Para conseguir una Europa digital sostenible, próspera y más fuerte, se observan varias áreas clave de impacto que deben ser abordadas por todos los responsables de la toma de decisiones de la industria y los negocios, así como por los líderes gubernamentales y las instituciones del sector público:
Mercado único digital
Para generar crecimiento y seguir siendo competitiva en la era digital global, Europa debe consolidar su mercado único y abordar la fragmentación.
Inclusión
El miedo al desarrollo tecnológico debe transformarse en oportunidades dotando a los europeos del conjunto adecuado de competencias digitales. Como, por ejemplo, en España con la implementación del programa Kit Digital que permite disfrutar sin coste del servicio de gestoría online contable, fiscal y laboral, durante un año.
Crecimiento verde
Europa debe aprovechar las tecnologías digitales para construir una economía y una sociedad sostenibles, con bajas emisiones de carbono y eficientes en el uso de los recursos.
Innovación
Europa debe invertir en la adopción de tecnologías digitales como la IA y el 5G, apoyando la creación de ecosistemas innovadores intersectoriales en sectores en los que Europa tiene una ventaja competitiva.
Confianza
El gobierno y la industria deben cooperar a nivel mundial para reforzar la ciberseguridad y proteger la privacidad de los ciudadanos, al tiempo que permiten los flujos de datos.
Política ágil y basada en la misión
Europa debe definir objetivos claros para las políticas e impulsar procesos ágiles de elaboración de políticas basados en la participación de múltiples partes interesadas y en la experimentación a través del sandboxing normativo.
Liderazgo
Los líderes europeos deben definir "lo que quieren" y establecer una visión y unos objetivos claros sobre cómo la digitalización puede mejorar la sociedad europea basándose en valores comunes.
El futuro de Europa es digital
Para medir el éxito de Europa en la transformación digital, se han identificado algunos indicadores de éxito. En estas métricas toman el pulso a la transformación digital europea que aporta beneficios a la sociedad en general. Suponemos que estos indicadores evolucionarán con el tiempo y se revisarán anualmente.
El 52% de los trabajadores necesitan ser recualificados para 2025
Potenciar el desarrollo digital para impulsar la inclusión social. La transformación digital tiene el poder de reducir las desigualdades en toda Europa. Pero para ello es necesario empoderar a todo el mundo -independientemente de sus ingresos, educación, edad o género- y requiere una acción armonizada y una mayor colaboración entre todos los actores y aplicar eficazmente el Acta Europea de Accesibilidad para animar a más mujeres a participar en el sector tecnológico y fomentar una mayor diversidad
Crear los empleos y las competencias del futuro
El déficit de competencias digitales frena el crecimiento de Europa y dificulta la competitividad y la capacidad de innovación. El desempleo sigue siendo elevado en la UE, mientras que se prevé que para 2022 habrá más de 900.000 puestos de trabajo sin cubrir que requieran competencias digitales en la UE. Veamos algunas tareas pendientes:
- Proporcionar exenciones de las ayudas estatales a las PYME que inviertan en la formación de sus empleados en materia de competencias digitales.
- Reforzar la contribución del sector digital en la modernización de los planes de estudio.
- Mejorar las previsiones sobre competencias digitales para mejorar la precisión de las políticas y la relevancia del mercado laboral digital.
- Proporcionar flexibilidad en los contratos de trabajo para promover la movilidad de las competencias en la UE.
- Proporcionar un entorno digital que mejore la confianza, la privacidad y la seguridad.
La confianza tiene una importancia fundamental, ya que es el pegamento que mantiene unidas las relaciones y es un requisito básico para que la democracia funcione bien y sea participativa. Aunque las tecnologías digitales plantean nuevos retos, también presentan grandes oportunidades para aumentar la confianza.