Dona Emprèn y The Food Point son algunos de los casos de éxito que ya han iniciado su andadura gracias al proyecto impulsado por NOVATERRA. id:82557
Una empresa ‘con propósito’ se compromete a resolver retos presentes y futuros, tiene un modelo de negocio equilibrado en el que crea empleo digno y se relaciona con proveedores e inversores de forma justa, protege el medioambiente y reinvierte los beneficios para seguir creciendo. Así son las empresas sociales ‘de triple impacto’: económico, social y medioambiental que emergerán gracias a
La Promotora, una iniciativa impulsada por NOVATERRA a finales de 2020 y que ha formalizado su constitución este jueves, 31 de marzo, en la Cámara de Comercio de Valencia.
Y es que el cambio hay que provocarlo. “Porque 'promotora' significa impulsar y hacer todo lo necesario para llevar a término una idea, un plan, un proyecto… Dar vida a algo nuevo o reanimar algo que necesitaba un impulso para resurgir con más fuerza”, tal y como ha destacado Christian Mecca, CEO de NOVATERRA. Fruto de la colaboración público-privada entre diferentes actores, La Promotora se conforma como una plataforma abierta y autosostenible en la que empresas, universidades, entidades y otros agentes unan esfuerzos para dar solución a desafíos sociales y ambientales globales desde lo local mediante la creación de empresas sociales que multipliquen su impacto para lograr un mundo de los tres ceros ‘0 pobreza, 0 desempleo, 0 emisiones’.
Un ecosistema valenciano ‘de triple impacto’
De esta manera, este reactor social integra entre sus ‘promotores’ importantes empresas como Global Omnium, Baleària, Norauto, Tareca, Sanlúcar, Mat, Sanikey, Sol i vent, UP2City o Sapiens Energía; y entidades bancarias cooperativas como Caixa Popular o deportivas como el Levante UD. Del mismo modo, cuenta con el know-how empresarial y en materia de cooperativismo de diversas organizaciones como la Asociación de Empresas de Consultoría de la Comunidad Valenciana (AECTA), la Federación Valenciana de Empresas Cooperativas de Trabajo Asociado (FEVECTA) y el grupo de cooperativas citrícolas españolas Anecoop.
También promueven esta iniciativa que quiere desarrollar un ecosistema valenciano ‘de triple impacto’ el centro de innovación social y urbana del Ayuntamiento de València, Las Naves, y asociaciones sin ánimo de lucro como Fundació Espurna, la Fundación por la Justicia y la Associació Valenciana per la Solidaritat amb l’Àfrica (AVSA), y la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJEV). La Promotora también suma el conocimiento y la innovación que aportan centros como el Instituto Tecnológico especializado en juguete, producto infantil y ocio (AIJU); la Universitat Politècnica de València y la Universitat de València también se incorporarán a través de convenios de colaboración específicos para aportar su talento, recursos y capacidades.
“La Promotora es una ‘fábrica de empresas sociales’, vamos a trabajar conjuntamente las entidades que la conformamos para identificar oportunidades, transformarlas en proyectos viables y hacerlos crecer para que generen impacto”, ha explicado el director de La Promotora, Ismael Abel, durante el acto de firma de constitución del proyecto, en el que también han participado el conseller de Economía Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Trabajo, Rafael Climent; y el presidente de Cámara de Comercio de Valencia, José Vicente Morata; así como el CEO de NOVATERRA Grupo de Empresas, Christian Mecca, y el responsable de Relaciones Institucionales, Emili Altur.
En este sentido, Abel ha dado a conocer algunos de los proyectos que ya han comenzado a andar gracias a La Promotora, como es el caso del programa de emprendimiento para mujeres Dona Emprèn, una iniciativa desarrollada con Caixa Popular que está dirigida a todas las mujeres que quieran emprender y no tengan los medios necesarios para ello. Del mismo modo, la franquicia social de comida preparada saludable y elaborada con productos de proximidad para millenials que facilita el emprendimiento de personas en riesgo de exclusión social, The Food Point, es otro de los proyectos iniciados a través de La Promotora, con la que se refuerzan las actividades que desde la Fundación NOVATERRA se están realizando en el marco del programa LLAMP 3i.
“Queremos combinar la capacidad de todos los agentes, crear empresas desde otras empresas y estructuras ya existentes, cambiar el mundo a partir de ‘lo pequeño’. Nuestra experiencia de más de 30 años nos ha demostrado que en todo proyecto se requiere el liderazgo de una persona y la fuerza de amplios equipos de apoyo, una empresa es una persona jurídica, así que tiene que preocuparse por las personas mientras crece económicamente”, ha añadido el director de La Promotora, quien ha hecho una invitación para que se incorporen a esta iniciativa empresas y entidades que quieran “empresarializarsu RSE” y personas que quieran evolucionar en su vida profesional como “CEOs sociales”.
Empresas que trabajan por el bien común
El evento ha contado, asimismo, con la presencia de una de las voces expertas de mayor prestigio en materia de responsabilidad social corporativa en España, Ramón Jáuregui, quien ha ofrecido su visión sobre el tema con la conferencia ‘De la responsabilidad social a la sostenibilidad. Empresas con propósito de bien común’. “O eres sostenible o no eres competitivo”. Así de contundente se ha mostrado Jáuregui al respecto y ha destacado la importancia del nacimiento de La Promotora, un proyecto a su juicio “totalmente novedoso, ya que es una alianza entre una fundación social, que trabaja por el bien común, y grandes empresas que se unen para crear otras empresas sociales”.
El experto ha señalado, asimismo, que las empresas “funcionan en unas sociedades en red, sometidas la mirada pública, una visión que las enriquece, ya que las motiva a ser responsables y sostenibles”. En esta línea, se ha mostrado optimista y ha destacado los importantes avances y grandes conquistas legales que se han dado en responsabilidad social empresas: “se han impulsado multitud de foros, estudios, etc., se han creado departamentos específicos para ello, aunque también hayamos visto malas prácticas y poca exigencia del consumidor”.
“Ha habido una verdadera revolución conceptual de lo que tiene que ser la empresa en el nuevo mundo, en estos 22 años de siglo hemos entrado galopando con caballos de fuego, hemos visto todo tipo de acontecimientos no pensábamos ya posibles: crisis financieras, guerras, pandemias... Vivimos continuos cambios y fenómenos como la globalización, el envejecimiento de la población o la concentración en las ciudades. Todos estos cambios no se producen solos sino en un contexto que va a una gran velocidad y al que sólo se le puede dar solución si hay una simbiosis entre el Estado y las empresas, la colaboración público-privada es el camino correcto hacia una economía del bien común”, ha explicado.