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La guerra sacude al sector químico y a los fabricantes de fertilizantes europeos

La guerra sacude al sector químico y a los fabricantes de fertilizantes europeos
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OPINIÓN: Por Eugenio Piliego, director, y Klaus Kobold, director asociado, de calificaciones corporativas de Scope Ratings

jueves 24 de marzo de 2022, 11:43h
La industria química europea sólo repercutirá en los clientes una parte del aumento de los costes de las materias primas y la energía, ya que los precios del petróleo y el gas se han disparado tras la guerra de Rusia en Ucrania. De ahí la importancia de ahorrar en costes para proteger los márgenes de beneficio. id:82294
El sector es vulnerable a las repercusiones de la guerra en Ucrania por su dependencia de los productos derivados del petróleo, que constituyen la mayor parte de la materia prima química, especialmente para los fertilizantes y los polímeros. Junto a la electricidad, el gas natural representa una parte importante en el suministro energético de la industria. La parte positiva es que escasas compañías europeas tienen exposición directa a Rusia o negocios con empresas rusas.

En cuanto a la oferta, la guerra y las sanciones contra Rusia van a tener un impacto importante en algunas empresas químicas europeas, sobre todo en los proveedores de fertilizantes, que dependen en gran medida del gas natural, del que Rusia es uno de los principales proveedores de Europa, sobre todo para Alemania. Los fertilizantes están compuestos de nitrógeno - derivado del gas natural - además de fósforo y potasio. La escalada de precios de todas estas materias primas está obligando a los agricultores a apretarse el cinturón, lo que repercute en la demanda de fertilizantes. Los fabricantes de fertilizantes europeos también están reduciendo la producción debido al aumento de los precios del gas natural.

Yara International, con sede en Noruega, ha suspendido todas las compras a las empresas y particulares rusos afectados por las sanciones, y está reduciendo temporalmente la producción de sus plantas de Ferrara (Italia) y Le Havre (Francia) a aproximadamente el 45% de su capacidad. El productor húngaro NitrogenmuvekZrt quiere reducir la dependencia rusa de las importaciones de fertilizantes y ha detenido la producción de amoníaco, que consume mucha energía. La dependencia exacta de los proveedores de fertilizantes europeos del gas natural ruso no está clara, pero suponemos que es importante.

El impacto a corto plazo en el resto del sector químico europeo es menos dramático. Las empresas químicas de mayor tamaño tienen una exposición relativamente marginal en términos de ventas, en torno al 1-2% en la mayoría de los casos, y, según nuestras estimaciones, es poco probable que supere el 5% aunque los datos precisos no sean públicos. Esta exposición está en consonancia con la de otros sectores y con la pequeña cuota del 2% del PIB mundial de Rusia.

La mayoría de las grandes compañías químicas ya han anunciado públicamente que detendrán sus inversiones en nuevos negocios en el país, aunque cumplirán los contratos existentes en la medida de lo posible bajo las sanciones. En cuanto a los activos producidos en Rusia y Ucrania, la situación de los grandes productos químicos es manejable, ya que la producción se destina en su mayor parte al mercado interior y el riesgo de deterioro no es importante.

Empresas químicas europeas: exposición a Rusia y respuesta a las sanciones

Sin embargo, algunas empresas tienen vínculos propios relativamente importantes con Rusia. Como muchas grandes compañías industriales alemanas, Linde ha mantenido estrechos vínculos con el proveedor de energía Gazprom, controlado por el Estado y sancionado, con el que firmó un contrato en 2021 para construir plantas de procesamiento de gas y GNL (gas natural licuado) en Rusia por valor de miles de millones. La belga Solvay ha suspendido el pago de dividendos que recibe de RusVinyl, su empresa conjunta de cloruro de polivinilo integrada con el fabricante petroquímico ruso Sibur.

La subida de los precios de la energía, anterior a la invasión rusa, ya ha tenido un impacto significativo en los proveedores europeos de productos químicos. BASF -el mayor proveedor de productos químicos de Europa por ventas, pero que sólo obtiene el 1% de sus ingresos de Rusia- es un buen ejemplo. La empresa alemana ha anunciado subidas de precios para varios productos, incluido un incremento del 35% a principios de este mes para los aditivos para plásticos, alegando el aumento de los costes de las materias primas y el transporte. Las empresas de especialidades químicas de mayor tamaño suelen poder repercutir en los clientes el aumento de los costes de las materias primas en lugar de los de la energía, ya que la producción suele requerir cantidades limitadas de productos petrolíferos.

En cambio, los costes de la energía en la industria química no suelen incluirse en las negociaciones de precios habituales con los clientes, a diferencia de otros costes de las materias primas. La incidencia de los costes energéticos también varía entre las distintas plantas de producción en función de las fuentes de energía y los precios. Un estudio de Eurostat de 2017 descubrió que los costes energéticos para las refinerías representaban un par de puntos porcentuales como parte de las ventas, mientras que la proporción aumenta a un dígito medio para los productos químicos orgánicos y los fertilizantes. Teniendo en cuenta que en 2017 los precios del petróleo, el gas y la electricidad eran significativamente más bajos que en la actualidad, los costes energéticos en 2022 van a ser moderadamente más altos, todavía en proporciones de un solo dígito, pero compensando los ahorros de costes logrados por las recientes iniciativas de eficiencia energética, como ha reconocido BASF.

Algunas empresas químicas europeas, como LANXESS y Solvay, han introducido recargos en sus productos para compensar el aumento de los precios de la energía, aunque por ahora se trata de una excepción y no de la regla. Otras empresas están incluyendo la energía en la cesta de costes que se repercuten a los clientes. El proveedor de gases industriales Air Liquide y el de productos químicos especiales Evonik Industries confían en el efecto positivo de las coberturas actuales para ayudar a controlar los costes energéticos.

Los recargos relacionados con la energía pueden no resultar eficaces para los proveedores de productos intermedios como el etileno y el propileno, que suelen tener menos poder de fijación de precios.

La fuerte demanda de productos químicos, a medida que la economía mundial se recupera de la pandemia de Covid, sigue amortiguando el golpe del aumento de los costes de las materias primas y la energía. Pero el peligro es que la guerra en Ucrania empiece a contagiar el ánimo empresarial, la demanda industrial y el crecimiento económico en Europa y el resto del mundo, además de hacer subir aún más los costes de producción.

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