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Informe semanal Solunion - Riesgos de Exportación

Informe semanal Solunion - Riesgos de Exportación

miércoles 11 de octubre de 2017, 14:21h
Tras una década perdida, 2017 es probablemente el primer año de un nuevo ciclo de crecimiento para Francia.
Francia: año cero

Tras una década perdida, 2017 es probablemente el primer año de un nuevo ciclo de crecimiento para Francia. Los legados de la crisis son generalizados: la renta nacional y la inversión corporativa tan solo fueron marginalmente superiores en 2016 que en 2007 (en términos de volúmenes comparables). Sin embargo, actualmente el crecimiento se está acelerando y ampliando, acorde con las inversiones de las economías domésticas (+4,4% en 2017) y las empresas (+3,6%). Euler Hermes espera que el crecimiento del PIB alcance el +1,7% en 2017 (desde el +1,1% registrado en 2016). La buena noticia más reciente es que el gobierno registrará un déficit fiscal inferior al umbral de Maastricht del -3% del PIB (por primera vez desde 2007). ¿Y qué hay de las políticas destinadas a impulsar el crecimiento? La prioridad será dejar más dinero en las bóvedas de efectivo del sector privado, pero con secuenciación.

Los hogares serán los primeros en vislumbrar una mejora en 2018 a la par con la disminución de su contribución a los impuestos sociales (transferidos a la CSG, que tiene una base imponible más amplia) y algunos verán una reducción del impuesto sobre la vivienda. Esto debería ayudar a hacer frente a la paradoja de que en estos momentos el consumo privado está creciendo un mero +1% interanual (12 meses acumulados en agosto), pese al mantenimiento de la confianza del consumidor en un nivel elevado (103 en agosto) no visto desde hacía diez años. El motivo es sencillo: dado que a los hogares ya no les preocupa el desempleo y ven cierta oportunidad de realizar compras importantes, su prioridad se centra en la inversión y los bienes duraderos. Pero a corto plazo disponen de menos dinero para gastar en el consumo diario. El estímulo fiscal decidido para 2018 debería fomentar el crecimiento del gasto del consumidor en un +2,2% en 2018 (después de un pronóstico del +1,4% en 2017).

El sector empresarial es también una prioridad esencial para el nuevo gobierno, pero la implementación de la revisión completa del CICE y su sustitución por un recorte permanente de los impuestos sociales corporativos en -6 pp se ha postergado hasta 2019. En nuestra opinión, era necesario para cumplir con el objetivo fiscal de 2018. Sin embargo, también significa que las empresas tendrán que esperar para recuperar sus márgenes anteriores a la crisis (del 31,6% en el 2T de 2017 frente a una media del 32,5% antes de la crisis).

EE. UU.: el consumo sufre un traspiés y la fabricación va viento en popa

El consumidor estadounidense está rezagado, pero la fabricación muestra solidez. El gasto en consumo personal real cayó un -0,1% intermensual en agosto. A este ritmo, en el 3T puede oscilar entre el +1,8% y el +2,0% intertrimestral anualizado, muy lejos del ritmo del +3,3% marcado en el 2T. El gasto en consumo personal real atraviesa dificultades a causa de la debilidad de la renta personal disponible, con una caída del -0,1% intermensual que sitúa la tasa interanual en un exiguo +1,2%. Los consumidores vienen gastando de sus ahorros, llevando la tasa de ahorro hasta un mero 3,6%. El mismo informe también mostró una inflación débil, con un crecimiento salarial plano, y el indicador de inflación preferido por la Fed, el PCE core, se redujo del 1,4% interanual al 1,3%, registrando un mínimo en 22 meses.

La vertiente manufacturera de la economía es sólida puesto que el índice de fabricación ISM ganó 2 puntos hasta 60,8, un récord en más de 13 años, propiciado en parte por las nuevas entradas de pedidos que ganaron 4,3 puntos, cifrándose en 64,6. Los efectos del huracán hicieron acto de presencia con un avance de 7,3 puntos en las entregas de proveedores, hasta 64,4, y una aceleración de los precios de 9,5 puntos, hasta 71,5. Los pedidos básicos de bienes duraderos subieron por séptima vez en ocho meses, situándose en una tasa del +3,6% interanual.

Eurozona: la inflación vuelve a la normalidad aunque está por debajo del objetivo

Según una estimación instantánea, la inflación de la Eurozona permaneció atascada en un 1,5% interanual en septiembre. Con un 1,3% interanual, la inflación subyacente (excluyendo la energía y los alimentos no procesados) también se mantuvo inalterada en comparación con el mes de agosto Estamos pronosticando cifras similares para los próximos meses. Actualmente resulta sorprendente que la inflación de los servicios, del 1,5%, sea notablemente superior a la de los bienes industriales excluyendo la energía, del 0,5%. Desde nuestro punto de vista, esto demuestra que en la economía global las fuerzas de amortiguación de precios siguen funcionando. Por el contrario, en el sector servicios, que está influenciado en mayor medida por factores económicos internos, la tendencia de los precios está volviendo a la normalidad. El crecimiento salarial también muestra signos de reacción y los últimos resultados de la encuesta de la Comisión Europea muestran que las expectativas de inflación del consumidor están recuperando el nivel elevado observado a principios de año, aunque la inflación actual es ahora menor que a principios de año. En nuestra opinión, todo esto sugiere un retorno a un contexto de precios positivo en la Eurozona. Aunque el objetivo de inflación del BCE aún no se haya cumplido, el banco central puede estar satisfecho con el panorama, sobre todo porque la economía floreciente apunta fundamentalmente a un nuevo repunte de la inflación.

