Toda empresa alcanzado determinado tamaño -no excesivamente grande- necesita el apoyo profesional de un buen controller financiero. Este tipo de profesionales sobrepasan las meras funciones de un asesor fiscal o contable. id:39205
Muchas veces una pyme, aunque sea rentable y esté bien gestionada no consigue el ritmo de crecimiento deseado. El dueño o los dueños seguramente son magníficos profesionales dentro de su especialidad, pero suelen estar centrados en el día a día. Y así, aunque al final resulten acertadas, muchas decisiones empresariales se toman más por intuición que por estar basadas en un estudio económico y financiero riguroso. En mucha peor situación se encontrará aquella compañía que no consiga cuadrar sus cuentas.
La gestión empresarial moderna exige que ambos tipos de empresas, las que son rentables pero no crecen lo que desearían y las que atraviesan dificultades, cuenten con la figura de un controller financiero y de gestión. Esta posición suele ser ocupada por un profesional externo que sea capaz de ofrecer un consulting integral.
Aprender a ser un controller financiero implica, además de ser titulado en ADE, Ciencias Económicas o Empresariales, haber conseguido un máster específico y tener formación especializada en Planificación Financiera y Control de Gestión, así como en Fiscalidad, y una amplia experiencia empresarial. Es el caso de Rubén Camino, experto controller financiero ocupado en ayudar a que las empresas consoliden su desarrollo mediante el diseño e implantación de un Sistema de Control de Gestión aplicando una adecuada Planificación Financiera, con el que hemos hablado para que nos explique en profundidad su profesión.
Además de los conocimientos sobre finanzas, contabilidad y economía el controller financiero debe tener buenas habilidades comunicativas, porque debe dar feedback tanto a la directiva, empresas externas -bancos o proveedores, por ejemplo- o a los empleados de la empresa.
Cuadro de mandos para el controlling financiero
Conocer un mal resultado financiero cuando ya no se tiene tiempo para reaccionar, en realidad, no sirve para nada. La mera intuición no puede guiar las decisiones empresariales. Podemos sospechar que algo no funciona bien, pero verlo reflejado en un balance meses después solo valdrá para confirmar nuestros temores.
Implantando un cuadro de mandos para el controlling financiero dispondremos de información en tiempo real de la situación general de la empresa, del balance de situación en el momento, de la tesorería, de los cobros y los pagos y de la morosidad, entre otros. Reuniendo en un solo lugar toda la información de la empresa y de cada uno de sus departamentos -desde presupuestos de ventas, hasta la gestión de stocks, pasando por los gastos de personal-, de un vistazo, tendremos la información necesaria para adoptar las decisiones adecuadas. El cuadro de mando tiene que ser realizado por un controller financiero experimentado y que previamente haya estudiado las características y especificidades de la empresa.
Gestión de la economía en las empresas
La gestión económica de la empresa es mucho más que facturar, cobrar, pagar las nominas, a los proveedores y a Hacienda. La buena gestión económica se basa en la correcta planificación, basada en objetivos realistas pero alcanzables, y en el control a tiempo de las posibles desviaciones que se produzcan. Por lo tanto sus objetivos deben ser:
- Establecer una estrategia financiera que impacte a los bancos basada en un presupuesto financiero.
- Disponer de información fiable con la que se tomarán decisiones acertadas, gracias a un sólido control administrativo de la empresa y de presupuestos.
- Tener empleados involucrados en el ahorro de costes y en optimizar la utilización de los recursos con una fiable gestión de tesorería.
- Lograr una verdadera dirección estratégica en contabilidad y finanzas.
- Implementar un sistema de control financiero que vigile la evolución de los gastos e ingresos de la compañía.
Pues ya saben por qué y para qué necesitan un controller financiero.