Hoy en día, los robots industriales se emplean en casi todos los sectores: desde la automoción hasta los plásticos y la tecnología médica. Aportan numerosas ventajas a las instalaciones de fabricación y están allanando el camino a las fábricas inteligentes del futuro. Sin embargo, hay ciertas limitaciones que los fabricantes deben tener en cuenta a la hora de elegir sus equipos robóticos. id:83322
En este artículo, Neil Ballinger, jefe de EMEA del proveedor de piezas de automatización EU Automation, comenta estas limitaciones y cómo superarlas.
La necesidad de contar con procesos automatizados es cada vez mayor. Según Fortune Business Insights, el mercado de los robots industriales alcanzará los 31.300 millones de USD en 2028. Los fabricantes son cada vez más conscientes de los posibles beneficios empresariales y de producción que supone la implantación de robots. Sin embargo, los robots industriales no están exentos de inconvenientes. Estas son algunas de sus limitaciones más comunes y algunas sugerencias sobre qué pueden hacer los fabricantes para superarlas.
Asequibilidad
Por lo general, los robots industriales requieren una gran inversión inicial que incluye costes adicionales de instalación y configuración. Los fabricantes también deben tener en cuenta los costes de mantenimiento futuros y la necesidad de componentes adicionales.
Asimismo, el sector de la robótica evoluciona constantemente y siempre aparecen máquinas actualizadas en el mercado. Invertir en nuevos robots con regularidad podría resultar complicado para algunas empresas, especialmente las más pequeñas, que podrían quebrar en el intento de seguir el ritmo de las tendencias industriales.
Sin embargo, los robots industriales pueden ayudar a los fabricantes a reducir costes en diferentes ámbitos. Pueden reducir los costes de producción y aumentar los beneficios gracias a la optimización del trabajo. Con una estrategia de inversión y un plan financiero claros, es más probable que los robots generen un rápido rendimiento de la inversión.
Otra alternativa inteligente es invertir en robots reacondicionados. Por lo general, los robots usados cuestan la mitad que los nuevos, y mantienen su eficiencia y operatividad.
Seguridad
Los robots industriales siempre se han considerado peligrosos en la fábrica. Y con razón: son piezas de equipo grandes, voluminosas y capaces de moverse muy rápido. Las máquinas más antiguas incluso carecen de la capacidad sensorial para detectar a los seres humanos cercanos, lo que las hace propensas a colisiones y accidentes peligrosos. Por este motivo, muchos fabricantes añaden jaulas o divisores para separar a los robots de sus compañeros de trabajo humanos.
Más recientemente, gracias a la introducción de robots colaborativos, que son más pequeños y ligeros y están diseñados específicamente para trabajar con humanos, la seguridad se ha convertido en una de las principales prioridades de la automatización industrial. Se han implementado más prácticas normativas tanto para los robots industriales voluminosos como para los cobots.
Aunque aún queda camino por recorrer para lograr una seguridad absoluta en la fábrica, no hay duda de que se están consiguiendo progresos. Las nuevas tecnologías, como cortinas de luz, lectores láser y dispositivos de detección de presencia, son ampliamente aceptadas como método para aumentar la seguridad humana.
Otra buena práctica para los fabricantes consiste en llevar a cabo una evaluación de riesgos individual de su línea de producción y formar a los trabajadores sobre cómo reaccionar en caso de accidente.
Más difíciles de formar
Los robots industriales requieren una programación y formación expertas para realizar tareas, por lo que las empresas deben contratar técnicos y programadores experimentados para supervisar la instalación de robots. Además, puede que incluso el personal experimentado necesite actualizar sus conocimientos cuando se desarrolle nuevo software o cuando aparezcan nuevos robots en el mercado. Si un robot no se programa correctamente, puede funcionar mal y dañar a quienes lo rodean.
Sin embargo, en los últimos años se ha implementado un nuevo método de formación sobre robots: la programación sin código o con código bajo. Permite a los empleados con menos experiencia en codificación configurar un robot utilizando el modelado visual y las interfaces de usuario de arrastrar y soltar. Debido al formato fácil de usar de plataformas sin código y con código bajo, también es posible reprogramar los robots para que realicen diferentes tareas mediante el ajuste de su brazo. Aunque, en su momento, las empresas necesitaban varios robots, ahora alguien sin cualificación técnica puede realizar un sencillo ajuste, lo que ahorra tiempo, espacio y dinero a las empresas.
La tendencia de las plataformas de código bajo y sin código va en aumento, y el 84 % de las empresas de los Estados Unidos, el Reino Unido, Canadá y Australia están implementando plataformas de desarrollo de código bajo para disminuir las necesidades de codificación.
Se ha demostrado que los robots industriales simplifican el trabajo humano, aportan un rápido rendimiento de la inversión a los fabricantes y optimizan la producción. Sin embargo, no están exentos de limitaciones. Son más difíciles de formar que los humanos, requieren altos costes de inversión y mantenimiento y plantean problemas de seguridad. Aunque se trata de preocupaciones legítimas para los fabricantes, se pueden abordar con una planificación cuidadosa y nuevas tecnologías para superarlas. En EU Automation creemos que los robots industriales son activos indispensables para las fábricas inteligentes y siempre nos mantenemos al día de las últimas noticias sobre sus desarrollos.