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Audi E-Tron Extreme

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La tecnología, a la conquista de la legendaria “Streif”

Por Mariano García Viana
martes 19 de febrero de 2019, 23:09h
Un Audi e-tron con un equipamiento especial escala la legendaria pista de esquí alpino, donde se disputan los descensos más impactantes del mundo. Tracción eléctrica a las cuatro ruedas con dos motores eléctricos en el eje trasero. id:42089
A finales del pasado mes de enero, Audi envió su primer SUV de propulsión eléctrica a las pistas en las que los mejores esquiadores compiten por la victoria en la Hahnenkamm Race. El Audi e-tron, especialmente equipado para la ocasión, conquistó el “Mausefalle” en la legendaria pista “Streif”. Con una gradiente del 85%, se trata de la sección con mayor pendiente de este espectacular descenso.

“Ya pusimos a prueba la capacidad del SUV eléctrico el pasado año en distintos eventos Audi e-tron extreme. Desde Pikes Peak a las salinas de Namibia, pasando por el test de alto voltaje en Berlín, el Audi e-tron prototype superó los mayores desafíos”, explica Peter Oberndorfer, responsable de Comunicaciones de Producto y Tecnología de AUDI AG. “Con el sensacional impulso del ‘Mausefalle’, hemos superado aún más los límites, demostrando las posibilidades técnicas de la tecnología quattro en un automóvil eléctrico”, añade.

Con una gradiente del 85%, el ‘Mausefalle’ es la sección con mayor pendiente del famoso descenso que tiene lugar en la legendaria pista “Streif”, en Kitzbühel. Para escalar esta ‘pared’, el Audi e-tron estaba equipado con un tren motriz quattro especial, con dos motores eléctricos en el eje trasero y uno en el delantero, capaces de rendir una potencia total de sistema de hasta 503 CV y un par máximo de 8.920 Nm. Esto aseguró el rendimiento necesario para afrontar la subida de una pendiente tan pronunciada. Audi también modificó el software en lo referido a la entrega del par motor y a su distribución a las ruedas, para adaptarse a las exigencias de una pista tan especial como el de la “Streif”. Las llantas de 19 pulgadas equipadas con neumáticos con clavos desarrollados específicamente para este desafío se encargaron de proporcionar el agarre necesario sobre la nieve y el hielo. “Al principio, superar una pendiente con un desnivel del 85% parece imposible”, comenta Mattias Ekström, encargado de pilotar el Audi e-tron adaptado. “Incluso me impresionó la forma en la que este vehículo se desenvuelve en un terreno tan desfavorable”, agrega el campeón del mundo de Rallycross y bicampeón del DTM, que considera esta prueba como una de las experiencias más extraordinarias que ha tenido ocasión de vivir.

Para la mayor seguridad posible, el Audi e-tron también estaba equipado con una jaula especial antivuelco y con un asiento de competición dotado de un cinturón de arnés con seis puntos de anclaje. También se añadió un sistema de seguridad adicional mediante un cable de sujeción. En ningún momento intervino ningún dispositivo de tracción. Audi contó con un colaborador de excepción para este proyecto: la marca austríaca de bebidas energéticas Red Bull. Las dos compañías mantienen una dilatada asociación en la Hahnenkamm Race, y afrontaron juntas este desafío. El Audi e-tron también ilustró esta colaboración luciendo una decoración específica.

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