Las bolsas mundiales han iniciado el año con ganancias generalizadas que ha aupado a Wall Street a máximos históricos, al Nikkei japonés a máximos desde 1992 y al Ibex a remontar un 1,96% tan solo en la sesión de hoy.
No se puede achacar a una sola noticia la fuerte subida del día de hoy, sino más bien a la
mejora en las perspectivas de crecimiento y al correspondiente aumento de las estimaciones de beneficios empresariales. Este sentimiento ha hecho que los inversores estén apostando por activos de riesgo como la bolsa, y dentro de esta por los sectores más cíclicos como bancos, constructoras y empresas industriales.
Ya desde comienzos de año hemos ido conociendo muy buenos datos de empleo y de confianza empresarial que han elevado las perspectivas de PIB en todo el mundo. Hoy hemos continuado con esta dinámica gracias a las cifras de PMI servicios y a un dato mejor de lo esperado en la encuesta de empleo ADP norteamericana.
El efecto de la aprobación de la reforma fiscal puede estar detrás de la creación de 250.000 nóminas privadas en diciembre, superando así a las 190.000 que se preveían. En cuanto a la encuesta PMI servicios se han superado las expectativas tanto en EE.UU. (53,7 puntos vs 52,5 estimados) como en la eurozona (56,6 puntos vs 56,5 estimados).
La subida cercana al 2% en el Ibex le ha llevado hasta los 10.314 puntos. Algo por detrás han quedado las bolsas de Fráncfort y París, con avances del 1,50%. La palma se la ha llevado la Bolsa de Milán, que se ha disparado un 2,77%. Además, estos avances se han producido con un euro subiendo respecto al dólar desde que ayer se publicaran las actas de la Fed. El tipo de cambio se encuentra en el 1,206.
Dentro del Ibex hemos contado con varios valores subiendo más del 3%, como Iberdrola, ACS o Ferrovial. También Banco Santander, que además ha contado con el respaldo de los analistas de UBS (han elevado su precio objetivo hasta los 6,40 euros). Apenas cuatro valores han cerrado en números rojos: Meliá, IAG, DIA y Arcelormittal.
La búsqueda de activos de riesgo ha favorecido a bonos periféricos como el español, donde la rentabilidad del bono a diez años ha caído hasta el 1,56% y la prima de riesgo hasta los 110 puntos básicos. Por su parte, el petróleo Brent se ha mantenido en zona de máximos de dos años y medio entorno a los 68 dólares/barril.
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