Este artículo no es serio.
Tengo que manifestarlo así, de entrada, para que nadie se llame a engaño.
Estamos en las vacaciones de Semana Santa, y me permito la licencia de escribir un articulito muy ligero, refrescante, en tono de humor tal y como la época lo permite.
Es a la vez un muy merecido homenaje a las imprescindibles y simpáticas abuelitas que en esta época contribuyen al desarrollo de nuestra sociedad estando a cargo de los nietos cuando los padres deben trabajar aún.
Y, sin saberlo, estas maravillosas abuelitas están preparando a los directivos del futuro.
Una de las funciones básicas del Directivo, es tomar decisiones. Y todos estaremos de acuerdo que para ser un buen directivo, hay que estar muy preparado en esta faceta.
Pues bien, nuestras simpáticas abuelitas ejercen, y de qué manera, esa función de entrenar a los nietos en la toma de decisiones.
Veamos. Tras los buenos días, justo después de levantarse, ya está el niño ante su primera decisión:
¿Qué quieres, un zumo o un batido de chocolate?
El niño, aún somnoliento, ya debe tomar su primera decisión. A la que seguirán muchas otras, siendo normalmente la segunda:
¿Qué quieres ponerte hoy el polo amarillo o la camiseta azul?
La tercera, ya es mucho más difícil. Es un trilema:
¿Para desayunar querrás bocata de jamón, de queso o prefieres cereales?
Y así, una tras otra y a lo largo de muchas horas, el niño debe tomar decisiones.
Igual que los directivos. Y también igual que muchos directivos, el niño empieza a mandar.
¿Abuela quiero que para comer me prepares…(justo lo que la abuela no tiene).
Y entonces llegan las explicaciones, excusas, perdones, promesas, pero todo en vano.
El futuro directivo quiere… Y la abuela corre para complacerle. Y el futuro directivo se siente cada vez más importante.
Mientras tanto, el abuelo que contempla la escena entre indignado y socarrón, le dice al nieto:
¿Qué hacemos con la deuda griega?
Y el futuro directivo, lo mira perplejo, con cara de no entender nada y le da una respuesta muy de nuestro siglo:
Abuelo, no me rayes ¡¡¡.
Con cariño a todas las abuelas que preparan a nuestros futuros directivos.