El sector reclama la ayuda de las instituciones públicas para consolidar en España y Europa esta industria de futuro, evitando situaciones de desabastecimiento de mercados como Asia o EEUU. id:81970
La necesidad de recibir un fuerte estímulo de los Fondos Europeos para la consolidación y despegue del sector, o las cada vez mayores aplicaciones en ámbitos como la salud, la energía, la automoción, la agricultura
o incluso en defensa, una cuestión que por desgracia es de actualidad por la invasión rusa de Ucrania y las consecuencias que puede tener sobre el orden mundial. La quinta edición de la ‘Photonic Integration Week’, el
principal evento nacional sobre fotónica integrada, ha debatido durante estos días en la Universitat Politècnica de València sobre los principales desafíos de un sector que busca consolidarse en España y en Europa para ganar cuota de mercado frente al amplio dominio asiático (ronda el 80%) y parcialmente estadounidense.
Instituciones públicas, centros de investigación, inversores, fabricantes… todos los actores de la cadena de valor han debatido sobre el presente y futuro de esta industria que, principalmente, se centra en el desarrollo de microchips ópticos presentes en las pulseras de actividad que monitorizan nuestro ritmo cardiaco o evalúan la calidad de nuestro sueño, en servidores de almacenamiento de datos, o incluso en los vehículos de conducción autónoma que veremos muy pronto en nuestras carreteras.
Jordi Llinares, Subdirector General de Digitalización de la Industria y Entornos Colaborativos del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, ha analizado el papel de España en el marco de la ‘Chips Act’, la directiva europea que quiere posicionar a Europa como potencia en la producción de semiconductores para poner fin a la dependencia que tienen los países de la Unión Europea de otros territorios como Asia y Estados Unidos. “Uno de nuestros objetivos en los que estamos trabajando es que nosotros, como Estado, podamos tomar decisiones ante situaciones de crisis como, por ejemplo, el desabastecimiento de semiconductores que está existiendo desde hace unos meses”, ha señalado. “En este sentido, el reparto y ejecución de los Fondos Europeos supone todo un reto para nosotros y necesitamos empresas altamente tecnológicas que puedan canalizarlos para llevarlos adelante”, ha asegurado Llinares.
El director general de Coordinación de la Acción del Gobierno de la Generalitat Valenciana, Juan Ángel Poyatos, ha destacado la importancia que tienen las comunidades autónomas para, precisamente, canalizar los Fondos Europeos en sectores y actividades que sirvan para, por un lado, paliar los efectos negativos de la Covid-19 en la economía y, por otro lado, transformar la economía del país dirigiéndola a sectores y actividades estratégicas de cara al futuro, como es la fotónica integrada: “No sé si se volverá a repetir un momento financiero como este, con una inyección de 140.000 millones de inversión en ámbitos entre los que destacan la transición verde o la digitalización”, ha citado Poyatos, que ha añadido que el periodo que comprende los años 2022 y 2023 va a ser clave para “conseguir las transformaciones que persigue el plan de recuperación europeo”.
Por su parte, David Lázaro, Area Director de Indra, ha expuesto los progresos de esta multinacional española, que lidera el desarrollo de un nuevo avión de combate europeo que contará con láseres de alta potencia y bajo ruido, radiofrecuencias, láseres pulsados, comunicaciones indetectables que no se puedan interceptar… en definitiva, algunos ejemplos de fotónica integrada que son de importancia vital para el sector de la defensa.
Los coches de conducción autónoma, cada vez más cerca
Otro de los principales ámbitos en los que la fotónica integrada está ganando protagonismo durante los últimos años es el de la automoción, concretamente con el impulso de los vehículos de conducción autónoma. Ana Rodríguez, de la empresa española Beamagine -que desarrolla tecnología LIDAR para este tipo de vehículos-, ha afirmado que “los vehículos de conducción autónoma cada vez están más cerca pero todavía falta un poco para que sean una realidad”. Rodríguez ha puesto como ejemplo que en San Francisco (EEUU) ya operan algunos taxis nocturnos de conducción autónoma y, poco a poco, llegarán a las carreteras de todo el mundo.
“La conducción autónoma aportará grandes beneficios a la sociedad, como la mayor seguridad en la carretera reduciendo el 90% de los siniestros, menores atascos y por tanto menos emisiones y residuos en la atmósfera, garantizar la movilidad para todos, nuevos modelos de uso y propiedad de los vehículos, nuevas maneras de viajar invirtiendo este tiempo en dormir, trabajar, ocio…”, ha detallado la ingeniera óptica de Beamagine.
Otra de las principales utilidades de estos microchips ópticos se encuentra en el sector de la salud, siendo clave para el diagnóstico en atención primaria. Laura Lechuga, investigadora líder del grupo de Nanobiosensores y Aplicaciones Bioanalíticas del Instituto Catalán de Nanociencia y Nanotecnología en Barcelona, ha asegurado que “gracias a las nuevas tecnologías que incluyen circuitos fotónicos se pueden detectar algunos tipos de cánceres, tuberculosis y muchos tipos de infecciones”.
Tras un año de ausencia debido a la pandemia, la quinta edición de la ‘Photonic Integration Week’, patrocinada por VLC Photonics, Secpho y iPronics, ha reunido a cerca de un centenar de asistentes de manera presencial que han asistido a quince conferencias sobre el estado actual de la fotónica integrada a nivel nacional e internacional.