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Imagen de Pete Linforth en Pixabay.
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¿Los créditos o préstamos urgentes y sin intereses existen?

Por Redacción
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noticiaseconomiadehoyes/8/8/22
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miércoles 23 de octubre de 2019, 12:44h
La respuesta es que sí, pero hay que saber buscarlos. Y leer con atención la letra pequeña del contrato. Id: 51191

Los préstamos urgentes se están convirtiendo en una modalidad de financiación que compite abiertamente con la tradicional ofrecida por los bancos. Las entidades que se dedican a facilitar préstamos gestionados exclusivamente por Internet dan una respuesta a la solicitud prácticamente inmediata. Y el dinero estará en nuestra cuenta en un plazo de 24 a 48 horas.

Con el fin de captar nuevos clientes, algunas compañías ofrecen créditos gratis a las personas que los solicitan por primera vez. Lógicamente, los importes a los que podemos acceder son pequeños pero, generalmente, suficientes para poder resolver algún apuro. Estas compañías saben que sus clientes actuales o potenciales son personas con problemas de solvencia que, seguramente, una vez pagado el primer préstamo, volverán a necesitar financiación y, por lo tanto, repetirán la solicitud con ellas, si ya tuvieron una buena experiencia con el primer crédito gratuito.

No es lo mismo un crédito gratis que un crédito sin intereses

Gratis, lo que se dice “gratis”, no hay casi nada. Puede ser muy barato o una verdadera oportunidad pero que algo no cueste absolutamente nada es muy difícil. Aún así, como decíamos antes, sí hay empresas que ofrecen un primer crédito gratis como táctica para conseguir hacerse un hueco en este competido mercado. Por eso es posible encontrar créditos urgentes online totalmente gratuitos la primera vez que se contratan.

Otra cosa son los créditos sin intereses. Incluso hoy en día, con los bajos tipos de interés que imponen los bancos centrales, a la banca tradicional le está costando trabajo ganar dinero con su negocio tradicional, que era tomar dinero de unos clientes, a un interés que les pudiera parecer atractivo a éstos, y prestárselo a otros a un interés bastante más elevado.

En estos momentos, los bancos no remuneran los depósitos de los clientes e, incluso, se piensa en la posibilidad de que empiecen a cobrarnos por tener nuestro dinero en ellos. Las comisiones se han convertido en una de las fuentes de beneficios más importantes para los bancos tradicionales. Comisiones por recibir correspondencia, comisiones por tener más de un determinado número de apuntes en la cuenta, comisiones por sacar dinero con la tarjeta de crédito y la famosa comisión de mantenimiento, que ningún bancario sabe explicar, y que es algo así como la comisión “porque sí”.

En el ámbito de los créditos urgentes por Internet, también podemos encontrar préstamos sin intereses, lo que no quiere decir que no haya que pagar algo. Es posible que un préstamo no tenga intereses pero sí comisiones. Las comisiones de apertura, cancelación o amortización anticipada son algunas de las más habituales. Si un préstamo no tiene intereses, seguramente tenga alguna de estas comisiones, por lo que no es gratis, sino que lo pagamos de otra manera.

La escasa formación financiera de la población española en su conjunto y la situación de urgencia en que se suelen solicitar este tipo de créditos, nos obliga a recomendar, una vez más, leer bien, y entender mejor, el contrato que vamos a firmar. Veamos las dos condiciones que se han de dar para que un préstamo sea gratuito de verdad:

  • Cualquier tipo de interés que figure en el contrato -TAE, TIN o cualquier otro que pudiera aparecer- debe ser al 0%.
  • Que no tenga ninguna comisión. Solo sería aceptable la comisión de demora, ya que si no devolvemos el dinero a tiempo, algo tendrán que cobrarnos.

Dada la facilidad que hay para conseguir estos préstamos, ya que las condiciones suelen ser muy básicas, lo importante es estar seguros de que podremos devolver el importe prestado en la fecha prevista.

La documentación que tenemos que presentar para obtener este tipo de créditos es:

  • Documento acreditativo de la identidad -DNI, NIE, pasaporte o tarjeta de residencia- en vigor.
  • El número de cuenta bancaria en la que han de hacernos el ingreso del dinero una vez concedido el préstamo.
  • Un extracto de nuestra cuenta bancaria para que la entidad de crédito pueda comprobar que somos solventes y haremos frente al préstamo.
  • Un documento que demuestre nuestra fuente de ingresos, como la nómina, facturas si somos autónomos, el recibo de la pensión o el del paro, por ejemplo.
Una vez conseguido el crédito rápido y solventado el problema que motivó su petición, solo queda devolverlo en la fecha acordada. Si no cumplimos, además de los problemas económicos y jurídicos en los que nos podemos ver envueltos, es muy posible que nunca más podamos volver a solicitar financiación a nadie.
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