Cosir i estrenar, uno de los proyectos de la fundación sin ánimo de lucro El Molí d’en Puigvert, continúa su expansión en el mercado ampliando su gama de productos y promoviendo la inserción laboral de personas con enfermedades mentales.
Desde que se puso en marcha en 2014 y hasta la fecha la iniciativa no ha parado de crecer y ya son más de 6.000 cajas sorpresa vendidas tanto a través de tienda propia y distribuidores como mediante la tienda online www.cosiriestrenar.com. Cosir i estrenar vende ropa nueva con pequeñas taras procedente de donaciones de reconocidas marcas que colaboran en el proyecto de forma altruista. El objetivo es tratar de recuperar estas prendas fomentando la inserción en el mundo laboral de personas con trastornos mentales. Para este año, se han planteado alcanzar la cifra de 10.000 cajas vendidas aprovechando la entrada de nuevas líneas de productos dirigidas a hombres, niños, bebés y premamá que se sumarán a las prendas femeninas con las que ya contaba el proyecto. También se incorporan a la iniciativa packs específicos: ropa interior, bikinis o calcetines. Estas novedades serán presentadas en el Handmade Festival que se celebra en Barcelona del 8 al 10 de abril.
En palabras de Bernardo Muñoz, responsable comercial y de comunicación de Cosir i estrenar: “Nuestro objetivo es consolidar los canales de venta y seguir diversificando la gama de productos, sumando más firmas a este proyecto solidario”. Cosir i estrenar emplea en la actualidad a 7 personas de forma permanente, 5 de las cuales sufren enfermedades mentales, y tiene previsto crear 4 puestos más de aquí a finales de año.
La iniciativa no solo abarca el ámbito social, sino también la sensibilidad medioambiental y la moda del Handmade o DiY (Do It Yourself). Los trabajadores con enfermedades mentales graves recuperan la ropa con taras que marcas de primer orden ya no pueden comercializar, la seleccionan y la empaquetan por talla en cajas de 3, 5 o 10 unidades junto a un kit básico de costura y un folleto explicativo del proyecto, todo preparado para que el usuario, sin conocer qué prendas concretas contiene su caja, lo pueda coser y estrenar. De ahí su nombre.
La propuesta estimula el efecto misterio aunque, como matiza Bernardo Muñoz, “se trata de sorpresas siempre agradables”. El cliente compra de acuerdo a su talla y tiene la garantía de que la ropa que adquiere es nueva, de primeras marcas y seleccionada. Muchas de las prendas superan, por su propio valor, el coste de toda la caja.
De cara a las compañías, desde la Fundación comentan que además de la apuesta social las empresas participantes pueden beneficiarse de importantes ventajas fiscales.