Disfrutar del sexo en todas sus versiones es de las experiencias más inspiradoras y enriquecedoras. id:66908
Desde los preliminares hasta la penetración hay un sinfín de prácticas que pueden hacer que una persona tenga mayor pasión. Pero, al igual que hay determinados actos que hacen pasar de “de 0 a 100” en cuestión de segundos, existen otros que no son santo de devoción de los españoles.
Sin embargo, son prácticas por las que una persona o pareja deben de intentar para saber si realmente no les gusta (¡o tal vez sí!). Desde JOYclub, comunidad basada en la sexualidad liberal, han analizado a través de sus miembros cuales son las practicas que más disgustan a los españoles.
La lluvia dorada y el fetichismo: los menos deseados
En este ranking, no existe una gran distinción entre hombres y mujeres: ni la lluvia dorada, ni el fetichismo con los pies triunfan, las dos prácticas que menos gustan a ambos sexos.
Pero en tercer lugar, ellas apuntan en su lista de no deseados el fisting, una práctica sexual que consiste en la introducción de la mano o parte del brazo en el ano o en la vagina. Ellos, aunque tampoco son muy fans, lo desplazan al cuarto puesto de su lista.
En el cuarto lugar, encontramos la pornografía en el caso de ellas quienes se “han hartado de la artificiosidad del porno” y en el quinto lugar, ellas y ellos han señalado el gangbang, un tipo particular de orgía en la que una mujer o un hombre mantiene relaciones sexuales con tres o más hombres por turnos o al mismo tiempo.
Los peores actos sexuales: semen, tríos HMH, y fetiches
En el séptimo puesto, ellos eligen el sadomasoquismo o el BDSM, la inmovilización del cuerpo o someterse a prácticas utilizando las cuerdas, cintas o telas, sin encontrar en ellas un encanto sexual. Mientras que para las mujeres, todos los juegos relacionados con el semen, está fuera de su lista de favoritos.
Y en el octavo puesto, los hombres han descartado el trío H-M-H (dos hombres y una mujer), pues aunque un trío es la fantasía sexual por excelencia de muchos, no son tan abiertos a practicarlo con otro hombre.
La libertad sexual: el verdadero elegido
Aunque existan un sinfín de prácticas que pueden no gustar, la elección de vivir una sexualidad de forma libre es la más elegida. Rechazando la idea de monogamia tradicional (hombre-mujer), el amor libre busca separar el amor del sexo, permitiendo a los involucrados amar incondicionalmente a una persona, pero tener la libertad de disfrutar de su sexualidad abiertamente, cómo y con quién desee. “Desde JOYclub sabemos que cada persona y que cada pareja es un mundo. Cuando a uno le gusta algo, a otra persona puede que no. Lo importante es probar y experimentar. Nuestros usuarios saben que estas son las prácticas que menos les gustan porque se han comunicado con su pareja y han hablado sobre sus gustos y preferencias. Al fin y al cabo, eso significa disfrutar del sexo”, afirma Cecilia Joyce, portavoz de JOyclub.
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