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Kia Stonic 1.2 CVVT 84 CV

Kia Stonic 1.2 CVVT 84 CV
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Atractivo modelo a medio camino entre un SUV y un turismo

Por Mariano García Viana
domingo 15 de julio de 2018, 23:35h
Ya hemos comentado en alguna otra ocasión, y seguro que lo seguiremos comentando dada la tendencia del mercado, asistimos a una verdadera invasión de crossover de todo tipo, uno de cada cuatro automóviles vendidos es de esas características, sobre todo de los llamados urbanos por su tamaño compacto y dimensiones contenidas.
Uno de esos nuevos modelos es el Kia Stonic, con unas líneas sencillas pero juveniles, como si fuera el hermano menor del ya popular Niro de gran aceptación, pero con un aire más de turismo que de todocamino, pues si no fuera por las protecciones de plástico que rodean los pasos de ruedas, los bajos de las puertas, forman parte del paragolpes trasero y de la entrada de aire delantera, sería un modelo compacto sin pretensiones de SUV. Ahora bien, eso no significa que el Stonic, no sea atractivo, sino todo lo contrario, resulta un coche muy conseguido se mire por donde se mire. Así vemos un frontal en el que la típica parrilla de la marca se ha reducido notablemente, casi como si fuera una versión eléctrica, por lo que de la refrigeración del motor se encarga la abertura existente bajo el paragolpes. Los estrechos faros se prolongan lateralmente y se integran perfectamente en el conjunto frontal, en el que también hay que destacar la ubicación de los faros antiniebla, en los extremos del paragolpes en un cubículo vertical de color negro.

En la visión lateral, destacan las barras de color aluminio que recorren el techo, las bonitas llantas y los mencionados protectores de plástico. Las amplias ventanillas proporcionan un interior luminoso y destacar que la de la puerta trasera en su parte posterior se eleva para facilitar el volumen de maletero. En cuanto a la parte posterior señalar la amplia luneta, coronada por un alerón que incluye la tercera luz del freno, los grandes grupos ópticos, con parte de ellos con tecnología led y que se distribuyen entre el portón y los extremos de la carrocería y para terminar un falso difusor de aire de color aluminio en la parte baja del paragolpes.

En cuanto al interior y como en la mayoría de los Kia, por no decir todos, esta muy bien diseñado y resulta moderno, práctico, a la vez que bien terminado. Aunque el color de la carrocería de la unidad probada era gris oscuro, el salpicadero y la parte baja de la consola central, muestran algunos toques de color naranja que animan el conjunto, aunque en realidad, el mencionado acierto del diseño hacen lo demás. Dos grandes relojes presiden el cuadro, mientras que entre ellos encontramos la típica pantalla que refleja el estado del coche y otras funciones relacionadas con el viaje y el ordenador de a bordo. En el centro del salpicadero se sitúa la pantalla, de forma un tanto superpuesta, de 7 pulgadas que tiene un funcionamiento rápido y preciso y tiene compatibilidad con los sistemas Android Auto de Google y CarPlay de Apple. Más abajo se encuentran los redondos mandos del climatizador y algún botón auxiliar y ya en la parte horizontal de la consola la palanca de cambios. Existen varios huecos para guardar objetos en la consola, puertas, apoyabrazos central, etc. y uno sobre el retrovisor interior para dejar las gafas.

Los asientos tienen una bonita y original tapicería de tejido, con los bordes de piel y en lo que se refiere a los delanteros sujetan bastante bien el cuerpo y resultan muy cómodos, pues además la postura del conductor ante el volante está francamente conseguida y es similar a la de cualquier turismo. En el trasero dos personas pueden viajar confortablemente incluso en viajes largos, pues hay espacio más que suficiente. En caso de una tercera persona en el centro, la comodidad ya no es tan clara, aunque también es utilizable. El maletero tiene una capacidad correcta de 332 litros, más o menos similar a otros modelos de estas características, pero se puede aumentar hasta los 1.135 litros si abatimos el respaldo trasero, que se puede hacer en 60/40 partes. La banqueta de ese asiento es fija y no se pude desplazar hacia delante/atrás sobre carriles. El piso del maletero se puede colocar a dos alturas, está bien iluminado y dispone de dos ganchos para colgar objetos, así como un cajón lateral en la parte izquierda.

Independientemente del nivel de equipamiento, el Stonic es un coche muy completo y supera en ese aspecto a la mayoría de sus competidores. Así, podemos encontrar climatizador, conexión bluetooth para el móvil, la mencionada pantalla multifunción, conexiones auxiliares, cámara trasera de ayuda al aparcamiento, frenada de emergencia, alerta por cambio involuntario de carril, detector de fatiga del conductor, encendido automático de los faros……

El Stonic es un coche muy agradable de conducir, sus suspensiones, tirando a duras, le sujetan firmemente y sin balanceos aunque se conduzca deprisa y eso que no es un coche que especialmente se distinga por un talante expresamente deportivo, sobre todo con la motorización de la unidad de pruebas, como ahora veremos, Por sus dimensiones contenidas y sobre todo por tener una dirección muy directa que le permite una gran maniobrabilidad sin apenas esfuerzo, el Stonic se muestra sumamente ágil en el tráfico urbano, que es su mejor elemento, aunque en carretera se comporte más que dignamente. Además, la posición de conducción ligeramente más alta a la de un turismo, permite una mejor visibilidad, y eso que, como ya hemos comentado, parece que conducimos una berlina “normal”. El cambio de velocidades se maneja simplemente de forma correcta y hasta suave, siempre que no tratemos de utilizarlo de forma rápida, pues en esta posibilidad notaremos que falta algo de precisión en los recorridos. En esta versión tienen cinco relaciones y se echa en falta la sexta cuando queremos circular deprisa en autopista, pues parece como si el motor nos la pidiera para bajar de revoluciones y de rumorosidad.

Y ya que hablamos de motor, y por eso le hemos dejado para el final, digamos que es el más bajo de la gama, el de entrada en la familia Stonic, Se trata de un atmosférico de gasolina de 1.248 c.c. y que proporciona una potencia de 84 CV a 6.000 r.p.m. y un par de 122 Nm a 4.000 r.p.m.. Un motor digno, con un consumo relativamente contenido de 5,2 litros a los 100 kms. Este motor “de entrada” nos ha parecido insuficiente para mover con soltura el Stonic, que por sus cualidades se merece más dinamismo mecánico, como si proporcionan otras versiones superiores, tanto en gasolina como en diésel y cuya potencia oscila alrededor de los 120 CV. Es una motorización adecuada para un uso urbano tranquilo y en carretera para conducir relajadamente, pues sus prestaciones de una velocidad máxima de 165 km/h y una aceleración de 0 a 100 kms. de 13,2 segundos, lo confirman claramente. Para compensar esa limitada potencia, las relaciones del cambio son más bien cortas, con lo que si se quiere dar un poco de “vidilla” en las arrancadas hay que acelerar a tope y subir lo vueltas lo mejor que se pueda y manejando el cambio, con lo que la rumorosidad mecánica se eleva en el habitáculo, Todo lo contrario que en carretera, donde una vez alcanzada una velocidad de crucero el motor apenas si se deja oir.

En definitiva, el Stonic en sí es un coche excelente, a medio camino entre un SUV urbano y un turismo compacto que, por cualidades merece las motorizaciones superiores que ofrece la gama. Ahora bien, si se quiere circular tranquilo y relajadamente, con un consumo contenido, esta versión es la correcta.

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