Potenciar el papel del sector de la construcción en la recuperación económica y definir el marco normativo relativo a la información no financiera de una manera más concreta y amplia –al objeto de permitir una mayor comparabilidad y dar un nuevo impulso a la transparencia y a la gobernanza de las empresas– son dos de las conclusiones principales que pueden extraerse del Informe
Información financiera y no financiera en el sector de la construcción en España. Análisis de casos a partir de sus notas a los estados financieros y otros estados, que ha sido presentado hoy y que ha sido elaborado por
Economistas Contables (EC) –órgano especializado en materia de contabilidad e información financiera y no financiera del
Consejo General de Economistas de España–
, a través de su
Cátedra de Publicaciones.
En la presentación han participado Valentín Pich, presidente del Consejo General de Economistas de España (CGE); Francisco Gracia, presidente de Economistas Contable (EC); los coordinadores del estudio: Salvador Marín, presidente de la EFAA for SMEs y director de la Cátedra EC-CGE, y Francisco Javier Martínez, vicepresidente de EC; así como Esther Ortiz, vocal del Consejo directivo de EC y colaboradora de este estudio.
Dicho estudio está dividido en dos partes: En la primera se realiza una breve aproximación a la coyuntura económica del sector de la construcción, así como se hace referencia a la normativa sobre información financiera y no financiera que le afecta. En la segunda se identifica, clasifica y analiza la ingente casuística sobre la información financiera y no financiera del sector a través 63 casos de empresas reales.
Coyuntura económica del sector de la construcción
Según se destaca en el estudio Información financiera y no financiera en el sector de la construcción en España, el sector de la construcción en España ha ocupado históricamente un papel destacable en la economía, contribuyendo a generar riqueza y empleo, papel éste que, según los economistas, debería seguir ocupando. Así, en términos estadísticos para el 2020, según diferentes informes y antes de tener en cuenta el efecto de la COVID-19, los datos preveían un crecimiento en el sector del 3,4 %, siendo la media de la UE del 2,7 % –esta tendencia alcista ha sido mantenida durante los años precedentes–. En cuanto a su repercusión en el mercado laboral, se ha puesto de manifiesto que este sector emplea, de media, a un total de 1.269.900 puestos de trabajo directos, lo que supone una contribución del 6,39% sobre el total de trabajadores asalariados.
Tales datos evidencian esta relevancia, contribuyendo con un 5,63% a la formación del PIB, porcentaje éste que podría verse reducido sustancialmente en caso de que las medidas adoptadas para la reconstrucción económica no tengan suficientemente en cuenta a este sector estratégico. Por otra parte, según la Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructuras (SEOPAN), el sector de la construcción es el sector productivo que genera la mayor actividad económica inducida, con 1,92 euros por euro invertido, y prácticamente sin efecto importaciones, pues solo 9 de cada 100 euros producidos tienen su origen fuera de España.
A la vista de estos datos, el Consejo General de Economistas de España –en declaraciones de su presidente, Valentín Pich– ha solicitado al Gobierno que “una parte importante de los fondos de la UE para España al objeto paliar la crisis económica provocada por el COVID-19 se destinen al sector de la construcción, sector que sirve de `palanca y de base´ para el crecimiento de otros sectores económicos y del empleo en general”.
Es por ello que desde el Consejo General de Economistas consideran que “la construcción ha de ser uno de los sectores que lidere la recuperación de la economía española en la fase post COVID-19, por lo que nuestro país debería apostar fuerte y decididamente por este sector, manteniendo las inversiones en proyectos estratégicos, especialmente los vinculados a rehabilitación de viviendas –sobre todo en cuestiones para el ahorro energético– y áreas relacionadas con la sostenibilidad, el cambio climático y la digitalización; lo que redundará en una mayor competitividad de nuestro país”. Para los economistas, no solo va a ser necesario que las Administraciones Públicas destinen una parte importante de su presupuesto al impulso de este sector, sino que además “éstas han de procurar simplificar y acortar ciertos procesos de licitación y concesión, de tal manera que la burocracia no constituya un freno al estímulo inversor”.
