Entrevista a Ignacio Collado, director general de Imagine Events

¿Cómo empezó en el mundo del turismo?

Comencé en 1991 como guía turístico para ganarme un dinero mientras estudiaba en la Facultad haciendo excursiones de día, luego viajando un poco y en 1992 entré en Viajes Barceló, en el departamento de grupos. Siempre he estado dedicado al tema de grupos, convenciones, incentivos en todas sus facetas pero, sobre todo, enfocado a la labor comercial.

Y decidió independizarse

Siempre he sido una persona decidida, incluso trabajando por cuenta ajena, siempre he buscado mejorar y cambiar, con una inquietud muy emprendedora.

Muchas veces me he preguntado si he sido empresario por necesidad, ya que trabajaba en Viajes Marsans cuando quebró en 2010, o porque he querido. Yo había creado el departamento de eventos de Viajes Crisol, que estaba dentro de la estructura de Viajes Marsans. Al quebrar Marsans recibí muchas ofertas de empleo, pero tenía muchas operaciones pendientes en ese momento y no quería dejar a ningún cliente solo y colgado. En realidad, creo que tuve una oportunidad, le eché un poco de valor, decidí terminar esas operaciones para ver cómo salían y hasta hoy. Hubiera podido colocar esas operaciones en otras empresas pero yo estaba muy comprometido con todo lo que hacíamos, igual que nos comprometemos con lo que hacemos hoy. Al final, es importante el compromiso que tienes con la gente que confía en ti o en tu organización, eso es lo principal.

En aquel momento tenía todas las dudas, teníamos muchas operaciones pendientes, hablé con todos y cada uno de los clientes, les propuse soluciones, les dije que si querían, yo iba a emprender este camino, que si querían yo podía hacerme cargo de sus operaciones. Les estoy muy agradecido a todos porque siguieron confiando en mí. Creo que no defraudé a nadie. Todo salió tal cual estaba previsto y me di cuenta de que la idea funcionaba. Fue una oportunidad y una apuesta muy personal. Realmente ha sido duro pero para mí ha sido muy importante poder hacerlo.

¿Que está haciendo en su empresa que no podía hacer antes?

Me siento más creativo, tengo libertad para poder crear. A mí lo que más me gusta es emprender nuevos retos. Imagine Events me da la libertad de hacer lo que yo quiero, cuando yo quiero, sin tener que estar pendiente de unas premisas marcadas por una dirección general, por los intereses de la propiedad o de la empresa.

En Imagine Events, mi socia y yo estamos enfocados en buscar nuevas cosas y en innovar. Eso es lo que más me gusta, poder hacer lo que quiero centrándome en cumplir con nuestros compromisos con los clientes. Y al final, aunque no seamos una empresa grande también queremos aportar al sector toda nuestra experiencia.

Son muchos años en esto y tengo las mismas ganas que tenía cuando iba a visitar colegios para vender viajes de fin de curso. He creado durante las distintas etapas de mi vida profesional, he tenido la suerte de que mucha gente ha confiado en mí para realizar nuevos proyectos. Esta empresa me permite tener libertad de crear, libertad para empezar con un producto o modificar uno existente sin tener que elevar un memorándum a nadie.

En las empresas en las que he trabajado lo he hecho como si fuesen mías. Esa implicación personal siempre la he tenido y siempre la tendré, esté donde esté haciendo lo que haga. Eso es lo que marca la diferencia con otros colegas. Afortunadamente, en España el nivel de profesionalidad es muy alto. Me gusta compartir experiencias y vivencias con colegas de profesión que, muchas veces, se asombran de lo que cuento. Pero lo hago porque los veo como colegas, no como competidores. Y muchas veces aprendes muchísimo con lo que hacen los demás. Hay un mercado muy amplio y creo que tenemos mucho que decir y mucho que aportar.

¿Cuál son los puntos fuertes de Imagine Events?

Nuestra principal diferencia es la experiencia y el conocimiento que tenemos de todo el producto, es una experiencia real. Nosotros viajamos siempre con todos los clientes, nosotros nos adaptamos perfectamente a cualquier departamento de eventos de cualquier empresa porque realmente nos sentimos partner, sentimos y empatizamos con el usuario final y con el participante, tanto de un viaje como de un evento. Nos ponemos en esa piel y en esos ojos. Somos muy camaleónicos con eso y buscamos las soluciones reales. Somos de confianza, nuestros clientes trabajan con nosotros porque damos confianza.

Creo que ese es nuestro principal valor. Somos gente profesional. Nosotros estamos trabajando y hemos trabajado en más de 80 países, los hemos pateado, hemos viajado con grupos, hemos viajado con misiones comerciales y con grupos de incentivo adaptándonos exactamente a lo que quiere el cliente y asegurándonos de que lo recibe.

Otro punto fundamental es la comunicación. Esa comunicación, ese explicar a la gente, al participante que está ahí, qué es lo que quiere su empresa al organizar el viaje. Nosotros intentamos trasladar, y creo que lo conseguimos, el mensaje que quiere difundir la empresa o que quiere la organización destacar para el participante. Nosotros pensamos en el antes y en el después. Es decir, lo que importa es cómo va a llegar el participante al evento o viaje y con qué mensaje se va a ir. Buscamos mejorar la percepción y queremos que el participante llegue con una percepción y se vaya con otra, se vaya con el mensaje que la empresa realmente quiera que capte.

