La escalada de la guerra comercial ha vuelto a penalizar a los principales índices de renta variable.
Los descensos han rondado el -0,30% en las bolsas de Francia, Italia y España, donde el Ibex ha perdido un -0,24% para cerrar en los 9.747 puntos. El DAX alemán apenas ha cedido un -0,09% a pesar del mal sabor de boca que han dejado las resultados trimestrales de la eléctrica E.ON y la reaseguradora Munich Re.
Dentro del Ibex han vuelto a pesar los recortes de la banca, aunque los valores más castigados han sido finalmente Merlin (-1,38%) y Arcelormittal (-1,36%). Las mayores subidas las han protagonizado dos compañías que hoy recibían cambios de recomendación positivos: Mediaset (+1,83%) y Siemens Gamesa (+1,49%). Les ha seguido la siempre controvertida supermercados DIA (+1,18%).
Al cierre de los mercados en el Viejo Continente, Wall Street cotizaba plano y ponía en peligro su racha de cuatro sesiones consecutivas al alza. El nombre del día ha sido Tesla, que hoy registraba ligeros recortes tras haber disparado ayer un 11%. El Consejo de Administración está estudiando, tal y como afirmó ayer su CEO Elon Musk, la posibilidad de que la compañía deje de cotizar en bolsa, para lo cual se podrían llegar a ofrecer 420 dólares (un 23% del precio de cierre del lunes) a los accionistas.
Anoche EE.UU. publicó el listado definitivo de productos procedentes de China que empezarán a estar sujetos al arancel del 25% con el que había amenazado Trump. Estos se aplicarán a partir del día 23 de este mes sobre productos representativos de 16.000 Mn$ en importaciones. De esta manera, las autoridades americanas desoyen las críticas de algunas empresas americanas que se quejan de que esta medida elevará sus costes de fabricación y que los platos rotos los podrían acabar pagando los consumidores finales en forma de subidas de precio.
China, por su parte, ha prometido en tono vengativo que replicará a esta decisión con medidas similares, si bien es cierto que al importar a EE.UU. mucho menos de lo que exporta, cada vez tiene una menor capacidad para igualar el castigo.
Otro día más se habla del castigo que está sufriendo Turquía por parte de los mercados. La presión sobre el bono soberano del país y sobre su moneda así lo atestiguan.
La agenda macro nos ha deparado tan solo dos referencias: las cifras de comercio exterior de China y el dato de producción industrial de España. Esta última creció en junio un 0,5%, dato inferior al 0,9% que esperaba el mercado y del 1,3% que aumentó en mayo. Por su parte, las exportaciones de China se elevaron un espectacular 27,3% debido a la devaluación del yuan; las importaciones también aumentaron más de lo previsto: +12,2% vs +10% estimado.
Los temores asociados a la guerra comercial también le han pasado factura a las perspectivas de demanda global de materias primas. Esto, unido a la publicación de los inventarios de crudo en EE.UU. (caen menos de lo esperado) han provocado una caída cercana al 3% en el precio del petróleo.
Mientras tanto, la rentabilidad del bono español a diez años repite en el 1,40% con la prima de riesgo en 100 puntos básicos. El eurodólar se ha mantenido en el 1,16 no así la libra esterlina, que cede un -0,50% contra el euro para marcar mínimos de 11 meses.