Países destacados

América

Ecuador: tímida recuperación en un entorno marcado por los riesgos persistentes

El PIB real del 2T aumentó un +3,3% interanual (desde el +2,2% del 1T) y un +1,9% intertrimestral, registrando un tercer trimestre consecutivo de crecimiento positivo. La economía muestra los primeros signos de recuperación después de una contracción del -1,6% en 2016 debido a la caída global de los precios del petróleo y a un terremoto de gran magnitud. El crecimiento estuvo impulsado por la fortaleza del consumo de las economías domésticas (+2,3% intertrimestral), especialmente en los servicios financieros, el transporte y las comunicaciones. El aumento del gasto de los hogares también estuvo vinculado al mayor crecimiento interanual de las importaciones registrado en siete años, con un +13,2% (+3,7% intertrimestral), respaldado por la supresión de las sobretasas de importación (aplicadas para corregir la deteriorada situación de la balanza de pagos) y un acuerdo comercial con la UE (desde 2017). La inversión fija aumentó un +0,1% intertrimestral tras contraerse un -1,8% en el 1T, lo que indica que la recuperación aún no es generalizada. El crecimiento del PIB debería alcanzar el +0,6% en 2017 y el +1,4% en 2018; pero los riesgos se inclinan a la baja debido a unos precios del crudo persistentemente bajos, a una creciente carga de la deuda y a unos frágiles amortiguadores externos.

Europa

Alemania: mercado laboral enérgico

La disminución del desempleo total se aceleró de manera apreciable en septiembre, con un descenso de -23.000 personas respecto al mes anterior en términos desestacionalizados. Durante los cuatro meses anteriores, la caída había promediado una cifra de tan solo -5000. El crecimiento del empleo sigue siendo fuerte. En agosto, el número de personas empleadas en Alemania aumentó un +1,6% respecto al año anterior. Según la Agencia Federal de Empleo, el constante crecimiento del empleo proviene exclusivamente del aumento de puestos de trabajo amparados por la seguridad social. Aquí, el número de personas empleadas había aumentado en +888.000 un año antes, un incremento del +2,8%. Otras modalidades de empleo, como los autónomos y los que trabajan exclusivamente en miniempleos, registraron una caída. Las encuestas de confianza apuntan a un repunte del crecimiento económico. Actualmente no planean nubes oscuras en el horizonte Por lo tanto, vemos que la tendencia positiva del mercado laboral continuará el año que viene. Sin embargo, es probable que el impulso sea algo más débil que este año.

África y Oriente Medio

Etiopía: ojo con el quinto elemento

A pesar de los considerables déficits anuales en cuenta corriente de estos últimos años (alrededor del -10% del PIB, o unos 4.500 millones de USD), Etiopía ha exhibido los cuatro elementos necesarios para crecer. Fuego, en el sector manufacturero los proyectos necesarios para aumentar la producción energética y el desarrollo del consumidor (p. ej., fábricas de automóviles) impulsaron el crecimiento del PIB al +9% durante el ejercicio fiscal 2016/17. Aire, ya que el aumento de la inversión extranjera directa está financiando el auge (3.800 millones de USD en 2016/17, un +73% interanual). La tierra y los recursos humanos también se encuentran entre los factores de crecimiento, ya que Etiopía alberga el 13,5% de la población del África Subsahariana. Por último, el agua también debe contarse entre los factores de crecimiento futuro, puesto que Etiopía está finalizando la presa del Renacimiento, necesaria para aumentar la generación de energía. Sin embargo, falta un factor. Este quinto elemento se refiere a la divergencia regional: la sequía en el sector agrícola y las divisiones regionales alimentan los focos de vulnerabilidad. Es un recordatorio de que el soberano y los subsoberanos no son exactamente lo mismo, pese a las buenas perspectivas de crecimiento global del PIB (prevemos un +7,5% en 2018).

Asia Pacífico

China: ¿el sector manufacturero se desacelera o se acelera?

El PMI manufacturero oficial y el PMI de fabricación Caixin enviaron señales contradictorias en septiembre. Ambos apuntaron a una expansión continuada de la actividad manufacturera, pero el ritmo sugerido fue diferente. Una subida del índice NBS a 52,4 en septiembre (desde la cifra de 51,7 anotada en agosto) indica una aceleración del crecimiento de la actividad mientras que la disminución del indicador Caixin a 51,0 (desde 51,6) sugiere una desaceleración. Nuestra percepción es que estos dos índices reflejan dos realidades diferentes. El índice oficial se refiere a la situación de las empresas de mayor tamaño y las compañías estatales, mientras que el indicador Caixin refleja el sentimiento en empresas privadas y más pequeñas. A la par con el endurecimiento de las condiciones crediticias, las empresas privadas y de menor tamaño tienden a verse más afectadas, mientras que las empresas más grandes y las empresas públicas tienen mayor libertad para captar oportunidades de crecimiento gracias a un acceso más fácil al crédito, a más amortiguadores financieros y a un mayor poder de fijación de precios.

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