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Las costas de Málaga, Alicante, Baleares y Canarias, las de mayor rentabilidad para alquilar la casa de la playa durante todo el año
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Las costas de Málaga, Alicante, Baleares y Canarias, las de mayor rentabilidad para alquilar la casa de la playa durante todo el año

martes 20 de agosto de 2019, 13:39h
Los propietarios de las viviendas costeras ganan unos 712 euros semanales por arrendarlas en verano, pero durante el resto de meses no obtienen la misma rentabilidad. id:48974
Alquilar una casa o un apartamento en la playa durante el verano tiene un coste medio de 712 euros semanales. Los propietarios de estos alojamientos sacan un buen beneficio económico alquilándolos durante los tres meses de periodo estival, pero no ocurre lo mismo durante el resto del año, cuando la casa se queda desocupada mientras sigue generando gastos.

Hay costas como las de Málaga, Alicante, Baleares y Canarias donde cada vez crece más el alquiler de larga estancia fuera de los meses de verano y, por lo tanto, donde se rentabiliza más la casa de la playa. Pero no ocurre lo mismo en el resto de España, por lo que desde Self Bank ofrecen varias opciones para sacar partido y rentabilizar la vivienda costera durante todo el año.

Alquiler

Alquilar la vivienda permite obtener un beneficio rápido y sencillo que puede servir como ahorro o como método para pagar la hipoteca (en caso de haberla pedido). Actualmente las plataformas de alquiler vacacional están en auge gracias a las ventajas que proporcionan: flexibilidad y la posibilidad de alquilar por periodos pequeños, lo que permite lograr más ingresos que si se alquilara por una temporada larga, ya que debido a la alta demanda se pueden ajustar los precios en consecuencia.

Debe tenerse en cuenta que alquilar la vivienda por días o semanas implica una presencia en la localidad en la que esta se encuentra, ya que hay que dar las llaves y recibir y despedir a los inquilinos, además de realizar las labores de limpieza. Aunque, si bien es cierto, siempre se puede contratar a una persona para que realice estas tareas o contar con alguien de nuestra confianza que pueda hacerse cargo de ellas.

Otra manera de alquilar la vivienda es hacerlo a través de una inmobiliaria. En este caso, la empresa se lleva una comisión (en torno a un 30%) por las funciones que realiza (gestionar el anuncio, las reservas, el check-in, el check-out…). Además, afecta en los impuestos que se pagan por este tipo de alquiler, ya que su gestión lleva IVA.

Alquilar la casa durante varios meses a través de una inmobiliaria genera tranquilidad al garantizar el cobro de los meses en los que se alquila la vivienda, además de que se pueden seleccionar mejor a los inquilinos, teniendo en cuenta que, al alquilarlo durante un periodo más largo de tiempo, cuidarán la casa mejor que si solo estuvieran una semana. Un apunte importante es que, si la vivienda se alquila como residencia habitual del inquilino, la renta del alquiler está exenta un 60% en el IRPF.

Intercambio de casas

Consiste en, literalmente, intercambiar tu casa con otra persona. Existen plataformas que gestionan este intercambio, poniendo en contacto a familias que estén interesadas en dejar que otras personas habiten su vivienda a coste cero, a cambio de ocupar la suya sin pagar nada. Desde Self Bank aseguran que es una buena opción para visitar países en el extranjero, ya que se ahorran los gastos en alojamiento, que muchas veces son lo más caro. Con esta opción no se obtiene un beneficio económico directo, pero sí que genera un importante ahorro.

House sitting y Pet sitting

Estas plataformas cada vez van teniendo más asiduos. Se trata de trasladarse a otra vivienda, normalmente en el extranjero, aunque también puede ser dentro del mismo país, para mantenerla, cuidar las mascotas o, simplemente, permanecer en ella mientras los propietarios no están. Es otra forma de viajar sin pagar por el alojamiento, aprovechando la ubicación de la casa para hacer turismo. De igual manera, también favorece al propietario, ya que le permite viajar y ahorrarse el coste de mantener su vivienda o de pagar a alguien porque la vigile o cuide sus mascotas.

Una de las ventajas de este tipo de alojamiento es que permite que la experiencia en la ciudad sea más “realista”, ya que las personas que hacen house sitting se hospedan en casas reales, no en alojamientos turísticos, viven como si fueran autóctonos y, por lo tanto, se impregnan mucho más de la ciudad, de su gente, de sus costumbres y de su cultura. En cuanto a la duración de la estancia, normalmente los propietarios se suelen ausentar por periodos que van desde dos semanas a un mes, o muchas veces incluso más.

Tanto los métodos tradicionales de alquiler como las nuevas plataformas que van surgiendo hacen que sacarle partido a la casa de la playa sea cada vez más fácil.

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