Ha sido una semana relativamente tranquila en los mercados de las divisas G10, aunque la verdadera actividad se ha producido en otros lugares. id:73918
La corrección de los rendimientos del gobierno de EE.UU. se aceleró debido a la creciente preocupación sobre el impacto de las nuevas variantes de COVID en el crecimiento, llegando a alcanzar a su punto máximo el miércoles -ante lo que parecía un estado de pánico de compra que se calmó a lo largo de la semana-. Esta volatilidad no tuvo demasiado impacto en otros países, aunque el temor a la COVID golpeó especialmente a las divisas latinoamericanas.
En nuestra opinión, el dato clave de esta semana será el informe sobre la inflación estadounidense (IPC) de junio, que se publicará el martes. La inflación general debería mantenerse por encima del 5% y la subyacente por encima del 4%. El nivel alcanzado por los rendimientos de los bonos del Tesoro hace suponer claramente que estas elevadas cifras bajarán pronto, pero nosotros tenemos menos confianza en ello. La comparecencia semestral del presidente de la Fed, Jerome Powell, ante el Congreso el próximo miércoles se producirá después de la publicación del informe de inflación, y debería ser el otro tema crucial para los mercados.
EUR
Las correcciones de los índices PMI provisionales de junio han reforzado nuestra opinión (optimista) acerca de la recuperación de la economía europea. Otra novedad importante ha sido la revisión estratégica de la política del BCE, que ahora afirma tener un objetivo de inflación simétrico en torno al 2%.
Esta semana no hay mucho que destacar en el calendario, por lo que se espera que el euro cotice en función de lo que acontezca en EE.UU., especialmente en lo relativo al IPC de junio y a la comparecencia del presidente de la Fed ante el Congreso.
USD
En una semana con pocos datos los fuertes movimientos en el mercado de bonos del Tesoro han sido los protagonistas. La recuperación de los rendimientos a mediados de semana hace pensar que los movimientos tienen más que ver con un ajuste de posiciones y cobertura de riesgos que con un replanteamiento de las perspectivas macroeconómicas.
Las miradas están ahora puestas en los datos del IPC que se publicarán mañana martes. Los economistas no esperan que las presiones inflacionistas, que han dado lugar a los niveles de inflación más elevados de las últimas décadas, disminuyan de forma notable.
Vemos una creciente discordancia entre la realidad de la inflación y los bajísimos tipos de interés disponibles en la deuda pública de todos los países desarrollados.
GBP
El crecimiento del PIB de Reino Unido en mayo fue un poco débil, pero como es un dato un tanto atrasado no tuvo mayor repercusión en los mercados. Más relevante fue la decisión de levantar las restricciones el 19 de julio, lo que supone un buen presagio para la libra para los próximos meses.
Esta semana estaremos muy pendientes de los datos del IPC, que saldrán el miércoles. Una sorpresa al alza podría poner de manifiesto la posibilidad de un endurecimiento de la política monetaria antes de lo previsto, lo que sería positivo para la libra.