Los 3 retos pendientes de la economía bajo demanda

Empresas como Uber, Deliveroo o Cabify ya forman parte de la conversación de la opinión pública, junto a otras compañías de sectores de recorrido más largo como la energía, la movilidad tradicional o los seguros. La economía bajo demanda ya está en nuestras calles. Es, en definitiva, la consolidación de un modelo económico que apunta a expandirse por todo el país.

No obstante, esta consolidación generalizada todavía exige la superación de una serie de retos y desafíos que pasan, por encima de todo, por entender y adaptarse a las necesidades de los distintos segmentos de población, así como abrir la puerta a fórmulas innovadoras que garanticen las mejores condiciones de trabajo a los profesionales de las plataformas de servicios bajo demanda. Zego, compañía de seguros especializada en servicios y plataformas de economía bajo demanda, ha reunido la lista de los tres retos pendientes para lograr esa consolidación.

• La apertura a nuevos segmentos de edad: Al igual que otras muchas apps de servicios, el público millennial y de edades próximas a esta franja es el consumidor mayoritario de las plataformas de economía bajo demanda. No obstante, esta puede y debe demostrar su utilidad y accesibilidad también para usuarios de una edad más avanzada.

Debemos pensar que, por ejemplo, el delivery puede ser una herramienta más que beneficiosa para personas mayores que, por problemas de salud, no tengan tantas facilidades para cocinar en sus casas o acercarse a una farmacia a por medicamentos. De igual forma, los servicios VTC son una alternativa al transporte público, al que están mucho más acostumbrados, para garantizarles desplazamientos cómodos y seguros por la ciudad. Para conseguirlo, las empresas deben tratar de reforzar aún más la sencillez de uso de sus aplicaciones, pensando en que también puedan ser utilizadas por un público más sénior.

• El aterrizaje en localidades más pequeñas: Ya sea por la mayor distancia entre puntos o por haber más cantidad de locales hosteleros, es lógico que la economía bajo demanda haya penetrado primero en las grandes ciudades. Pero es igualmente lógico que esta expansión avance y termine entrando en localidades de menor tamaño. Apostar por precios que puedan competir con otras fórmulas de transporte como los autobuses urbanos de ciudades de pequeño o mediano tamaño, o encaminar su estrategia hacia un refuerzo de la promoción de los negocios locales.
• Un seguro actualizado a la nueva economía: La economía bajo demanda ha supuesto una revolución para el consumo de servicios, pero también para la manera en que estos son prestados. Jornadas flexibles, salario en función del número de kilómetros recorridos o el número de repartos realizados son protagonistas en este nuevo esquema económico.

No obstante, si el mercado quiere evolucionar, deberá hacerlo por completo, y sustentado en los propios principios de esta nueva economía. Un buen ejemplo de ello es abrir la puerta a la flexibilidad aplicada a los seguros de sus profesionales, de forma que puedan ejercer sus tareas de transporte pasajeros y de reparto a domicilio completamente cubiertos, sin que ello les suponga un coste económico exagerado. Compañías como Zego ya están ofreciendo en España seguros flexibles para flotas VTC y riders.

Gerardo Redondo, Country Manager de Zego en España, explica: “Trabajamos para ser un actor protagonista en la consolidación de la economía bajo demanda en España. Para ello, nos movemos con la creencia firme de que la flexibilidad puede expandirse también a otros aspectos del sector como los seguros de sus trabajadores. Pero a nosotros nos gustaría que esta flexibilidad dé un paso más y haga evolucionar la regulación que tenemos en España actualmente”.