Los países emergentes son los más maduros en digitalización, con India, Brasil y Tailandia encabezando el ranking mundial. En contraste, los mercados desarrollados se están quedando atrás. Las empresas españolas se sitúan por encima de la media alcanzada en la zona EMEA (Europa, Oriente Medio y África). id:80513
OBS Business School publica el informe La transformación digital de la mano del cloud computing y DevOps, dirigido por Jordi Freixas, investigador de la escuela. En él se diferencia entre “digitalización” y “transformación digital”, porque mientras que la primera consiste en elpaso de la información de un formato físico a otro digital, la segunda involucra a todas las áreas de una organización: a su cultura, a sus procesos y productos y a sus diferentes activos, alcanzando también a los clientes y a los competidores.
La transformación digital permite que las empresas compitan mejoren un entorno económico que cambia constantemente a medida que la tecnología evoluciona. El informe afirma que, tras meses de sobreesfuerzo de las empresas para adaptarse a un entorno digital por imposición de la pandemia, este año la atención se desplazará de la supervivencia a la recuperación, y muchas volverán a examinar y evaluar su estrategia a largo plazo, especialmente en lo que respecta a los cambios y procesos digitales.
Según el informe “Digital Transformation Index” de Dell, que recoge las opiniones de 4.600 directivos de empresas de más de 40 países, solo un 5% de las organizaciones se sitúa como “líder digital”. Un dato preocupante es que la mayoría de los encuestados cree que puede tener problemas en un futuro por no haber abordado estas transformaciones, y un tercio directamente asume que puede quedarse atrás en un plazo de 5 años. Entre las razones que frenan su modernización, aluden a la falta de habilidades de los empleados, la escasez presupuestaria y otras cuestiones que tienen que ver con la ciberseguridad y la privacidad de los datos. Este informe también revela que los países emergentes son los más maduros en digitalización, con India, Brasil y Tailandia encabezando el ranking mundial. En contraste, los mercados desarrollados se están quedando atrás: Japón, Dinamarca y Francia muestran los niveles de madurez digital más bajos. Las empresas españolas se sitúan por encima de la media alcanzada en la zona EMEA (Europa, Oriente Medio y África), justo detrás de Italia y Portugal, pero superando ampliamente a Francia y Dinamarca.
El informe de OBS indica que las tecnologías en las que las empresas europeas se plantean invertir en los próximos tres años tienen que ver con la ciberseguridad, la infraestructura 5G, las soluciones de gestión de datos, la privacidad, y los entornos de cloud híbrida.
La tecnología desempeña un papel vital para mantener las economías a flote y, entre otras cosas, ofrece muchas oportunidades nuevas para el mercado laboral: en 2020 fueron más de 500.000 los puestos vacantes para expertos en ciberseguridad y datos que quedaron sin cubrir en Europa. “En consonancia con los valores europeos, el itinerario hacia la década digital debe reforzar el liderazgo digital y promover políticas sostenibles y centradas en el ser humano capaces de empoderar tanto a las empresas como a los ciudadanos”, afirma Jordi Freixas, investigador de OBS Business School.
El informe destaca la mejora de la posición de España en cuanto a los servicios públicos digitales. Todos los indicadores se mantienen significativamente por encima de la media, con un aumento de la puntuación desde los 80,9 puntos obtenidos en 2019 hasta los 87 puntos de 2020, superando a Finlandia y a los Países Bajos y a dos puntos del primer puesto (Estonia). España ocupa el puesto número 10 en el ranking de los Estados miembros de la UE. Sin embargo, nuestro país está por debajo de la media en cuanto a la utilización de esos servicios públicos digitales por parte de la ciudadanía.
En general, el uso de los servicios digitales vía Internet en España ha aumentado durante el pasado año y se han alcanzado unos resultados superiores a la media de la UE, especialmente para hacer cursos en línea y la reproducción de música, vídeos y juegos. En cuanto a otras áreas, el 60% de los usuarios de Internet españoles utilizan la banca digital (frente a una media de la UE del 66 %), el 64% hace compras online (frente a una media de la UE del 71 %) y el 15% vende en línea (por debajo de la media del 23 % de la UE). “Estos resultados pueden indicar un menor nivel de confianza en Internet, lo que podría estar impidiendo a los usuarios aprovechar plenamente los beneficios de los servicios digitales”, afirma Jordi Freixas.
Por su parte, las empresas españolas aprovechan las oportunidades que ofrecen las tecnologías digitales en línea con la media de la UE: el 43% cuenta con un sistema electrónico de intercambio de información (frente a la media de la UE del 34%), el 11% accede a análisis de macro datos (frente al 12%), el 16% utiliza la nube (un 18% en la UE) y casi un tercio tiene al menos dos cuentas en redes sociales para promocionar sus productos y servicios. Además, el 19% de las pymes vende en línea (ligeramente por encima de la media de la UE del 18 %) y el 7% realiza ventas transfronterizas a otros países de la UE. El 9% del volumen de negocio de las empresas españolas procede de las ventas en línea.
Freixas indica: “España puede beneficiarse enormemente de la transformación digital si todas las pymes y microempresas perciben las ventajas que dicha transformación aporta para sus actividades empresariales. Las medidas para incluir la digitalización y adoptar la IA junto con otras tecnologías emergentes pueden potenciar la capacidad de innovación de la economía española, impulsada por las pymes”.
Un equipo técnico bien preparado
El informe indica que una transformación digital requiere de un equipo técnico bien preparado, con conocimientos sobre cloud computing y DevOps, ya que implica realizar cambios en flujos o procesos que afectan a todas las áreas de una organización.
El término “DevOps” es una combinación de las palabras inglesas development (desarrollo) y operations (operaciones) y designa la unión de personas, procesos y tecnología para ofrecer valor a los clientes de forma constante gracias a los métodos de entrega e integración continua. Además, DevOps permite que los roles que antes estaban aislados (desarrollo, operaciones de TI, ingeniería de la calidad y seguridad) se coordinen durante todas las fases de un proyecto y colaboren para ofrecer productos y servicios mejores y más confiables.
El cloud computing ayuda a las pequeñas empresas y a las startup a reducir el tiempo que tardan en lanzar un producto o servicio al mercado, al poder contratar la capacidad informática o el software que necesiten de forma automática. Los proveedores de dichos servicios aseguran que pueden conseguirse importantes reducciones de costes debido a que no es necesario adquirir o mantener infraestructura tecnológica; de esta manera se evita la inversión de capital inicial y los costes globales de operación. En la actualidad, dada la transformación y el abaratamiento de los costes de las redes de comunicaciones, el cloud computing permite aprovechar las sinergias generadas por las economías de escala en el ámbito de la tecnología y centrar la atención en la generación de valor para el negocio.
Junto a la continuidad que aporta DevOps, las operaciones en la nube se han convertido en una combinación clave e indispensable en el apoyo y la consecución de los objetivos de negocio a corto, medio y largo plazo.
Desde 2018 ha habido un aumento en la UE del uso del cloud computing; en España fue de cuatro puntos, pasando del 22% al 26% en 2020. Sin embargo, uno de los principales problemas actuales es la carencia de profesionales especializados porque, como indica el informe de OBS, el personal TI de las empresas parece no adaptarse a la nueva realidad.