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Peugeot RCZ R, un coche especial

Mucho más que un diseño atractivo y personal
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Mucho más que un diseño atractivo y personal

Por Mariano García Viana
domingo 15 de noviembre de 2015, 23:02h

Crear un coche original, que tenga una personalidad “arrebatadora” que haga volver la cabeza a cualquier ciudadano que no vea pasar, es hoy día una tarea un tanto difícil, pero que además resulte seguro y divertido de conducir, es ya un logro casi fuera de serie. Pues bien, Peugeot lo ha conseguido sobradamente con el RCZ R.

Hace dos años en el afamado Festival de Goodwood, Peugeot dio a conocer la versión más potente del deportivo RCZ la denominada R, que con sus 270 CV se convertía en el Peugeot de serie con más caballaje bajo su capó. Ahora este estupenda y divertida versión viene a ocupar estas páginas y a corroborar que Peugeot ha conseguido un modelo de lo más interesante y en el que se nota la mano del área deportiva de la marca.

El motor que anima al RCZ R es el THP de gasolina de 1.6 litros de cilindrada que, como hemos dicho, obtiene un rendimiento de nada menos que 270 eficaces y dinámicos caballos a 6.000 r.p.m., estableciendo un verdadero record de potencia específica en la categoría de los coupés deportivos, al tener casi 170 CV por litro y un par de 330 Nm., mientras que el consumo se sitúa en la paupérrima cifra de 6,3 litros de media, teniendo en cuenta las prestaciones que se pueden alcanzar, como por ejemplo la velocidad máxima de 250 km/h, que es cuando se corta la inyección y una aceleración de 0 a 100 km/h de 5.9 segundos, los 400 m. con salida parada en 14,2 segs. y los 1.000 m. en 25,4 segundos. Las recuperaciones son también superbrillantes, con unas cifras de 80 a 120 km/h en 6,8 segundos en sexta, notándose claramente que los desarrollos del cambio de seis velocidades están orientados para beneficiar claramente las aceleraciones y las recuperaciones. Por otra parte, otra de las cualidades de este motor es que su índice de CO2, según la normativa Euro 6, es de 145 grs./km.

Todo ello demuestra sobre la práctica el excelente trabajo que han hecho los ingenieros de Peugeot en favor de obtener unos rendimientos tan altos, como por ejemplo, la búsqueda del aligeramiento al diseñar piezas específicas, con nuevos materiales más ligeros, consiguiendo un ahorro de 17 kgs., en relación con la versión de 200 CV. El excelente motor ha sido rediseñado en profundidad, con numerosas piezas evolucionadas o diseñadas de nuevo para obtener las prestaciones que proporciona y responder a un uso deportivo pero manteniendo la robustez de un motor “normal”de serie. El propio bloque motor se ha reforzado con un tratamiento específico antes de la mecanización para aumentar su robustez. El turbo Twin Scroll se ha desarrollado específicamente para lograr unas dimensiones ideales para su aplicación a este nivel de prestaciones. Asociado a un colector de escape de acero de arquitectura inédita e inspirado en la competición, permite mantener temperaturas de funcionamiento más elevadas. Ya que mencionamos el escape, digamos que también se ha trabajado en él, consiguiendo un sonido realmente excitante y muy de acuerdo con las prestaciones deportivas que se alcanzan. La adrenalina, seguro que sube notablemente solamente con subir de vueltas el motor y oírle bramar con fuerza, pero sin que moleste lo más más mínimo.

No nos cansaremos de repetir que el RCZ R, es un coche atractivo y sumamente personal. Con sus arcos en negro mate, los faros sombreados en color Titanio, el RCZ R se distingue por unos elementos deportivos específicos que le distinguen de la versión “normal”. Su distancia al suelo reducida en 10 mm y sus ruedas de 19 pulgadas, más anchas en beneficio de la adherencia y de la motricidad, dan al RCZ R una presencia todavía más expresiva y parece que esté literalmente “pegado” al suelo. Sus llantas bi-tono específicas, diamantadas/negro mate de diseño técnico y deportivo, están firmadas con una R fresada directamente en la aleación y se han diseñado específicamente para acoger y refrigerar los nuevos frenos sobredimensionados cuyas pinzas delanteras en rojo están firmadas por Peugeot Sport. Precisamente los mencionados faros con sus formas de “ojos de gato”, confieren al frontal una inconfundible identificación con un modelo de Peugeot.

