Las bolsas se desinflan tras la reunión del Banco Central Europeo

El organismo no ha movido los tipos de interés pero ha confirmado lo que era un secreto a voces: que no los subirá este año. De hecho, Mario Draghi ha reconocido que algunos miembros incluso optan por recortar los tipos en el futuro y por utilizar herramientas no convencionales. Se confirma por tanto el cambio en el discurso de los principales bancos centrales; la Fed lo hizo hace unos días y el BCE lo ha hecho hoy.

Las bolsas europeas han cerrado con signo mixto, con leves subidas en España e Italia y con suaves recortes para los índices de Alemania y Francia. El Ibex, que llegaba a subir más del 1% antes de la rueda de prensa de Draghi, ha acabado subiendo apenas un 0,20% y viendo frustrado su intento de recuperar los 9.200 puntos.

Las reacciones en otras clases de activo han sido contradictorias. Mientras que en renta fija han seguido cayendo las rentabilidades, el euro ha subido respecto al dólar (hasta el 1,13). Quizá lo más positivo de las conclusiones del BCE han sido sus estimaciones de crecimiento e inflación. Ha incrementado en una décima su previsión tanto para el PIB de 2019 (hasta el 1,2%) como para el IPC (hasta el 1,3%).

Las diferentes reacciones que han tenido las empresas del Ibex demuestran que nunca llueve a gusto de todos cuando habla Mario Draghi. A los bancos, que venían subiendo desde primera hora ilusionados por conocer los detalles del TLTRO III, las condiciones de este programa les ha sabido a poco y han acabado sufriendo caídas importantes. La bofetada ha sido ejemplar en el caso de los bancos más débiles y menos diversificados geográficamente como Sabadell (-5%) y Bankia (-4,24%).

Todo lo contario le ha sucedido a un sector defensivo como el eléctrico, al que el retraso de subida de tipos le ha sonado a música celestial: Endesa e Iberdrola han subido cerca de un 2%. La estrella del día ha sido Grifols (+5,08%) debido a la buena acogida que están teniendo sus encuentros con analistas en EE.UU.

En la crónica de bolsa de hoy hay que hacer mención a dos operaciones corporativas, una que se ha ido al traste y otra que se está fraguando. Por un lado se ha sabido que los ministros de economía de Alemania y Holanda han debatido recientemente sobre la posibilidad de fusionar Commerzbank e ING.

Por otro lado Fiat se ha cansado de esperar al Consejo de Administración de Renault, que ha aplazado hasta en dos ocasiones la aprobación de su fusión. Retira su oferta debido a la reticencia de los dos principales accionistas del fabricante francés: Nissan porque su participación en la empresa resultante quedaría reducida a la mitad, y el Estado francés por miedo a las consecuencias que tendría a nivel de despidos y de cierre de fábricas en el país galo. Aunque el mercado no descarta que ambos puedan retomar las conversaciones en un futuro cercano, las acciones de Renault se han dejado hoy un 6,4% pero todavía se encuentran por encima del nivel al que cotizaban antes de anunciarse la oferta de Fiat.