El informe “El cibercrimen y su relación con el consumidor” de Affinion muestra que la ciberdelincuencia preocupa igual o más que el robo o el atraco físico. id:42758
Cada día que pasa, el tiempo de vida
online de las personas aumenta. Vivimos en un mundo interconectado en el que las nuevas tecnologías han revolucionado todos los aspectos. Por esto, el sector asegurador se enfrenta a nuevos desafíos que abren la puerta a un escenario completamente diferente con grandes oportunidades. Uno de estos retos es proteger a sus clientes frente a la ciberdelincuencia. Orientarles en una posible amenaza relacionada con la ciberseguridad o ayudarles a gestionar una crisis y ofrecerles soluciones eficaces en el caso de que se un ataque se hiciera efectivo.
La clave para cumplir dichos retos está en el conocimiento de todo lo que gira en torno a la ciberseguridad: principales amenazas, cómo se producen, cómo nos afectan y cómo afrontarlas. Existe una falta de concienciación, fruto del desconocimiento, acerca de los peligros a los que estamos expuestos por el simple hecho de ser usuarios de internet y, por eso, el número de incidentes es tan alto.
Es aquí donde las aseguradoras pueden marcar la diferencia. Según la investigación llevada a cabo por Affinion, El cibercrimen y su relación con el consumidor, ofrecer servicios de ciberseguridad es percibido como un valor añadido para la marca por el 64% de los encuestados. Las empresas deben educar, prevenir y proteger porque la ciberdelincuencia ha venido para quedarse y los datos lo corroboran: en 2017 se registraron más de 120.000 delitos e incidentes de ciberseguridad en España.
Eduardo Esparza, VP General Manager de Affinion España, considera que “las grandes compañías tienen una gran oportunidad para educar, proteger y ayudar a sus clientes a prevenir cualquier incidente relacionado con la ciberdelincuencia. De media, estamos 3 horas conectados al día y la gran mayoría de usuarios no son conscientes de los riesgos. Tanto las compañías aseguradoras como los bancos y los operadores telefónicos tienen la ocasión de generar con sus clientes relaciones más sólidas, duraderas y estables y, por lo tanto más rentables, ofreciéndoles un servicio que les de tranquilidad”.
David Morales, Product Manager en 4iQ, indica que “existe toda una economía underground en torno al robo de datos. En los últimos diez años, el número de registros expuestos ha crecido exponencialmente, alcanzando unos 82 mil ataques reconocidos en 2016. Es un problema global que afecta a diferentes sectores suponiendo grandes pérdidas económicas así como costes reputacionales y de confianza”. Según la investigación realizada por Affinion, un tercio de los encuestados se ha visto afectado, directa o indirectamente, por un robo de identidad, de ahí que la ciberdelincuencia preocupe igual o más que los robos o los atracos físicos. España es el tercer país más preocupado, por detrás de Estados Unidos y Brasil.
Pablo San Emeterio, analista de innovación y CSA en ElevenPaths (Telefónica Cibersecurity Unit), confirma que “la ciberseguridad supone una ventaja competitiva ligada al negocio. Se puede pensar que es compleja y, muchas veces, se oye hablar de que sería bueno que fuese un servicio como la electricidad o el agua, que llegara a nosotros y no tuviéramos que hacer nada más. Sin embargo, es algo más que un servicio ya que puede amenazar a los negocios e, incluso, afectar a nuestra vida personal”. Además, afirma que “la seguridad online 100% no existe, pero debemos luchar para conseguir reducir los riesgos al máximo. Para ello, la tecnología nos ayuda pero te tienes que apoyar, también, en las personas y los procedimientos. De nada sirve poner toda la tecnología en tu compañía si los empleados abren un malware”.
Respecto a las principales amenazas, David Morales destaca el account takeover o la toma de control de una cuenta de cualquier tipo, ya sea el correo electrónico, las redes sociales o la cuenta bancaria, y el blackmailing o el uso de información ya expuesta para pedir una recompensa por no publicarla.
Por su parte, Pablo San Emeterio menciona como principales riesgos la fuga de datos personales, la denegación de servicio o el robo de identidad. Además, ofrece una serie de consejos básicos para estar más protegidos como usar un segundo factor de autenticación, no conectar USB desconocidos, no conectarse a redes Wi-Fi públicas y hacer copias de seguridad de todos los datos importantes.