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Peugeot Traveller Standard HDI 150 CV

Peugeot Traveller Standard HDI 150 CV
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Espacio de sobra para viajar cómodamente y bien acompañado

Por Mariano García Viana
jueves 29 de junio de 2017, 23:47h
Diseñado junto a sus “primos” el Citroën Spacetourer y el Toyota Proace Verso, el Traveller es un derivado de la furgoneta media, pero por su configuración interior y su enorme espacio para albergar hasta 9 personas, como es el caso de la unidad probada, la hace muy aconsejable para dedicarla al transporte de personas o igualmente adecuada para familias supernumerosas.
El frontal es la parte del coche que más se diferencia según el fabricante del modelo. En el caso de Peugeot, adopta la parrilla clásica de la marca en sus últimos modelos y que si se visualiza lateralmente se sitúa completamente vertical y a considerable altura en el corto morro. Precisamente por esa altura del frontal, que si bien le da un aspecto de robustez, puede hacer pensar en que se parece más a un furgón que a un monovolúmen, pero al acceder a su interior esa sensación desaparece por completo, pues se introduce uno en un vehículo, bien terminado y con un nivel de calidad que nos hará pensar lo bien que se debe viajar en un coche como él. Y la realidad es que es así, conducir o simplemente ser uno de los ocupantes del Traveller es una auténtica experiencia más que agradable, pues nos encontraremos en principio con un espacio singular, no hay que agacharse para entrar, las puertas son suficientemente grandes para acceder sin problemas a todas las plazas incluidas las de la tercera fila, que lo harán inclinando y deslizando apenas los asientos de los extremos de la segunda fila. Donde quizás se denote una cierta falta de espacio sea en la primera fila, pues al ser un 9 plazas, el conductor tiene dos acompañantes que, si bien no le estorban para hacer la maniobras o manejar los distintos elementos que le son necesarios para conducir, si le puede producir un cierto agobio sobre todo si el viaje es largo. Pero claro, es un nueve plazas y de algún sitio hay que sacar esta última. Ahora bien, quitando este posible inconveniente para el conductor, los ocupantes en general pueden acomodarse fácilmente pues la altura no es excesiva y los asientos les recogen con eficacia y comodidad.

Una vez instalado el conductor al volante, lo que no plantea problemas pues hay numerosos ajustes y el volante también se puede acondicionar a sus necesidades, lo primero que nos llama la atención es la gran visibilidad que se ofrece ante nosotros. De frente el gran parabrisas y la posición más alta que la de un coche “normal” e incluso que un monovolumen al uso, nos permite divisar todo sin problemas, lateralmente también las grandes ventanillas nos facilitan visualizar cualquier “cosa que se mueva” y hacia atrás, los generosos retrovisores, doble el interior, la gran luneta posterior y la cámara trasera a la hora de aparcar nos facilita un útil ayuda. El único inconveniente sería que el volante está ligeramente inclinado hacia delante, que si bien resulta cómodo en viajes por carreteras despejadas o autopistas, en las que no se necesitan muchas maniobras, cuando se hace por trazados con muchas curvas y por lo tanto se necesita utilizar el volante rápidamente y con precisión, obliga a echar el cuerpo hacia delante para manejarle mejor.

El salpicadero es igualmente amplio y claro a la hora de interpretar la información que facilita el cuadro y la pantalla multifunción de siete pulgadas que preside la parte central. El mencionado cuadro es el más o menos habitual, con dos grandes relojes para cuentavueltas y velocímetro y entre ellos una pantalla que refleja los datos del ordenador, la velocidad u otros datos útiles y sobre ellos los más pequeños indicadores de nivel de combustible y temperatura. Todos los plásticos de recubrimiento que hay en el salpicadero y en los paneles de las puertas son de tacto duro, pero su aspecto y el ajuste de las piezas es correcto. Es suelo del habitáculo en esta versión denominada Business es de plástico. Los huecos de las puertas son muy grandes y la doble guantera que hay enfrente del pasajero situado más a la derecha es también espaciosa. Las puertas traseras laterales son deslizantes y tienen apertura manual en esta versión, mientras que el gran portón trasero da acceso a un maletero que puede llegar a ser cavernoso. Con las tres filas de asientos montadas, su capacidad es de 603 litros, mientras que si desmontamos la tercera fila se sube a los 1.000 de capacidad y si ya solo utilizamos la primera fila, disponemos detrás de una auténtica furgoneta con 2.700 litros de capacidad de carga. En el techo, encima de los asientos traseros, hay una consola desde la que se pueden controlar la ventilación y la iluminación de la zona posterior del vehículo. Los pasajeros de las plazas posteriores también tienen a su disposición bandejas que se despliegan desde el asiento que llevan delante, tomas de corriente de 12 voltios. Existen además, numerosos huecos portaobjetos repartidos por el habitáculo que, en conjunto, tienen 74 litros de capacidad.

El chasis del Traveller es el modular EMP2, que en distintas longitudes utilizan los 308 berlina y SW e incluso el Grand Picasso de Citroën, con lo cual su estabilidad está más que asegurada dado el comportamiento de excelente de aquello. El ser más alto que los mencionados no condiciona la estabilidad del coche y a pesar de su gran volumen se puede conducir con gran facilidad y seguridad e incluso en ciudad, pues su diámetro de giro de apenas 11 metros, le permiten maniobrar como si se tratara de un coche más pequeño. El motor que monta esta versión del Traveller es el BlueHDI de dos litros, con inyección directa, commorail, turbo, etc., que tiene un rendimiento de 150 CV a 4.000 r.p.m. y que proporciona un par de 370 Nm a 2.000 vueltas, lo que da idea del excelente comportamiento de la mecánica como así es. Ya puede estar cargado con las 9 plazas, que el motor empuja con un brío reconfortante y con un silencio interior bastante notable, pues aunque la velocidad de crucero sea elevada, los ocupantes apenas si se darán cuenta. Ya que se menciona la velocidad, digamos que la máxima se sitúa en los 170 km/h, que no está nada mal teniendo en cuenta la envergadura y el peso del vehículo (1.705 kg en vacío). Por su parte, la aceleración de 0 a 100 kms. se queda en los 11 segundos, lo que también es notable. En cuanto al consumo si se puede decir que es más que notable, o sea sobresaliente, pues en una circulación mixta apenas pasa de los 5 litros. a los 100 kms.. Para los más ecologistas señalemos que el nivel de CO2 es de 139 grs. al kilómetro. Acompañando a este eficaz motor, esta versión monta una caja manual de 6 velocidades, que se maneja de forma cómoda, al quedar la palanca muy cerca del conductor por un lado y al ser bastante suave y precisa por otro. En cuanto a los frenos digamos que nos han parecido eficaces y no han demostrado fatiga en ningún momento aunque se hayan utilizado con profusión.

En resumidas cuentas un acertado diseño en general, un habitáculo capaz para 9 personas y su equipaje, siempre que no sea excesivamente voluminoso, pues aunque hay otra medida de carrocería algo más larga (Y otra más corta), esta intermedia o Standard, es suficiente para ofrecer un nivel de confort más que suficiente.

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