El manual definitivo para gestionar con éxito una empresa por objetivos

Cada vez son más las empresas que pasan de la dirección y gestión típica de la empresa tradicional, basada en muchos casos en el “ordeno y mando”, al trabajo por objetivos.

Decir trabajo por objetivos, afirma José Ramón Castillo, Director Nacional de Operaciones de la compañía Nexian, es lo mismo que decir, resultados. Y, en la empresa actual, los resultados priman sobre la antigüedad de personal, sobre sus títulos y masters, e incluso sobre la ubicación de su puesto de trabajo”. Los resultados obtenidos para la empresa son el principal valor a tener en cuenta en la nueva gestión.

Un giro que logra adeptos cada día:

El funcionamiento de cualquier organización ha estado tradicionalmente estructurado en base a unas horas de trabajo presencial al día. “A partir de ahí, en muchos casos, el profesional que más horas extras realizase era visto como el mejor trabajador”, añade Castillo.

Hoy en día, esta concepción está cambiando. Existe un interés generalizado en conseguir una mayor productividad en la empresa, independientemente de las horas que le dedique el profesional, ya que, tal y como la compañía de RRHH Nexian ha valorado en su último estudio,“El 72% de las personas que realizan horas extras podrían mejorar su organización y gestión del tiempo”.

A partir de estos resultados, la compañía está trabajando para sus clientes en la implantación de medidas dirigidas a sistematizar, ordenar y premiar las labores de sus plantillas mediante objetivos.

Nexian, a partir de su amplia experiencia tras más de 8 años especializada en los servicios de recursos humanos, y más de 30 oficinas repartidas por todo el país, ha elaborado esta Guía práctica para orientar una organización hacia los resultados y la productividad:

Estas son sus principales recomendaciones:

• Fomentar la motivación mediante recompensas en función del cumplimiento de objetivos. Estos incentivos no tienen por qué ser económicos, pueden basarse en sorteos de viajes, etc.
• Responsabilizar al empleado de forma que se sienta independiente de la empresa y comprometido con sus funciones. “Esta cuestión deriva también, afirma …. en darle margen de confianza que le permita arriesgarse a tomar sus propias decisiones, si bien en algún caso pueda suponer un error”.
• Generar un sistema de comunicación, bien sea mediante reuniones individuales o colectivas, tablones, circulares… con el fin de que el empleado conozca sus resultados, ya que serán medibles y servirán a la empresa para valorar su capacidad, futuros ascensos, renovaciones…
• Promover la sana competitividad, huyendo de la conflictividad y rivalidad entre compañeros. Se trata de que los empleados pongan toda su energía en hacerlo lo mejor posible, como si fuese un juego entre amigos, afirma Jose Ramón Castillo.
• Acompañar a todos los profesionales en el proceso de aprendizaje de la gestión de su propio tiempo, puesto que es la fase que más se diferencia de una empresa tradicional.
• Especificar de la forma más detallada posible el tiempo y las tareas de cada persona para que el resultado quede ajustado a las expectativas de sus superiores.
• Constante renovación de objetivos, revaluación de puestos y tareas y coordinación continua de diferentes profesionales con el fin de avanzar en una misma dirección.
• Establecer objetivos alcanzables y reales para no caer en la saturación, desmotivación y desesperación de la plantilla y evaluar periódicamente la adaptación de cada empleado a la misma.

El directivo de Nexian lo tiene claro. “Estos procesos de evaluación deben ser dirigidos por los propios departamentos de RRHH, y preferiblemente con el apoyo de compañías especializadas”.