Los españoles realizan mensualmente 2,5 compras mensuales por internet.
El brutal ciberataque del
ransomware WannaCry sufrido la semana pasada a nivel mundial, que ha producido alrededor de 200.000 infecciones, vuelve a poner sobre la mesa el debate de la seguridad online. Y también, de forma directa, el de los pagos a través de internet.
Hay que recordar que, para liberar el secuestro de los equipos, los atacantes han exigido el pago en bitcoins (monedas criptográficas). ¿Las razones? Aunque las transacciones con esta moneda virtual son públicas, son difíciles de rastrear y, además, cuentan con un activo digital cercano a los 30.000 millones de dólares en capitalización.
¿Quiere decir esto que el bitcoin es la moneda del cibercrimen? En absoluto. Todo depende del uso que se le dé. Como dice Marc Andreessen, entre otros méritos diseñador del protocolo de seguridad SSL (Secure Sockets Layer), los billetes de 100 dólares se usan más que el bitcoin para pagar el tráfico de drogas y armas en todo el mundo, pero no por eso es culpable del delito.
Seguridad y comodidad
Esta reflexión sobre internet y el dinero nos lleva a repasar los mejores sistemas de pago online. Se trata de algo fundamental para las empresas que venden a través de la web, ya que puede marcar la diferencia entre cerrar (o no) una transacción. ¿Qué espera el cliente de la forma de pago de un producto que adquiere través de la web?
Según el estudio anual de eCommerce 2016 de iab, lo que busca, fundamentalmente, es seguridad y comodidad. Por este orden. Otros datos interesantes que ofrece este informe, centrado en el mercado español, tienen que ver con la frecuencia media de compra online, que se sitúa en casi 2,5 veces al mes y un gasto medio de 75 euros por transacción. En cuanto a la tipología de productos, está encabezada por los objetos físicos (ropa, libros, muebles), seguido de cerca por los servicios (billetes de viajes, estancias, restaurantes) y en un tercer lugar más alejado el contenido digital (software, juegos online, películas…).
Sobre el proceso de compra, el pago con tarjeta, ya sea de crédito o de débito, encabeza el uso de los españoles (85%), seguido del pago a través de PayPal (79%), de las transferencias bancarias (39%) y del pago contra reembolso (28%).
No obstante, si hablamos de preferencias, el primer puesto lo ocupa PayPal, principalmente por la seguridad y comodidad que aporta frente al resto de sistemas, características que hemos identificado como las más deseables por parte de los usuarios.
Adiós a los billetes y las monedas
Por otro lado, cada vez son más los expertos que coinciden en la idea de que, en aproximadamente una década, el dinero físico será una referencia en los libros de texto. El país más adelantado en este sentido es Suecia, donde las monedas y billetes solo se utilizan en un 2% de las transacciones. Pero según la encuesta sobre uso de dinero en efectivo del BCE (Banco Central Europeo) que se publicará próximamente, más del 75% de los pagos en los puntos de venta de la zona euro se realizan en efectivo. Según Eduardo Esparza, Country Manager de Webloyalty, “los negocios, tanto físicos como digitales, tendrán que estar alerta ante esta evolución, para ponérselo fácil a sus clientes”.
Pero volvamos al presente. El pago con tarjeta, que se realiza a través de una pasarela o un TPV (Terminal de Punto de Venta) quizá sigue siendo el más usado porque casi todos los usuarios cuentan con el veterano dinero de plástico para hacer las transacciones. No obstante, la obligación de introducir los datos todavía crea cierta reticencia en algunos compradores.
El uso de PayPal acaba con esa incertidumbre y, desde el punto de vista del vendedor, traslada la responsabilidad de la tenencia de los datos a esta empresa adquirida por eBay en 2002. Obviamente, por un módico precio del 3,4% más 35 céntimos. Otra alternativa, con menores comisiones y una mejor reputación en la atención al cliente, es Stripe. En apenas siete años le ha comido parte del terreno a PayPal. De momento es una amenaza que aterrizó en España hace menos de un año.
Adiós a las transferencias
Nadie sabe cómo será el eCommerce del futuro pero, observando las respuestas de los expertos, todo indica que en los próximos años veremos cambios significativos en los modelos de negocio y en la forma de operar la venta online.
Curiosamente, la transferencia y el pago contra reembolso son cada vez menos utilizados, a pesar de ser los sistemas más seguros. Esparza tiene clara la razón: “suponen un incremento en la factura y, normalmente, ralentizan el proceso de compra y, por consiguiente, la entrega del producto”.
El informe Tendencias y Retos eCommerce 2017 de Webloyalty señala que “la sensación de inseguridad y el miedo al fraude han sido sistemáticamente los factores que más han frenado el desarrollo del comercio electrónico”. La solución a estos problemas apunta, según este estudio, en dos direcciones: las comprobaciones biométricas ligadas a sensores en los dispositivos (para el 44% de los encuestados) y el blockchain y las criptomonedas (entre las que se encuentra el Bitcoin) para casi un 30% de los expertos.
Y es que el blockchain es un registro permanente que se mantiene inmutable. Es una base de datos que solo permite la escritura. Es imposible modificarla o borrarla. Solo se puede añadir información, y tiene que ser en consenso. Falta, eso sí, un mayor conocimiento por parte del usuario.
Mientras tanto, los pagos a través del móvil (Samsung Pay, Apple Pay o las aplicaciones centradas en fintech), buscan su hueco. Amazon Pay destaca entre las plataformas, apuntando a la línea de flotación de PayPal. El gigante del comercio online aprovecha la confianza que ha sabido generar para que, desde cualquier cuenta de cliente, se puedan realizar pagos en las webs adheridas a su plataforma. Según datos aportados por la propia empresa, más de 33 millones de personas de 170 países utilizan ya este medio de pago online.