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Antonio Bonet: “Los buenos resultados no deben distraernos de las múltiples reformas que aún necesita el sector exterior”

Antonio Bonet, presidente del Club de Exportadores e Inversores.
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Antonio Bonet, presidente del Club de Exportadores e Inversores.
sábado 21 de octubre de 2017, 11:18h
En una conferencia pronunciada ante el Club Liberal, el presidente del Club de Exportadores e Inversores Españoles ha destacado entre los grandes logros del sector hechos como que 4,6 millones de puestos de trabajo en España.
El presidente del Club de Exportadores e Inversores Españoles, Antonio Bonet, asegura que, a pesar de los buenos resultados acreditados por el sector exterior durante los años de crisis (ha pasado de representar un 22,7% del PIB en 2009 a un 33,1% en 2016, por encima de Italia, Francia o Reino Unido), éste aún sigue acusando grandes ineficiencias que deben ser corregidas con la aplicación de una auténtica política de Estado en el campo de la internacionalización. “El sector exterior en España ha sido el gran motor de la recuperación económica, pero no podemos instalarnos en la autocomplacencia, hay muchas cosas que mejorar”, señala Bonet.

En una conferencia pronunciada ante el Club Liberal, el presidente del Club de Exportadores e Inversores Españoles ha destacado entre los grandes logros del sector hechos como que 4,6 millones de puestos de trabajo en España dependan de la exportación de bienes y servicios (1 de cada 4,5 empleos) o que el número de exportadores habituales haya crecido entre 2009 y 2016 un 25%, hasta alcanzar la cifra de 50.000 empresas. Sin embargo, cree que el sector exterior mantiene aún un gran potencial de mejora que podría verse atenuado en caso de no corregirse importantes disfunciones dentro de su estructura.

Muy centrados en mercados maduros y con escaso potencial

Entre los principales problemas que arrastra el sector, citó la alta concentración de las exportaciones españolas de mercancías en un número aún muy reducido de empresas. En este sentido, precisó que sólo el 0,1% de los exportadores vende por encima de los 250 millones de euros y representa en total más del 40% de la exportación española, mientras que el 75% realiza ventas al exterior por menos de 50.000 euros y supone el 0,2% del total de las exportaciones.

Otro de los problemas estructurales del sector exterior en España es la escasa propensión a exportar de las pymes, como se pone de manifiesto en el hecho de que sólo el 3% de las empresas con menos de 200 empleados exporte, mientras que lo hace el 60% de las que cuentan con más de 500 empleados. Del mismo modo, constituye un grave freno a la mejora de nuestra fuerza exportadora el estancamiento tecnológico de los bienes que enviamos al exterior: desde 2006 el volumen de productos exportados que presentan un nivel tecnológico medio-alto o alto es del 55% del total, sin que se haya apreciado una mejora en este sentido.

Además, nuestro país dirige principalmente sus ventas a mercados maduros y con poco potencial de crecimiento, como el representado por la Unión Europea, adonde se destina el 66% de nuestras ventas totales. Sin embargo, destinos como Estados Unidos, China o Japón, que acaparan el 30% de las importaciones mundiales, sólo representan el 7% de nuestras exportaciones. Esta misma pauta de comportamiento se repite en el campo de la inversión productiva de España en el exterior. Según los datos expuestos por Antonio Bonet, el 45% de esta inversión tiene como meta la Unión Europea, el 29% Iberoamérica y sólo un 3% Asia y África.

Por una política de Estado en internacionalización

El presidente del Club de Exportadores e Inversores Españoles abogó por hacer de la estrategia de comercio exterior una política de Estado. A este respecto, valoró positivamente la reciente Estrategia de Internacionalización 2017-2027 aprobada por el Gobierno, si bien matizó que “se trata de un compendio de principios generales sin concreción de medidas”. A su juicio, esta política de Estado debería suponer, en primer lugar, revertir e incluso mejorar los presupuestos para las políticas de internacionalización, que han llegado a experimentar recortes muy superiores al 50% con respecto a la situación previa a la crisis.

Antonio Bonet precisó además que esta política de Estado debería estar basada no solo en medidas como la promoción, la fiscalidad, la diplomacia comercial o la información o inteligencia de negocio en el exterior, “obviamente con dotaciones presupuestarias adecuadas”. También debería incluir la puesta en marcha de toda una panoplia de medidas regulatorias tendentes a aumentar la competitividad de las pymes por la vía de favorecer su tamaño, una mayor apuesta por la I+D+i y la imagen de marca y una mejora del sistema educativo en España.

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