La forma más rápida de conseguir financiación

Conseguir financiación rápido puede ser una necesidad en algunos momentos puntuales de tu vida, por ejemplo, una visita al dentista, un viaje inesperado, tener que hacer un regalo urgente, entre otras. En definitiva, los préstamos personales rápidos solo sirven para pagar pequeños gastos imprevistos y solo los solicitaremos si estamos seguros de poder devolver la totalidad del importe el día del vencimiento.

La mayoría de las entidades no prestan más 500 euros ni a más de 30 días. Unas pocas sí prestan cantidades superiores a plazos mayores. Nuestra recomendación es que nunca acabes pidiendo un préstamo mayor del que en realidad necesitas o del que puedes permitirte.

¿Cómo buscar un préstamo personal rápido?

La digitalización de las entidades de financiación y la transformación derivada del uso intensivo de Internet, para la recogida y el estudio de los datos de solvencia de los posibles clientes, han hecho que aparezcan multitud de prestamistas en busca de oportunidades de negocio. Buscarlos uno a uno puede ser una tarea tediosa y lenta, sobre todo cuando necesitamos una respuesta inmediata.

Ahora disponemos de un comparador como Lendo que nos evita mucho trabajo, vamos a ver sus principales características:

• Lendo ayuda a los usuarios a comparar condiciones de forma transparente, ahorrando tiempo y dinero en el proceso.
• Recomienda estudiar diferentes ofertas, comparar, revisar condiciones y escoger la mejor opción para el usuario. Es decir, propone soluciones financieras responsables.
• Es transparente, gratuito, moderno y confiable.
• Sin embargo, Lendo no tiene poder de decisión sobre si un préstamo se concede o no, solo hace de bróker, conectando a usuarios y entidades financieras en un marketplace. Es un comparador, no es un banco ni una entidad crediticia.

Una vida financiera ordenada

Una falta de organización puede perjudicar tus finanzas tanto como la falta de efectivo. Perder las facturas te llevará a pagar cargos por demora y no controlar el saldo de tu cuenta corriente puede llevarte a pagar cargos por descubierto.

Incluso las facturas habituales pueden cambiar de un mes a otro. Revisa tu presupuesto a medida que llegan las facturas y ajusta otros gastos para compensarlas, de modo que no se produzca un descuadre accidental en tu cuenta bancaria. Incluso los gastos rutinarios, como las facturas de los servicios públicos, suben o bajan de un mes a otro. Haz un seguimiento de los mismos y ajusta tus gastos discrecionales en consecuencia. Coordina los gastos diarios con tus familiares.

Aunque la mayoría de sus facturas lleguen electrónicamente, necesitas un lugar para las que llegan por correo. Y sí, algunas siguen llegando. Las facturas del Impuesto sobre Bienes Inmuebles y del seguro de la vivienda suelen pagarse anual o trimestralmente, por lo que suelen llegar por correo. Un gasto ocasional, como una prueba médica, puede facturarse a la antigua usanza.

Dejar de pagar las facturas por falta de organización es el problema financiero más fácil de solucionar. No es necesario obsesionarse, pero asegúrate de tener un sistema de clasificación al que puedas ceñirte cada mes.

Si a pesar de todo surge un problema económico pequeño pero urgente y verdaderamente imprevisto, siempre podrás consultar la web de Lendo.