Las negociaciones anunciadas a mediados de octubre sobre la primera fase de un acuerdo comercial entre Estados Unidos y China parecían avanzar en la dirección correcta. id:52072
De hecho, los progresos podrían ser mayores de lo previsto inicialmente si finalmente se anuncia una supresión gradual de los derechos de aduana introducidos hasta ahora. No obstante, este mensaje ha sido atenuado por el presidente de EE.UU. China, sin embargo, siempre ha planteado la abolición de todos los impuestos introducidos desde julio del año pasado como condición indispensable para la posible celebración de un acuerdo comercial. Todavía no se han publicado detalles sobre el verdadero alcance de esta primera fase, ni sobre cuándo firmarán el acuerdo los presidentes Trump y el Xi.
La aparente mejora de las relaciones comerciales desempeña un papel importante como fuerza motriz en los mercados financieros. Así pues, los mercados de renta variable parecen haber recuperado la tendencia al alza tras el estancamiento general y la volatilidad experimentada en verano. El S&P 500 ha vuelto a marcar máximos históricos y las bolsas europeas están coqueteando con los niveles más elevados de los últimos años. La disminución de la aversión al riesgo está aumentando el rendimiento de los bonos. La curva de tipos ya no se está invertida en Estados Unidos. Como resultado, la rotación sectorial continúa, con las acciones cíclicas y los bancos ganado terreno en las últimas semanas.
Reserva Federal: ¿no hay tres sin cuatro?
En octubre la Fed rebajó por tercera vez consecutiva los tipos de interés oficiales en 25 puntos básicos, situándolos entre el 1,50% y el 1,75%. Esta rebaja estaba ampliamente descontada por el mercado, sin embargo, en sus comentarios, el organismo suavizó las expectativas del mercado sobre posibles recortes adicionales. El banco central estadounidense podría intervenir si las previsiones económicas se revisaran significativamente a la baja en los próximos meses. Las expectativas del mercado (medidas por los futuros de fondos federales) de nuevos recortes de tipos de interés han cambiado claramente. Mientras que hace un mes se estimaba con una probabilidad del 60% que la Fed anunciara una o dos medidas de alivio adicionales antes de finales de enero de 2020, el mercado espera ahora (80% de probabilidad) que la Reserva Federal mantenga los tipos sin cambios hasta dicha fecha. Este reposicionamiento, combinado con una disminución de la aversión al riesgo por parte de los inversores, hizo que el tipo de interés estadounidense a 10 años subiera del 1,50% a principios de octubre al 1,90%.
Entre tanto el PIB de EE.UU. creció un 1,9% en el tercer trimestre (sobre una base trimestral anualizada), un resultado mejor de lo esperado y justo por debajo del 2% registrado en el segundo trimestre. El crecimiento fue impulsado por el gasto público y el consumo (aunque este último tuvo un menor impacto que en el segundo trimestre). La creación de empleo aumentó en octubre con 128.000 nuevos puestos de trabajo. Se trata de un aumento mayor de lo previsto, mientras que las cifras de los meses anteriores también se han revisado al alza. Sin embargo, el crecimiento de los salarios sigue siendo limitado (3% anual) y, por lo tanto, no se espera que alimente la inflación en un futuro próximo. En cuanto a las perspectivas, se observa una consolidación de los indicadores de PMI e ISM estadounidenses. El índice ISM industrial pasó de 47,8 en septiembre a 48,3 en octubre, aunque se mantiene por debajo del nivel 50 que marca la frontera entre la expansión y la contracción. El componente de nuevos pedidos también aumentó, pero también se mantuvo por debajo de 50. El indicador de servicios ISM se situó en 54,7 superando las expectativas, pero este aumento se produjo después de una fuerte caída en septiembre (52,6).