Un nuevo estudio de Bain & Company adelanta que el almacenamiento de energía tendrá grandes implicaciones en toda la cadena de valor de la electricidad, pero para que se desarrolle correctamente se requiere lo que se denomina la“acumulación de valor”.
La rápida adopción de vehículos eléctricos reduce los precios de las baterías y, como consecuencia, crecen las instalaciones de los sistemas de almacenamiento de energía. En el nuevo informe
Embracing the Next Energy Revolution: Electricity Storage, Bain & Company estima que los sistemas de almacenamiento energético a gran escala podrían ser competitivos en costes en el año 2025. Esta revolución tendrá importantes implicaciones en toda la cadena de valor de la electricidad. Sin embargo, Bain & Company considera que el almacenamiento de energía en el sector de las empresas de energía, infraestructuras y servicios públicos (
utilities) requerirá nuevos modelos de negocio que puedan aportar un valor añadido, también conocido como “acumulación de valor”.
Los sistemas de almacenamiento de energía tienen una serie de características distintivas–parte generador, parte cable y parte servicios auxiliares- que hacen que sean revolucionarios. Por lo tanto, habría que considerar una oferta integrada tanto por parte de las empresas de servicios públicos como de los organismos reguladores, que, de lo contrario, tenderían a regularizar este negocio por separado. El almacenamiento está bien posicionado para convertirse en una herramienta integral para las utilities, regulando el voltaje y la frecuencia, garantizando la fiabilidad de las renovables y creando un sistema de transmisión y distribución más flexible. Para los usuarios de estas empresas, el almacenamiento puede ser una herramienta que sirva para reducir los costes relacionados con la demanda de energía y ayudar a cumplir los objetivos de sostenibilidad asegurando un flujo fiable de electricidad procedente de la generación renovable distribuida, es decir, la energía solar.
“Las empresas proveedoras de electricidad pueden utilizar las baterías para almacenar electricidad durante los periodos de baja demanda y, así, aprovechar la energía almacenada para reducir los picos en periodos de alta demanda. Los usuarios pueden hacer lo mismo para compensar las tarifas de electricidad” señaló Julian Critchlow, responsable de la práctica de Utilities de Bain. “Pero hasta que bajen los costes, las compañías líderes en almacenamiento de energía necesitarán explorar formas de acumular valor en peak shaving”
Bain sugiere que las empresas energéticas ajusten sus modelos operativos para aprovechar las oportunidades que ofrece el almacenamiento y otras tecnologías en el sistema eléctrico. Por ejemplo, a medida que el almacenamiento de energía nivela los picos de máxima demanda y la curva de carga, las compañías proveedoras de electricidad pueden renunciar a algunas inversiones en capacidad pico y diferir las inversiones en las transmisión y distribución de la infraestructura. De esta forma, el almacenamiento no solo se convierte en una herramienta para satisfacer las necesidades del sistema, sino que también puede reducir los costes acabando con los excesos innecesarios del mismo.
Los nuevos modelos de negocio relacionados con “la acumulación de valor” pueden traer consigo oportunidades adicionales. Para aprovecharlas al máximo, las eléctricas y otras utilities tienen que pensar cómo pueden asociarse con los clientes comerciales e industriales:
- Un gran cliente comercial que gestiona una flota de vehículos eléctricos, para mejorar la eficiencia, puede instalar un conjunto de grandes baterías en un garaje donde los vehículos se cargan por la noche mientras están aparcados. Este recurso de almacenamiento de electricidad puede estar disponible para las empresas de servicios públicos cuando los vehículos estén completamente cargados o en la carretera.
- Del mismo modo, una compañía con un gran centro de datos puede invertir en un almacenamiento de baterías para asegurar un suministro eléctrico fiable, y puede permitir que las empresas de servicios públicos hagan uso de ello mientras que el centro de datos no lo utilice. Acuerdos como este requieren nuevos cambios por parte de las empresas de servicios públicos ya que no están acostumbradas a gestionar este tipo de negociaciones.
Un aspecto fundamental es mejorar las capacidades informáticas de las utilites, principalmente las técnicas avanzadas de análisis de datos. Cada vez más, los clientes y reguladores demandarán a estas empresas una mayor visibilidad de la oferta, demanda y de los parámetros de voltaje y frecuencia.
Sin embargo, el almacenamiento de energía también presenta desafíos y complejidades, tales como la integración en planes estratégicos, decisiones de inversión o las prioridades regulatorias. Aunque esté integrado verticalmente y regulado, y la trasmisión y distribución de las utilities hagan que tengan la mejor visión sobre las necesidades de almacenamiento, a los organismos reguladores les preocupa que las empresas de servicios públicos puedan dominar o modificar el mercado.
“A medida que los costes de almacenamiento continúen disminuyendo, los nuevos modelos de negocio que integren una amplia gama de flujos de valor desplegarán todo su potencial”, comentó Aaron Denman, socio de la práctica de Utilities de Bain. “El almacenamiento energético tiene el suficiente potencial para transformar la totalidad de la cadena de valor de la electricidad, pero para beneficiarse de las oportunidades que tienen a su alcance, los ejecutivos de las utilities que actuar de forma rápida y agresiva”.
Para que los ejecutivos de las empresas de estos servicios evalúen las oportunidades del almacenamiento de energía, el primer paso es definir qué papel juegan el almacenamiento energético y los servicios relacionados con el plan estratégico. Los ejecutivos deben también continuar ajustando sus entornos normativos incluyendo los incentivos basados en el rendimiento que fomentan el desarrollo del almacenamiento para mejorar su fiabilidad, resistencia y seguridad y reducir al mismo tiempo los costes del sistema.
Para Bain & Company
Bain & Company es una de las principales empresas de consultoría estratégica del mundo. Asesora a compañías en temas de estrategia, operaciones, tecnología de la información, organización, capital riesgo, transformación digital y fusiones y adquisiciones. La firma alinea sus incentivos con el de los clientes al vincular sus honorarios con resultados. Los resultados de los clientes de Bain superan la media del mercado en un ratio de 4 a 1. Fundada en 1973, Bain cuenta con 56 oficinas en 36 países en los que tiene experiencia en todos los sectores de la economía. Bain está presente en España desde 1994 donde es ahora una de las principales consultoras estratégicas del mercado. En nuestro país asesora a grandes compañías y ha estado presente en muchas de las operaciones corporativas más importantes de los últimos años.