En 2001 Hyundai lanzó la primera generación del Santa Fe, que vino a reforzar “por arriba” la oferta de SUV de la marca que ha ido aumentado año tras año hasta llegar a los 1,6 millones de unidades y concretamente de más de 400.000 del Santa Fe solo en Europa. Ahora con esta nueva generación a buen seguro que el número aumentará sensiblemente.
Desde luego, esta nueva generación del Santa Fe, ha dado un sensible salto hacia delante, en cuanto diseño, interior y exterior, así como en la incorporación de tecnologías de ayuda a la conducción y seguridad, acercándose de una manera muy definitiva al segmento premiun y cualidades sin lugar a dudas no le faltan. De entrada, nada más hay que observar su aspecto exterior, el Santa Fe respira prestigio y un calculado diseño que le hace mucho más atractivo que las generaciones anteriores. Antes de entrar en detalles, digamos que quizás su rasgo más característico es la tercera ventanilla que, al contrario que generaciones anteriores y que muchos coches de la competencia, es de mayor tamaño, sigue la línea del diseño del resto de la zona acristalada y solo la rompe suavemente para ajustarse a las formas de esta parte trasera. Francamente un diseño, en la vista lateral, de los más conseguidos y armónicos.
Ya entrando en detalle, hay que señalar que el frontal adopta la nueva parrilla a base de hexágonos entrelazados que ocupa gran parte del morro, en el que sobresale el generoso listón cromado que la enmarca por su parte superior, pero quizás el detalle más significativo sea el la disposición de los faros con tecnología leds, ya que los dos focos que lo componen están situados, uno debajo del otro en lugar de paralelos como es habitual, en un cubículo que en la parte más baja integra los indicadores de dirección. La luz de día por el contrario esta situada en la parte más alta del frontal, justo debajo de la apertura del borde de apertura del capo motor. Por su parte los antiniebla queda relegados y casi pasan desapercibidos, en la parte más baja de morro. En definitiva y como ya casi nos tiene acostumbrados Hyundai, un frontal muy elaborado en el que visualmente todo encaja perfectamente, pero de forma muy original como ya vimos en el más pequeño Kona.
En la visión lateral, además de esa bonita tercera ventanilla y el diseño de su entorno ya descrito, hay que señalar las discretas barras de aluminio que recorren el techo, las sinuosas formas que recorren la carrocería en toda su extensión a la altura de las manillas de las puertas y en la parte baja de las mismas, así con los abultamientos de los pasos de rueda, que por cierto están protegidos por un haro de plástico gris, que se prolonga por la parte baja de la carrocería y de los paragolpes delantero y trasero. En la zaga la luneta, escoltada por un generoso alerón en su parte superior, muestra unas formas redondeadas en la inferior. Los grupos ópticos de leds, son de buen tamaño, pero precisamente por ello extraña que los indicadores de dirección se sitúen en la parte más baja del panel posterior, casi a la altura del difusor de aire color de aluminio. Con las exclusivas formas que luce desde el final de la luneta y hasta el paragolpes, el Santa Fe remata un estudio de diseño muy elaborado, hasta en las bonitas llantas de aleación de 19 pulgadas.
El habitáculo del nuevo Santa Fe es realmente amplio, tanto en anchura como en longitud, por lo que puede albergar hasta siete plazas, gracias a los dos asientos escamoteables que se “esconden” bajo el piso de maletero. La terminación esta de acuerdo con lo que se espera de un coche así, es decir es muy buena y la piel se deja ver por varias partes de habitáculo, incluido parte del salpicadero y los asientos, que por cierto son realmente cómodos y muestras un dibujo original y eficaz a la hora de sujetar el cuerpo. El mencionado salpicadero, tiene un diseño sencillo pero ergonómico, conteniendo en su centro, de forma superpuesta, una consola que contiene la pantalla táctil multifunción de 8 pulgadas, que contiene un sistema multimedia compatible con los sistemas Android Auto y CarPlay e incluye una suscripción gratuita durante siete años de los servicios Live de TomTom. El manejo es muy intuitivo y los interruptores selectores la rodean, siendo igualmente fácil su interpretación.
