Este instrumento voluntario y dirigido a administraciones y entidades incide en la apuesta del Gobierno andaluz por luchar contra el cambio climático. id:61571
La apuesta de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible por luchar contra el cambio climático y sus consecuencias en el medio ambiente y la naturaleza se plasma, entre otras medidas, en la puesta a disposición de la sociedad andaluza de nuevas herramientas de cálculo, documentos de ayuda y formularios que facilitan su adhesión al Sistema Andaluz de Compensación de Emisiones (SACE). Este registro está abierto a todas aquellas administraciones y entidades del sector empresarial o del tejido asociativo de la región interesadas en sumarse a una iniciativa que conlleva un compromiso voluntario de auditar y reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero.
Con el fin de simplificar los trámites necesarios, el Gobierno andaluz ha mejorado la accesibilidad y transparencia de este sistema de carácter voluntario que se enmarca en la Ley de medidas frente al cambio climático y para la transición hacia un nuevo modelo energético en Andalucía. Asimismo, se trata de una iniciativa que entronca de forma directa con la Revolución Verde que está impulsando la Junta y que apuesta por el desarrollo sostenible como vía para avanzar en la competitividad del sector andaluz respetando al máximo el entorno y los recursos naturales.
Entre las novedades implementadas por Desarrollo Sostenible se encuentra la inclusión de metodología de cálculo de las emisiones indirectas (alcance 3). Un ejemplo de este tipo de emisiones son aquellas relativas a los medios de transporte necesarios para los viajes de negocios de una empresa. Aunque el Registro de la Huella de Carbono no considera obligatorio aportar los datos relativos a este alcance, desde la Junta se anima a las entidades a hacerlo, ya que pueden suponer un importante porcentaje de las emisiones de una organización.
A estas emisiones se suman las propias de la actividad que desempeña cada empresa o administración (alcance 1) y las de consumo eléctrico (alcance 2), ambas de obligada comunicación para quienes se adhieren al Sistema Andaluz de Compensación de Emisiones.
Otra de las novedades incorporadas en el SACE es el establecimiento de una equivalencia con el Registro de Huella de Carbono del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Esta actuación persigue facilitar el trámite a las organizaciones interesadas en formar parte de ambos sistemas.
Documentos y manual informativo en la web
A través del Portal Andaluz del Cambio Climático (http://lajunta.es/10xfl), la Junta ofrece la posibilidad de sumarse al Sistema Andaluz de Compensación de Emisiones y también asesoramiento sobre el mismo (http://lajunta.es/15f7s).
En concreto, en este espacio de la web pueden descargarse los documentos necesarios para la adhesión y consultar el ‘Manual informativo sobre el Registro de la Huella de Carbono de una organización y su Plan de Reducción en el SACE’ (http://lajunta.es/2cvbe).
Además, la Consejería ha habilitado una cuenta de correo específica ([email protected]) a la que pueden dirigirse las entidades que necesiten soporte técnico.
Compromisos de las empresas
Las empresas, administraciones o asociaciones adscritas al SACE se comprometen a elaborar un plan de medidas dirigidas a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero. Además de este tipo de actuaciones, las entidades adscritas pueden avanzar en la compensación de sus emisiones mediante la ejecución de proyectos de fijación de carbono. En este caso, las iniciativas deben cumplir, además, con los requisitos establecidos para incluirse en el Catálogo de Proyectos de Compensación.
El Sistema Andaluz de Compensación de Emisiones ofrece diferentes ventajas para las organizaciones que, al unirse a esta herramienta, se les realiza un estudio que les permite conocer con mayor detalle su producción de emisiones. Este análisis les facilita la implementación de medidas que inciden en su sostenibilidad y, al mismo tiempo, conllevan un ahorro económico, ya que, en la mayoría de los casos, el aumento de las emisiones está vinculado a un mayor gasto energético. Se trata, por tanto, de avanzar en la lucha contra el cambio climático a través de la puesta en práctica de métodos de producción y trabajo que apuestan por una mayor eficiencia en la gestión.
Por otra parte, y considerando que el cambio climático es precisamente el principal reto medioambiental al que se enfrenta la sociedad en la actualidad, las empresas comprometidas gozan de mejor reputación y podrían, por tanto, aumentar su competitividad. En numerosos sectores existe hoy en día una marcada tendencia hacia la responsabilidad social corporativa; es decir, una inclinación de los clientes a no valorar únicamente el precio de los servicios y productos, sino también la forma en la que las empresas se comportan con su entorno.