La energía renovable no es solo un montón de aire caliente. La transición hacia las fuentes de energía verde va cobrando fuerza conforme los servicios tradicionales de electricidad y gas comienzan a depender en menor medida de la energía basada en el carbono y más de la energía eólica y solar. id:67256
«Nos encontramos en las primeras etapas del proceso de transición hacia la electrificación de la red y la energía verde, y son varios los factores que pueden impulsar el crecimiento en los próximos años», señala Noriko Chen, gestora de renta variable en Capital Group.
«Algunas compañías tradicionales de servicios de electricidad y gas están alcanzando un punto de inflexión en el que comienzan a ser reconocidas más como compañías de crecimiento que como simples generadores de electricidad u operadores de red de la vieja economía».
China ha anunciado recientemente su intención de reducir a cero sus emisiones netas de dióxido de carbono de aquí a 2060. Son varios los factores que podrían llevar a una edad de oro de las energías renovables. Entre ellos destacan la disminución de los costes, gracias a los avances en automatización, la eficiencia y productividad basadas en la inteligencia artificial, la reducción de los costes de energía y la mayor eficacia de almacenamiento.
La transición hacia las energías renovables es más pronunciada entre las compañías europeas del sector, como Enel en Italia, E.ON en Alemania y Ørsted en Dinamarca. Sus respectivos gobiernos han establecido elevados objetivos de descarbonización y creado incentivos para nuevas inversiones, no solo en redes de electricidad e infraestructura, sino también en almacenamiento de baterías y otras tecnologías que podrían acelerar la demanda.
«Tal y como hemos podido comprobar con la energía eólica y solar, conforme nos acercamos al equilibrio económico se invierte más en el sector», señala Chen. «Estamos muy atentos a los puntos de inflexión de otras energías renovables, como el hidrógeno verde».
Las compañías europeas de electricidad y gas han alcanzado un punto de inflexión en capacidad de energía renovable.