A través del programa Brecha Digital, una iniciativa de economía circular y transformación del conocimiento digital que tiene como principal objetivo acercar la tecnología a las personas con discapacidad, proporcionándoles los equipos informáticos y formación para mejorar sus competencias digitales y empleabilidad. id:83199
La Fundación Randstad ha llevado a cabo el proyecto Brecha Digital que tiene como objetivo acercar la tecnología a las personas con discapacidad. La iniciativa, que se ha llevado a cabo en Madrid, Barcelona y Valencia, ha permitido que 143 personas -47% mujeres- reciban equipos informáticos y 34 horas de formación que les ayudará a mejorar sus conocimientos digitales.
En este proyecto todos los stakeholders del ecosistema social de la Fundación han participado. 17 empresas han colaborado a través de la dotación de recursos (materiales, económicos y humanos), 15 entidades sociales, coordinando a las personas beneficiarias de este proyecto; y 85 voluntarios de las empresas que participan, impartiendo los talleres de capacitación tecnología y mejora de la empleabilidad.
Desde el ámbito empresarial se han unido a este proyecto compañías tan destacadas como Vodafone, Microsoft, Fundación Accenture, Fundación Prosegur, Capgemini, Nationale Nederlanden, Fundación CEOE, Sopra Steria, Sage, RSI Caja Rural, CGI, el Colegio de Registradores de Madrid, Nestlé, FI Group, Colt, Santalucía y Randstad.
Para Silvia Galán, directora de Proyectos Zona Centro de Fundación Randstad, “Con este proyecto ayudamos a nuestros usuarios a conseguir las competencias adecuadas que les aporten una ventaja competitiva a la hora de buscar trabajo. Y, además, gracias a la donación de las empresas, hemos podido entregar 143 ordenadores reacondicionados a los usuarios para que puedan avanzar en su digitalización y mejorar sus oportunidades tanto sociales como laborales”.
La formación, pieza clave para conseguir la integración laboral
El proyecto de Brecha Digital -que comenzó en 2021- consta de tres fases fundamentales. Primero, las empresas donan recursos: ordenadores, tarjetas de datos y software. Estos recursos son reacondicionados para darles una segunda vida (economía circular) y Fundación Randstad hace entrega de este material informático a las personas con discapacidad y en riesgo de exclusión social que lo necesitan.
Finalmente, se realiza la fase de formación con un programa de 34 horas divididas en dos partes. Una primera, donde se imparte a los usuarios de la Fundación conocimientos y competencias digitales; y otra segunda, con talleres para mejorar su empleabilidad, apoyados por voluntarios Randstad, para mejorar sus oportunidades en la búsqueda de empleo.
En esta última etapa del proyecto el tejido empresarial vuelve a tener un papel relevante, ya que son los voluntarios de las empresas los que se encargan de enseñar a las personas con discapacidad, aportando sus conocimientos a mejorar sus competencias digitales.