Las operaciones fraudulentas con las tarjetas bancarias superaron el medio millón (687.000) solo en 2015, lo que supuso 52 millones de euros utilizados ilegalmente.
Los fraudes en las compras online con tarjetas de crédito son los más comunes de acuerdo con la
Memoria Anual sobre Vigilancia de los Sistemas de Pago del Banco de España. Aunque
estos números solo suponen una tasa de fraude del 0,018% si lo comparamos con el total de operaciones realizadas con tarjetas o del 0,022% si lo comparamos con los importes totales, siguen siendo cifras importantes. Por ello el comparador financiero HelpMyCash.com nos explica las claves para evitar un mal trago este verano.
¿Cuáles son los fraudes más comunes que afectan a las tarjetas?
Del total de las operaciones fraudulentas con tarjetas, más de la mitad (55%) se produjeron de forma remota, es decir, a través de operaciones de compra por Internet, telefónicas o por correo electrónico, con el 41% del importe. Los fraudes en datáfonos supusieron el 41% (29% del importe) y en cajeros el 4% (10% del importe), según el mismo informe del Banco de España.
La memoria anual también analiza la procedencia de estas operaciones fraudulentas y concluye que la mayoría se realizan en el extranjero con tarjetas emitidas en nuestro país, donde el fraude más común es la disposición de efectivo en cajeros; seguidas por operaciones en España con tarjetas extranjeras y, finalmente, por tarjetas emitidas en España en nuestro país.
Consejos para prevenir el uso fraudulento de las tarjetas
Por ley, las entidades deben incluir un seguro antirrobo y anti uso fraudulento en todas las tarjetas bancarias. No obstante, este seguro comenzará a cubrir a partir de los primeros 150 euros, por lo que en caso de que nuestro plástico esté afectado, perderíamos dinero. Por esto y para evitar una desagradable sorpresa, es importante tener en cuenta algunos factores que nos ayudarán a prevenir este mal uso si viajamos al extranjero.
Si vamos a utilizar cajeros automáticos, ya sea en España o en otro país, antes de introducir nuestra tarjeta debemos buscar señales de que no haya sido manipulado como arañazos o cinta adhesiva. Mover un poco el teclado, el lector de la tarjeta o la ranura por la que sale el dinero podría destapar una pieza falsa. Además, a la hora de introducir el código PIN, es imprescindible tapar con la mano el teclado para que no se pueda ver en caso de que haya una cámara escondida. Lo más aconsejable es utilizar cajeros automáticos en calles céntricas que incluyan cámaras de seguridad.
En el caso de compras en establecimientos físicos con datáfonos, si estas máquinas han sido reemplazadas por copias fraudulentas, es más complicado distinguirlas. Un pequeño truco es que los TPV legítimos permiten introducir la tarjeta hasta más o menos la mitad. Si vemos que esta medida no se cumple, debemos sospechar. También es importante mirar en la copia que el nombre del comercio y el importe coinciden. Si no es así, debemos cambiar nuestro número PIN de inmediato y, si podemos, cancelarla y transferir nuestros fondos a otra tarjeta como medida extra de seguridad. Si sospechamos que el TPV puede estar trucado, podemos introducir un código PIN erróneo. Si la compra es aceptada igualmente, significa que en efecto es un datáfono falso y debemos llamar a la policía.
Finalmente, como hábito de prevención, es aconsejable cambiar el número PIN de las tarjetas utilizadas al volver de las vacaciones y revisar regularmente todas las operaciones de la cuenta.