Los litigios de carácter económico están a la orden del día entre las empresas de diferentes sectores. Ninguna compañía, independientemente de su volumen de negocio, está exenta de sufrir problemas e imprevistos que la lleven a una situación en la que tenga que recurrir a profesionales especializados en asuntos de economía. id:45907
Una de estas situaciones en las que puede caer una empresa es el concurso de acreedores. Afortunadamente, en la última década el ámbito concursal para las grandes y medianas empresas ha ido menguando, ya que en la actualidad apenas ocupan el 4%. Sin embargo, son las microempresas las que sí tienen que acudir en mayor medida a la figura del administrador concursal.
La figura del administrador concursal
Cuando una empresa o una entidad se declara en concurso de acreedores, necesita de la presencia de un administrador concursal. Esta figura es la que verifica y comprueba que la compañía está siguiendo las directrices que marca la ley.
Y lo hace a través de un informe en donde se valora el estado contable de la empresa, se reflejan el inventario activo y pasivo, se elabora una lista con los principales acreedores y se realiza una valoración final de la situación. Ni que decir tiene, en este informe también hay que precisar cómo ha podido llegar la empresa a la situación de concurso de acreedores.
Hay quienes suelen ver la figura del administrador concursal como algo negativo para la empresa, pero nada más lejos de la realidad. En cierta medida, se trata de alguien que va a tratar de hacer todo lo posible por la estabilidad de la compañía, pero siempre bajo los auspicios de lo que marca la ley en estos casos.
Precisamente, el administrador concursal va a ser el encargado también de dirigir la economía de la empresa mientras esta se halla en proceso concursal. Su presencia se considera imprescindible si se desea seguir pagando el salario a empleados y a proveedores. De lo contrario, la situación sería mucho más insostenible.
El perito economista y la liquidación de empresas
No obstante, hay que decir también que el 90% de los concursos de acreedores acaba en la liquidación de la empresa. Es en esta fase del concurso donde entra en juego otra figura clave dentro del proceso, el perito economista.
Los conocimientos de contabilidad, economía y finanzas con los que cuenta un perito económico son claves para que la liquidación de la empresa se lleve a cabo a efectos legales. Una figura que realizará un informe pericial para dar respuesta técnica y objetiva al litigio para que el juez pueda resolverlo.
Los informes periciales económicos son, por tanto, documentos de gran trascendencia en cualquier proceso judicial de este tipo. Un asunto tan complejo de tratar debe contar pues con la figura de este profesional. Tanto es así que, además del informe pericial, el propio perito podrá responder a las cuestiones que le proponga el tribunal que está tramitando la liquidación de una empresa.
Al igual que el administrador concursal, la presencia de un perito económico es muy beneficiosa para la compañía. De alguna manera, es una figura que va a tratar de resolver la situación de la mejor manera posible, hasta el punto de favorecer un acuerdo que satisfaga a todas las partes.
Estas dos figuras son, por tanto, muy importantes dentro del ámbito de los economistas en Málaga. Sus funciones se consideran fundamentales no solo para llevar a efecto un proceso concursal, sino también para realizar informes periciales económicos de todo tipo, valoración de sociedades, liquidación de empresas, mediación, etc.
Es por esta razón por la que resulta más que recomendable acudir a un despacho multidisciplinar de economistas para recibir todo el asesoramiento necesario. Un despacho de este tipo contará con los mejores profesionales para solventar cualquier problema de índole económico o judicial.
El administrador concursal y el perito económico son, en definitiva, dos figuras claves dentro del entramado de cualquier litigio en una empresa.