Los datos del paro publicados hoy son nefastos y además irreales

Los datos del paro publicados hoy son nefastos y además irreales. Son los peores datos de la historia desde que hay estadísticas pero además son incongruentes. El paro registrado mide la población que demanda empleo pero no quien busca completar horas de jornada porque tiene pocas horas de ocupación, tampoco quien realiza cursos de formación, quien quiere trabajar menos horas y otras casuísticas. Del mismo modo, los ERTE no están incorporados porque los afectados siguen dados de alta y no se encuentran en situación de desempleo; tampoco se cuentan los ERTE de reducción de jornada así como los trabajadores eventuales no ocupados y los demandantes de empleo, como puede ocurrir en el sector agrario, o aquellos que se iban a incorporar a trabajar pero finalmente no han podido hacerlo.

España es de los pocos países que miden el paro de esta manera. En Europa, se fija a través del dato trimestral de la EPA y, en Estados Unidos, mediante la demanda de empleo semanal (recordemos que mucha gente en este país cobra semanalmente).

A todo esto, debemos sumar que en las grandes ciudades está todo colapsado y, por tanto, las personas que fueron despedidas a partir del día 13 de marzo aún no se han podido inscribir como demandantes de empleo. Tampoco están contemplados todos los ERTE contestados todavía y hay un bloqueo importante que, parece ser, se solucionará en abril ¿Casualidad o no? Puede no ser intencionado, pero lo cierto es que de esta manera la gente no cobrará hasta mayo, dando a la Administración un margen de mes y medio.

Si a esto sumamos la falta de creación de herramientas útiles para empresas y autónomos, lo que se avecina es una tormenta perfecta con daños difícilmente cuantificables. La situación, que de por sí ya ofrecía unas perspectivas de recesión en el horizonte, se agrava además por la incertidumbre ante las decisiones del gobierno.

La anterior crisis dejó una marca de 1.8 millones de parados que seguro vamos a sobrepasar, y rondaremos los 2.4 millones; si bien es cierto que la situación es diferente, tendremos una recuperación paulatina en U y no en V, como se señala, ya que muchos volverán a sus puestos de trabajo, pero no todos porque el mercado está dañado y necesita impulsos que no sabemos de dónde saldrán. La incertidumbre y el miedo no son pasajeros compatibles con la buena marcha de la economía. Esta crisis se prevé más dura que la anterior, pero durará menos.

José Canseco, profesor de recursos humanos en EAE Business School:

Los nuevos datos de desempleo y afiliación no son más que la punta del iceberg, lo peor llegará en abril y es posible que en mayo. Lo importante en estos momentos es que el tejido empresarial se resienta lo menos posible, por ello son necesarias las ayudas y apoyos de la Administración, de forma decidida, por colectivo y a largo plazo, con especial atención a colectivos vulnerables (turismo, microempresas, actividades de alta interacción social). Debido a que tenemos una estructura económica donde el 50% de empresas no tienen empleados y sólo el 1,96% tiene más de 10 empleados, hay que apoyar el mantenimiento del empleo desde diferentes perspectivas. Las medidas y estrategias de incorporación a la dinámica profesional en base a las recomendaciones sanitarias son claves, ya que el 75% del PIB lo aporta el sector servicios y el 12% el turístico, donde el miedo a la interacción social puede tener un gran impacto en la recuperación. Es muy probable que entre el 2º y 3er trimestre de 2020 el desempleo se acerque a niveles de hace una década. Si la cuarentena no dura demasiado, las medidas sanitarias de incorporación a la actividad son acertadas y los estímulos a empresas y profesionales tienen el impacto deseado, el 4º trimestre podría existir una clara recuperación económica.