Ante el conductor, se ofrece un cuadro con doble visera, una superior que hace “juego” con el resto de formas del salpicadero en general y otra específica que protege eficazmente los instrumentos reflejados. El cuadro en sí tiene tres partes, dos laterales analógicas, para cuentavueltas en la izquierda y para temperatura y nivel de combustible en la otra. La parte central es una pantalla que el conductor puede cambiar según varias opciones. Es de destacar que se cuenta también con el Head-up-display, que proyecta en el parabrisas, en una superficie de 8 pulgadas, información sobre la velocidad a la que se circula, los esquemas de dirección del GPS o la velocidad autorizada. La postura ante el volante es de lo más cómoda gracias a los reglajes eléctricos del asiento y los del volante. Como ya hemos dicho son realmente cómodos y el trasero o de la segunda fila, puede acoger perfectamente a tres personas, incluso en viajes largos, pues el túnel central apenas se nota. El acceso a la tercera fila de dos asientos más pequeños, se puede realizar sin problemas, pues los de la segunda se pliegan con facilidad. Pro su parte el maletero es de los más grandes de su categoría, ya que con las dos filas montadas, que será la posición más habitual, disponemos de 547 litros de capacidad, que se pueden ampliar nada menos que hasta los 1.625 si plegados la mencionada fila. Con las tres montadas lógicamente el maletero se reduce a 130 litros. El portón se activa eléctricamente y tiene función manos libre al pasar el pie por debajo del paragolpes.
Como ya hemos dicho el aspecto del habitáculo es impecable y esta lleno de buenos detalles de equipamiento, como es el caso del cargador de móviles por inducción, la cámara de visión periférica, asientos delanteros con calefacción y ventilación, y con calefacción también el trasero y el volante, guantera refrigerada, salidas de aire para la tercera fila, equipo de sonido de primera calidad, avisador de ángulo muerto, bloqueo de la puerta si al intentar abrirla detecta que viene cerca un coche (Asistente de Salida Segura (Safety Exit Assist), innovador sistema de alerta de pasajeros en las plazas posteriores (Rear Occupant Alert) supervisa los asientos traseros para detectar cuándo los pasajeros abandonan el vehículo sin conocimiento del conductor, Asistente de Prevención de Colisión pro Tráfico Cruzado Trasero (Rear Cross-Traffic Collision Avoidance Assist), cuando el vehículo circula marcha atrás en una zona de baja visibilidad, el sistema no sólo avisa al conductor de si un peligro se acerca desde uno de los laterales, sino que también actúa sobre los frenos para evitar la colisión y lo mismo ocurre en caso de que frene de repente el vehículo que nos precede. En fin un sin número de tecnologías de seguridad activa y pasiva, además de las de confort, que el Santa Fe ofrece a su afortunado conductor y posibles acompañantes.
La unidad que hemos probado montaba un motor diésel de 2,2 litros de cilindrada, que ofrece una potencia de 200 caballos a 3.800 r.p.m. y un par de 440 Nm entre 1.750 y 2.750 vueltas. Un motor que francamente nos ha gustado en todo su rango de funcionamiento. Desde muy bajas vueltas empuja con fuerza, por lo que las recuperaciones, gracias también a la excelente caja de cambios automática de 8 velocidades, son fulgurantes si el conductor quiere y el engranaje de las relaciones sucesivas muestran una suavidad encomiable. La insonorización del motor esta muy conseguida y a pesar de ser un potente diésel apenas se deja oir en el habitáculo. La velocidad máxima se sitúa en los 203 kms/h y la aceleración de 0 a 100 se marca en los 9,4 segundos que no esta nada mal, teniendo en cuenta que el coche pesa casi dos toneladas. La mencionada caja de cambios de 8 relaciones, se puede manejar también desde las levas situadas tras el volante. Existen cuatro modos de conducción, Normal, Sport, Eco y Smart. De todas formas, la posición Normal, que es la habitual, detecta si en determinados momentos se conduce de forma decidida y rápida y actúa como la opción Sport. En cuanto al consumo, como es lógico, depende de la forma de conducir, no obstante, con una media de apenas 6 litros en manejo mixto, es una buena cifra.
Esta cuarta generación del Santa Fe dispone de avanzado sistema de tracción total Htrac, que reparte el par automáticamente, en función de las necesidades de adherencia en cada eje, así como la fuerza de frenada de también en cada eje. Con ello, permite circular en cualquier tipo de terreno de forma eficaz y además cómoda. También se cuenta con control de descenso, con actuación automática de los frenos. La suspensión es de tipo McPherson en el eje delantero y multibrazo en el trasero. Es una suspensión, como ya hemos dicho que esta orientada a la comodidad, pero sin que ello signifique una merma en la seguridad. El Santa Fe se agarra perfectamente en todo tipo de carreteras viradas e imprime una marcha segura y sólida a elevada velocidad por autopistas o autovías despejadas.