La reducción de la tasa de morosidad sería otro de los beneficios que traería la implantación de estos modelos, según se ha concluido en la Jornada sobre el crédito responsable que ha organizado el Consejo General de Economistas de España (CGE) con la colaboración de la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE). id:49509
La implantación en España de los ficheros positivos de solvencia contribuiría a incrementar el flujo de crédito nuevo anual hacia autónomos y pymes en un 20% –30.000 millones de euros más al año–, y
la tasa de morosidad para este segmento se reduciría 1,3 puntos, de acuerdo con los datos publicados en el informe realizado por la consultora AFI, del que se hablado durante la
Jornada sobre el crédito responsable (fichero positivo de solvencia).
En el evento, organizado por el Consejo General de Economistas de España (CGE) con la colaboración de la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), se ha debatido sobre cómo los ficheros positivos de solvencia permiten medir la situación de endeudamiento actual del cliente y su capacidad para asumir nuevos préstamos, lo que puede favorecer un mayor acceso al crédito de una manera más responsable, justa y transparente, a diferencia de los ficheros de morosos, que únicamente reflejan los impagos.
Según los últimos datos del Banco de España, la tasa de morosidad bancaria en nuestro país continúa estando más de dos puntos por encima de la media de países de la Eurozona. Un dato que mejoraría con la implantación de los ficheros positivos, ya que como refleja un estudio de la OCDE elaborado en 2010, los ficheros positivos permitieron reducir la tasa de morosidad un 33% en EEUU y un 43% en Canadá.
La jornada celebrada en la sede del Consejo General de Economistas de España ha contado con la presencia de diferentes expertos que se han reunido para analizar y debatir sobre las oportunidades que abre la reciente regulación de los ficheros positivos de solvencia gracias a su introducción en la Ley Hipotecaria (artículo 12 y disposición adicional duodécima)–que entró en vigor a mediados del mes de junio–, el impacto económico que tendría su implantación, la visión internacional del crédito responsable y el papel que juega este modelo, cómo percibe el consumidor esta figura frente a los ficheros de morosos y cuál es la óptica de la banca en esta materia.
En la apertura de la jornada, Valentín Pich, presidente del Consejo General de Economistas de España, ha destacado que los ficheros positivos de solvencia pueden ser una herramienta crediticia de gran utilidad para que se pueda “prestar mejor”. Según Pich, “el crédito tiene un papel central en el desarrollo económico de un país, pero siempre que se gestione de forma responsable”. Para el presidente de los economistas, “el uso de los ficheros positivos de solvencia puede tener un impacto positivo en los usuarios –que tendrán un mayor acceso al crédito de una manera más responsable y en condiciones más competitivas– y en las entidades de crédito –reduciendo riesgos innecesarios por falta de información verificada–; pero también en el propio sistema –al aportar mayor transparencia y control del sobreendeudamiento–.”
Aunque, tras la crisis, la deuda privada se ha reducido en España de forma importante, el endeudamiento de hogares y empresas se situó a finales de 2018 algo por encima del 133% del PIB –porcentaje este que la Comisión Europea, en su informe de febrero sobre España 2019, recomendó reducir–. En cuanto a la tasa de morosidad bancaria de nuestro país, se encuentra actualmente algo por debajo del 6%, pero continúa estando ligeramente por encima que la media de países de la UE.
Según Pich, “si a los porcentajes sobre endeudamiento privado y tasa de morosidad, le sumamos una abultada deuda pública y un elevado déficit, el cóctel resultante hace a nuestra economía más vulnerable ante crisis venideras; de ahí que los ficheros positivos de solvencia podrían constituir un elemento estratégico”.
Entre los expertos asistentes, el evento ha contado con invitados como Ángel Berges, vicepresidente y socio de AFI; Fabrizio Fraboni, Lead Financial Sector Specialist, Finance, Competitiveness & Innovation del Banco Mundial; Patricia Suárez, presidenta de ASUFIN; José Luis Perera, secretario general de ATA; Agustín Puente, especialista en Protección de Datos y Socio de Broseta Abogados; y Alberto Martín del Campo Sola. S. G. de Legislación de Entidades de Crédito, Servicios Bancarios y de Pago, Ministerio de Economía y Empresa.
Por otro lado, y como parte de la mesa redonda El Crédito Responsable desde la óptica de la banca, han participado Josep Miquel Peris, director de Planificación de Gestión de Riesgos de Banc Sabadell; Teresa García Ocón, responsable de Operaciones de Financiación de ING España; y Fernando Tejada, director del Departamento de Conducta de Mercado y Reclamaciones del Banco de España.
Fortalezas del fichero positivo de solvencia
Ángel Berges, vicepresidente y socio de AFI, haciendo referencia al informe sobre Información positiva sobre crédito a pequeñas empresas: una oportunidad para la economía española, publicado este año por la consultora, destacó en su intervención que “el fortalecimiento de la oferta de servicios de la información crediticia en España, con capacidad de generar informes positivos de riesgo, aportaría seguridad y ganancia de eficiencia a los agentes”. Además, Berges puntualizó que este sistema “permitiría una evaluación más precisa del riesgo de los demandantes de crédito, ya sean particulares o empresas, la inclusión de sectores que hoy pueden ser excluidos por carecer de una información suficientey, por consiguiente, la generación de mayor crecimiento económico”.
Como conclusiones de la jornada cabe desatacar:
- El atributo fundamental de los ficheros positivos de solvencia es que permiten a las entidades financieras evaluar objetivamente el nivel de endeudamiento y, como consecuencia, la capacidad razonable del usuario para asumir nuevos compromisos.
- Su implementación mitiga el problema de selección adversa y contribuye a realizar un scoring más preciso a la hora de asignar el riesgo crediticio.
- Estos sistemas mejoran la capacidad predictiva y la segmentación entre potenciales clientes, aprovechando al máximo el carácter no rival de la información (una vez generada, el aumento de las entidades que la utilizan no eleva el coste).
- El buen comportamiento crediticio se convierte en un importante activo para el deudor, quien puede hacer valer esta información ante las entidades financieras a la hora de negociar mejores condiciones en sus operaciones crediticias.