Los préstamos personales rápidos, una buena opción para resolver imprevistos

Normalmente todo el mundo se ciñe a un presupuesto para afrontar los gastos del día a día. En estos tiempos de ajuste económico es muy importante planificar bien los gastos en función de los ingresos. Pero, a pesar de todo, nadie está libre de sufrir un pequeño inconveniente, una avería en casa que no cubre el seguro o un viaje imprescindible y urgente, por ejemplo. Los préstamos personales rápidos, como los que facilita Freezl, son la alternativa a la tediosa y lenta tramitación de un préstamo bancario, sobre todo cuando estamos hablando de importes pequeños, que podremos devolver en un plazo corto de tiempo. Este tipo de préstamos, que se tramitan casi de forma instantánea a través de Internet, suprimen todo el papeleo y evitan perder días hasta que sepamos si nos conceden o no el crédito.

Estos préstamos pueden ser de hasta 1.000 €, solo hasta 300 la primera vez, a devolver en un plazo máximo de 35 días, tiempo más que suficiente para haber cobrado la próxima nómina y poder hacer frente al pago. Durante el proceso de solicitud, el cliente introduce sus datos personales -nombre, DNI, perfil de Facebook o Linkedin, cuenta corriente donde quiere recibir el dinero-, fija la cantidad y el plazo del préstamo, la forma de devolución elegida -transferencia o cargo en una tarjeta de crédito o débito-, es informado del coste de la operación y recibe una respuesta, positiva o negativa, a su petición. Si el préstamo es concedido, el sistema ordena la transferencia a favor del cliente inmediatamente.

Otra ventaja de estos préstamos personales rápidos es la flexibilidad. El importe y la duración del préstamo lo elige el cliente y sin tener que dar explicaciones sobre para qué lo quiere, como sí sucede cuando se acude a la financiación a través de una entidad bancaria tradicional, que hay que contestar una larga lista de preguntas. Y si por cualquier causa se necesita ampliar la duración del préstamo, también se puede conseguir, pagando, lógicamente, los intereses ya devengados.

Este método de financiación se basa en la confianza. Los costes son transparentes, las transacciones seguras y la confidencialidad de los datos está garantizada. No se necesitan avales y pueden ser concedidos a personas que están incluidas en algún registro de morosos. Y el cliente ha de ser muy cuidadoso con el cumplimiento de sus pagos. Así cada vez irá mejorando su historial como prestatario y podrá optar a financiaciones de mayor importe, lo que puede ser muy útil.

Hablábamos al principio de imprevistos, pero estos no siempre tienen el carácter de circunstancias negativas. Podemos encontrarnos ante la posibilidad de conseguir una ganga y dejarla pasar por falta de efectivo. Un buen historial crediticio nos ayudará a conseguirla si podemos disponer de un préstamo mayor, ya que hemos atendido puntualmente nuestros compromisos anteriores.