No se hacen las cosas porque sí. Creo que eso que es muy importante. Cuidamos mucho el retorno de la inversión que hace una empresa en un viaje de incentivo o en un evento. Somos asesores y somos prescriptores. Cuando nos sentamos con una empresa para organizar un viaje o un evento buscamos mucho y le damos mucho sentido a lo que quiere lograr esa empresa.

Hay veces que se plantea un viaje de incentivo pero realmente los objetivos no son adecuados, O se pueden cubrir con otro tipo de acción. Muchas veces la empresa que necesita hacer un viaje lo hace porque sí, porque siempre se ha hecho y nunca se ha planteado hacer otra cosa. A lo mejor, con un evento hecho en Madrid está perfecto. Y a lo mejor la inversión económica debe ser diferente. Se nos ha dado el caso de empresas que querían hacer un viaje de incentivo a Nueva York, al mejor hotel, y que los destinatarios del viaje no querían eso. Es posible, que el mensaje que estás dando al llevar a la gente a todo lujo no proyecte la imagen adecuada. Eso puede que no sea bueno para tu empresa. Quizás interese realizar actividades más experienciales o de cohesión, en las que la gente se pueda conocer y que pueden ser mucho más rentables para la empresa.

Nosotros viajamos siempre con los participantes en el viaje, siempre que sea viable económicamente. Por lo general, siempre alguien de nuestra agencia acompaña a los participantes. La ventaja de esta forma de trabajar es que nosotros lo controlamos todo. Hay otros competidores nuestros que comercializan un producto y se lo pasan a una operativa, esa operativa se lo traslada a un proveedor y, luego, viaja con ellos un freelance. Con lo cual desde lo que ha dicho el cliente al comercial hasta lo que sabe el freelance que va con el grupo cambia mucho la información. Y muchas veces quien está operando ese grupo no tiene el conocimiento de cuáles son los objetivos del viaje, de qué quiere lograr la empresa.

Nos han pasado miles de anécdotas en los aeropuertos, en los hoteles, con guías locales, con restaurantes, con gente de la calle. Ese conocimiento y esa experiencia acumulada es uno de nuestros valores diferenciales.

¿Con cuánto tiempo tiene que empezar una empresa a organizar un viaje de incentivo?

Para organizar un viaje de incentivo lo primero es tener unos objetivos claros y tener un briefing claro. Es súper importante. Que se sepa lo que se quiere hacer y para qué.

En cuanto al tiempo, depende de lo que sequiera hacer y quién vaya a ser el destinatario. Si es un viaje de incentivo de ventas pues, lógicamente, tiene que adecuarse a la campaña de consecución de objetivos. Si es a nivel interno, también tiene unos objetivos, depende de lo que se quiera conseguir. Al final el viaje de incentivo es una herramienta buenísima de marketing tanto para fuera como para dentro de la empresa. Porque tiene un efecto motivante. Se trata de premiar y de incentivar unas deterninadas actitudes. Lo que importa es premiar unas actividades extraordinarias dentro de lo ordinario. Porque si es ordinario tener un viaje de incentivo, pierde ya su aliciente.

Nosotros recomendamos que se empiece a preparar con seis o siete meses de antelación, eso sería lo ideal para poder viajar previamente, conocer el destino y hacer un buen estudio de qué se puede hacer durante todo el viaje. Eso sería lo perfecto. Lo real, en España, es que los tiempos son mucho menores, lógicamente motivados por la situación económica. Tenemos casos en que en dos meses quieren que montemos algo maravilloso y precioso y, además, por poco dinero. Pues no hay ningún problema, lo buscaremos, lo acomodaremos y lo haremos.

¿En Imagine Events cuál ha sido el viaje de incentivo que le ha quitado el sueño?

A nivel de viaje todos me quitan el sueño y ninguno. Nosotros somos muy detallistas, muy perfeccionistas por lo que no dejamos nada a la improvisación y tenemos siempre un plan A y plan B, en todo lo que hacemos. Por lo demás, tengo anécdotas para escribir un libro. Siempre que nos juntamos colegas de profesión, podríamos escribir enciclopedias enteras divertidas, tristes y curiosas.

¿Cuántas personas componen Imagine Events?

Ahora mismo tenemos una plantilla fija de cuatro personas. Tenemos dos más freelance que nos apoyan en determinados momentos, como es la fase de diseño, por ejemplo. Y a nivel de operación cuando lo necesitamos, contratamos más colaboradores.

Crecimiento futuro

Queremos crecer, llevamos siete años ya y la previsión es de que en tres años tripliquemos el número de operaciones. Nos hemos estabilizado, los años de crisis han sido fuertes y la idea a partir de ahora es crecer. Un crecimiento moderado, siempre y cuando no perdamos nuestra esencia, podamos seguir viajando y sigamos atendiendo a nuestros clientes de forma personalizada como hasta ahora.