En este sentido, desde la Cátedra de EC-CGE, los coordinadores de este estudio –Salvador Marín y Francisco Javier Martínez– resaltan que las “necesidades de inversión y fondos que se plantean, sin duda generadores de economía productiva y empleo, no serán viables si además no se produce una apuesta clara y decidida por la colaboración pública-privada en este ámbito”
El Consejo General de Economistas ha destacado que, en cuanto a infraestructuras esenciales se refiere, éstas han demostrado estar a la altura de las circunstancias al haber asegurado el suministro a la población de los bienes y servicios de primera necesidad. “¿Qué hubiera sido de la gestión de esta crisis sanitaria si no hubiéramos dispuesto de buenas infraestructuras y de una obra pública de calidad gracias a la colaboración entre el sector de la construcción y el sector público?” –se ha preguntado el presidente de los economistas, Valentín Pich.
Información financiera y no financiera del sector del sector de la construcción
Además de analizar las principales variables macroeconómicas que caracterizan el sector de la construcción, este estudio permite profundizar en aspectos más técnicos. Así, en un segundo apartado del mismo, se aborda toda la información financiera y no financiera del sector, y, posteriormente, disecciona la problemática sobre la información financiera y no financiera que lo caracteriza con el análisis directo de 63 empresas.
No cabe duda de que la importancia de la transparencia y la fiabilidad de la información financiera y no financiera está siendo considerada, cada vez más, como un aspecto prioritario de análisis por parte de las empresas, puesto que ésta afecta a la toma de decisiones de los empresarios, así como de los inversores, y ayuda a anticiparse a los efectos cíclicos de la economía y reducir sus consecuencias. Motivos como la recesión económica mundial acaecida desde 2008, con un alto impacto en España, así como la propia COVID-19, entre otros efectos, ha incrementado la demanda de transparencia y fiabilidad de la información suministrada por las organizaciones, es decir, se ha puesto el foco de atención en la calidad de la información financiera y no financiera.
Es por ello que el Consejo General de Economistas ha decido acometer este estudio en el que identifica, clasifica y analiza la ingente casuística sobre la información financiera y no financiera que presentan las empresas del sector de la construcción (a través de 63 casos de estudio de compañías reales del sector de diferentes CNAEs –CNAE 41, construcción de edificios; CNAE 42, ingeniería civil, y CNAE 43, actividades de construcción–).
Para Salvador Marín, “respecto a la información financiera, se constata la existencia de una cierta homogeneidad, existiendo solo algunas diferencias por cuestión de tamaño; ahora bien, respecto a la información no financiera, hemos comprobado que su elaboración y publicación es todavía heterogénea, existiendo un largo camino que recorrer en este ámbito en busca de una mayor comparabilidad”. Según Marín, “el actual entorno socioeconómico caracterizado por fenómenos como el incremento de la importancia de protección al medio ambiente, los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el acuerdo europeo sobre el Green Deal y recientes normas como la Ley 11/2018 ponen de manifiesto que la información no financiera tendrá un papel fundamental en los informes de las sociedades, siendo muy probable que estas prácticas se trasladen, paulatinamente, a las pequeñas y medianas empresas”.
Por último,
Francisco Gracia y
Francisco Javier Martínez, presidente y vicepresidente de Economistas Contables EC), respectivamente, han coincidido en señalar que “la existencia de un marco normativo diverso, así como la publicación de recientes leyes, exigen nuevas obligaciones sobre la publicación de información no financiera; esto supone una incidencia en el trabajo de los economistas contables a la hora de elaborar las cuentas anuales de una empresa de este sector, por lo que una guía orientativa facilita su trabajo”. Es por ello que –según Gracia y Martínez– “trabajos como el presente resultan de gran utilidad para los profesionales, puesto que pueden comparar la información analizada, trabajada y adecuadamente estructurada en los distintos casos de estudio”. A ello hay que sumar que el CGE, a través de sus órganos especializados en contabilidad –EC Economistas Contables– y auditoría –REA Auditores– ha puesto a disposición de todos sus miembros un modelo de memoria sobre el sector, así como dis guías específicas en el ámbito de la información no financiera. “Todo ello permitirá una mayor facilidad en la elaboración de los diferentes estados financieros y no financieros, lo que redundará en una mayor calidad de la información de estas empresas”, han afirmado el presidente y el vicepresidente de EC a modo de conclusión.