidad –como puede ser el caso de la contabilidad, la auditoría, la fiscalidad o la administración concursal, así como el resto de las áreas de trabajo del economista–.
- Reconocer tanto la indispensabilidad de los servicios prestados por las firmas pequeñas y medianas de contabilidad, auditoría, fiscal y consultoría en general (Small and Medium Practicioners, SMPs), así como su papel único y esencial. La proximidad física de estos profesionales con sus clientes y su estrecha relación de trabajo las hace particularmente conocedoras de las necesidades de las pymes. A este respecto, Valentín Pich ha señalado que “en el contexto actual –caracterizado por una crisis sanitaria y económica–, donde las empresas se encuentran sometidas a una situación sin parangón, se debe poner en valor el trabajo realizado por los economistas. Su actuación profesional está siendo de gran ayuda para empresas que verdaderamente lo están pasando mal”.
Como demuestra un estudio de la IFAC, las pequeñas y medianas firmas o despachos de contabilidad, auditoría, fiscalidad y consultoría (SMPs) son las más capacitadas para ayudar a identificar las necesidades y las alertas tempranas sobre los problemas en las pymes y, por lo tanto, esto redundará que en que las empresas tomen medidas correctivas, rápidas y apropiadas.
- Preocupación generalizada sobre el hecho de que los proveedores de servicios para las pymes carezcan de recursos financieros o humanos suficientes para realizar las inversiones necesarias y, de esta forma, poder competir con los grandes proveedores de servicios, los cuales, a mayor abundamiento podrían beneficiarse de la crisis, creando y reforzando posiciones dominantes en el mercado. Según Salvador Marín, “debemos evitar inclinar el campo de juego a favor de proveedores de servicios más grandes, pues aumentaría aún más el riesgo de concentración del mercado. No creemos que sea una buena práctica y se hace muy necesario no blanquear estas posiciones en aras siempre del interés general de la economía”.
- EFAA subraya que la competencia en “igualdad de condiciones” –que es lo que persigue el Parlamento Europeo–, si está diseñada únicamente para permitir la competencia y que el mercado se autorregule, puede volverse nociva, en la medida en que puede disminuir la prestación de servicios locales a las pymes. La supervivencia de los servicios locales es particularmente importante en el contexto europeo, donde los mercados nacionales, regionales y locales se caracterizan por tener ciertas peculiaridades relacionadas con el idioma o con los regímenes fiscales/legales nacionales o regionales. También puede ser un componente esencial en la búsqueda de una economía sostenible y circular.
- Por último, EFAA solicita que las nuevas regulaciones sobre el mercado único que se lleven a cabo en las instituciones europeas –como la que se está gestando– deberían primar la calidad de los servicios profesionales por encima de su total desregulación, si bien cierta regulación de estos servicios esta justificada por objetivos de interés público como la defensa del consumidor.