EDP se compromete así a suministrar una energía competitiva basada en la implantación de soluciones con bajos niveles de emisiones de CO2, capaces de asegurar un crecimiento económico sostenible. Para eso, considera necesario:
- La existencia de un acuerdo global que vincule a todos los países del mundo en la lucha contra el cambio climático.
- La participación directa de las empresas con compromisos individuales que ayuden a alcanzar reducciones globales.
- La existencia de un comercio global de emisiones integrado y con reglas claras, que refuerce la eficacia de un modelo energético bajo en carbono y asegure a largo plazo la estabilidad y la confianza entre los países y empresas participantes.
- Un fuerte incremento en la producción de energía a partir de fuentes renovables, de uso generalizado, para satisfacer las necesidades esencia-les de energía.
- La promoción de la mejora de la eficiencia energética como instrumento clave para reducir las emisiones de CO2.
- El desarrollo de una economía más electrificada y más concretamente en el entorno urbano y de la movilidad de las personas como contribución fundamental en el uso sostenible de la energía.
- El fomento de la innovación para desarrollar tecnologías y mecanismos que faciliten la transición a un nuevo modelo energético bajo en carbono.
- La utilización de sistemas transparentes de medición y reporte de las emisiones de gases de efecto invernadero, reconocidos tanto por las empresas como por los Gobiernos.
- El aumento de la concienciación de la Sociedad sobre el Cambio Climático, y de su implicación, teniendo en cuenta las realidades de cada país.
- El establecimiento de planes de adaptación que minimicen los impactos del cambio climático, tanto en los diferentes sectores económicos como en el capital natural del planeta.