El gran alerón trasero, fijo y perfectamente integrado, garantiza un mejor apoyo aerodinámico, que favorece la estabilidad a alta velocidad sin generar resistencia al avance, al tiempo que prolonga la silueta hacia atrás. El difusor trasero específico respeta el efecto liso que caracteriza la parte trasera del RCZ e integra dos imponentes salidas de escape cromadas y simétricas, signo visible de una línea de escape rediseñada para lograr mejorar tanto el rendimiento como la citada sonoridad del motor. El logotipo Peugeot rojo de la parrilla y el monograma R, que reencontramos en la parte trasera, completan la firma exterior exclusiva del RCZ R. Los grupos ópticos también tienen unas formas parecidas a la de los faros, prolongándose por el paso de rueda trasero y con tecnología led.

Si el exterior está más que conseguido, el interior no se queda ni mucho menos atrás como ocurre en otros modelos. Esta circunstancia se aprecia nada más llevar a cabo la apertura de la puerta que permite acceder a un puesto de conducción que parece un traje a medida dedicado únicamente al placer de conducir y a las sensaciones para el conductor que se sumerge de manera instantánea en un ambiente deportivo, rodeado de piel y sutilmente elitista. Desde el umbral de la puerta, firmado por Peugeot Sport, el carácter deportivo y exclusivo cobra protagonismo. Los pespuntes rojos recorren los materiales blandos, técnicos y de alta calidad del salpicadero así como el cuero del volante, el fuelle de la palanca de cambios, los paneles de las puertas, los apoyabrazos y los asientos. Estos últimos, con un nuevo diseño deportivo muy extremado, están revestidos en una mezcla de cuero de plena flor Nappa y de Alcántara en negro y están decorados con el monograma “R”, estando integrados en el respaldo los reposacabezas como en un baquet y que sujetan el cuerpo de forma sumamente eficaz, no en vano han sido desarrollados por Peugeot Sport.

Cromado y con rojo en su interior, el carácter “R” parece emerger de una placa de aluminio cepillado que, con sus cuatro tornillos aparentes, firma la consola central. Inspirada en la aviación, simboliza la precisión y exhibe con elegancia la huella de Peugeot Sport. Al sentarse ante el volante, el afortunado conductor descubre una posición de conducción ergonómica, ideal para saborear las cualidades dinámicas de su RCZ R. El volante de dimensiones reducidas, la palanca de cambios corta, el pomo específico de aluminio con detalles en rojo. El cuadro que se presenta ante el conductor es claro y deportivo teniendo los dos grandes indicadores un colorido que facilita su interpretación virtual. Entre ellos una pantalla digital facilita los datos escogidos en el ordenador de a bordo, mientras que sobre ellos ss sitúan los “relojes auxiliares” de combustible y temperatura. En la consola central encontramos los mandos del equipo de sonido y del climatizador, huecos para objetos y tras la palanca de cambios el mando de la pantalla multifunción que de forma escamoteable aparece en lo alto del salpicadero. Es de destacar, como detalle de buen gusto, que entre las entradas de aire centrales se ha situado un reloj analógico. Aunque los verdaderos “reyes” del habitáculo son el afortunado conductor y el acompañante, el asiento trasero acoge a dos personas de tamaño normal, con suficiente holgura para resultar hasta cómodos en viajes relativamente largos. El maletero con capacidad para 384 litros, se puede ampliar, abatiendo el respaldo trasero, hasta los 760 litros, lo que no está nada mal.

El centro de gravedad rebajado, la eficacia aerodinámica (resistencia / apoyo) mejorada, unos reglajes de suspensión específicos (vías, caída y convergencia, llantas 0,5 pulgadas más anchas) y unos neumáticos Goodyear Eagle F1 Asymmetric 235 / 40 R19 optimizan la adherencia y garantizan un agarre en carretera excepcional. El diferencial Torsen de deslizamiento limitado permite explotar al máximo el generoso par disponible desde 1.900 rpm en beneficio de la motricidad y ofrece al RCZ R una buena estabilidad en la frenada y la posibilidad de mantener una trayectoria cerrada en el interior de las curvas. Las prestaciones y la agilidad del RCZ R son el fruto de numerosas sesiones de puesta a punto y de validaciones en circuito, entre otros, con los pilotos de pruebas de Peugeot Sport.

Una auténtica delicia conducir el RCZ R, sentirse sujeto por los eficaces asientos, sentir la aceleración al quedarse pegado al respaldo, pasar las curvas como si fuera uno pegado al suelo, formando un todo entre conductor y coche y sentir en las manos un volante que mueve una dirección dócil y rápida, son placeres que pocos coches pueden transmitir de forma aparentemente tan sencilla, aunque para conseguirlo lo último en tecnología se haya aplicado desde su concepción hasta su puesta a su comercialización.

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