La adopción acelerada de tecnología por parte de la población en el último año no ha sido homogénea por sexos. id:69645
El ONTSI (Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad) -adscrito a Red.es-, acaba de presentar un informe sobre mujer y tecnología durante la pandemia del COVID-19. 2020 ha sido el año en el que la digitalización se ha acelerado a mayor velocidad en la última década. Además, la brecha de género en cuanto a frecuencia de uso de internet prácticamente ha desaparecido. Sin embargo, en otras dimensiones como los usos de la tecnología con fines de salud, educación o cuidados, la pandemia ha ampliado las desigualdades de género preexistentes, asignando estas tareas de nuevo a las mujeres, también en el ámbito digital.
En concreto, la frecuencia de uso internet se ha vuelto tan habitual entre hombres como en mujeres (91% de la población), dato que sitúa a España en la tercera posición europea del cruce entre frecuencia de uso de internet y equidad de género. En este sentido, las brechas tradicionales de frecuencia de uso y habilidades digitales se han reducido en España de manera significativa en el último año. Este dato afecta especialmente a la población más joven, donde las mujeres suman mejores puntuaciones porcentuales que los hombres de su misma edad.
Sin embargo, el tipo de uso que se hace de la tecnología sigue siendo diferente entre sexos. Aún perviven en España y Europa estereotipos de género vinculados a los roles tradicionales atribuidos a hombres y mujeres que la pandemia ha trasladado al ámbito digital y que se convierten en un elemento de desigualdad.
La comunicación, la salud y la educación son áreas feminizadas también en el ámbito digital. Con respecto al teletrabajo, ha recibido un importante impulso durante la pandemia, situándolo en España en porcentajes similares al resto de la Unión Europea (en 2019 el 91% de los españoles no teletrabajaba nunca frente al 84% a final de 2020). No obstante, preocupa que el teletrabajo esté tomando un sesgo de género durante la evolución de la COVID19, y conviene observar su evolución para que no amenace la equidad en la conciliación que promete este modelo.
Brecha pendiente en disciplinas tecnológicas
Según recoge el informe del ONTSI, la pandemia ha evidenciado que la gran brecha pendiente para una transición digital equitativa se encuentra en ámbitos como la formación y la capacitación digital.
Solo el 0,5% de las graduadas en España lo son en disciplinas TIC específicas, en el caso de los hombres aumenta hasta un 3,5%. Sigue habiendo, por lo tanto, una clara dificultad para la incorporación de la mujer en ámbitos tecnológicos.
Todo ello se traduce en un porcentaje muy reducido de mujeres trabajando como especialistas TIC (19,7%) en el tejido productivo español. Lo que supone una amenaza real para el empleo de calidad femenino en la economía digital, y pone de manifiesto la necesidad de impulso de vocaciones STEM entre las más jóvenes y la visibilización de referentes femeninos. Un dato relevante es que el 80% de los trabajos TIC siguen estando ocupados por varones.
Por todo ello, es necesario superar estereotipos de género en el uso de la tecnología y apostar por la formación de las mujeres en habilidades tecnológicas y estudios superiores STEM para lograr un mayor porcentaje de mujeres empleadas como especialistas TIC, ámbito con mayores expectativas de empleo en la Economía Digital.
Este Informe considera que para aprovechar las ventajas que ofrece la digitalización como herramienta clave para la recuperación, es necesario tomar medidas correctoras que ayuden a revertir la situación de crisis provocada por la pandemia y alcanzar mayor bienestar global. Para lograr que el mundo digital se convierta en un espacio igualitario es necesario impulsar políticas públicas digitales, con una perspectiva de género, para que las oportunidades sean equitativas tanto para mujeres como para hombres en los distintos ámbitos digitales: sociales, laborales, educativos o de ocio.
El Informe del ONTSI, que lleva desde 2015 elaborando dossieres de género, analiza los indicadores clave en la adopción diferencial de la tecnología por parte de hombres y mujeres, sobre todo en un momento clave como la pandemia en el que el mundo digital ha incorporado conductas analógicas.
Uno de los objetivos del ONTSI es medir el impacto de la tecnología en la sociedad y garantizar la disponibilidad de datos de calidad en el ámbito digital.