En un “mundo” en el que los SUV de tamaño medio/urbano proliferan por doquier, encontrar uno que tiene un diseño de carrocería distinto y un interior que roza el lujo y además tiene un innegable estilo personal y elegante. id:50699
Precisamente por ese cuidado habitáculo vamos a empezar esta prueba que en resumidas cuentas ha sido más que satisfactoria. Como primer paso nos sorprende que, al acercarnos a metro y medio del coche, siempre que llevemos la llave claro, los manillares de las puertas, hasta ahora enrasados, aparecen para poderlo manejar y abrir la puerta, por supuesto que una vez en marcha el coche los tiradores vuelven a enrasarse. Una vez dentro del original habitáculo nos encontramos rodeados de detalles únicos. Así se puede apreciar que, por ejemplo, en el salpicadero, hay múltiples zonas dominadas por rombos, costuras, interruptores agrupados en rombos de mayor tamaño, salidas de aire centrales, fondos de la pantalla multifunción e incluso del cuadro de mandos, etc. Todo ello con un innegable estilo “chic” francés.
Antes de entrar en el detalle, señalemos que hay muchos elementos de piel por diversas partes del habitáculo, como en el salpicadero, en el guarnecido de las puertas, volante, asientos, reposabrazos, etc. El cuadro de instrumentos, digital por supuesto, es en realidad una pantalla que se pude conformar a gusto del conductor y cuya información se complementa con la lámina de plástico que se despliega entre la visera del cuadro y el parabrisas (“Head-up display”). La pantalla multifunción de 10,3 pulgadas, está situada en la parte superior del centro del salpicadero, como superpuesta sobre él. Tiene un manejo táctil fácil y rápido de respuesta e incluye alguna de las funciones que normalmente se activan con teclas, como es el caso de los mandos del potente climatizador. Ante el acompañante se ofrece una parte lisa de piel con las costuras en rombo abierto y bajo ella una guantera de proporciones no muy grande. Es curioso que las salidas de aire laterales, además de ser redondas con el marco cromado mate cuadrado, están situadas en las puertas y no en el propio salpicadero.
Los asientos, como hemos dicho, de piel, tienen un diseño casi tipo baquet, con unos laterales muy prominentes que sujetan por tanto muy bien el cuerpo y con el respaldo muy alto, aunque los reposacabezas se conservan independientes. Las costuras son como el resto del habitáculo realmente originales. El asiento trasero, con las mismas costuras de cuadrados, pero más “lisos”, acoge mejor por espacio a dos personas, aunque en caso necesario puede incluir una tercera en la zona central pues dispone de su propio reposacabezas. El maletero sin ser muy grande, 350 litros, se puede calificar de correcto teniendo en cuenta las dimensiones exteriores, pero de todas formas se puede ampliar hasta los 1.050 litros abatiendo el asiento posterior. Por el habitáculo encontramos diversos huecos portaobjetos y detalles exclusivos, como los que accionan los elevalunas situados alrededor de la palanca selectora del cambio automático, pero con unas teclas distintas a las habituales. En definitiva y como decíamos al principio, un interior elegante y desde luego sumamente personal.
En el exterior el DS3 Crossback también se distingue de la competencia claramente y en él volvemos a encontrar ese estilo y esa consabida distinción francesa. El frontal esta dominado por la calandra abombada, DS Wings, de color negro satinado y adornada por puntos “diamantinos” brillantes. Alrededor de ella, también en suave satinado, una línea cromada la enmarca y se extiende por su parte superior hacia los irregulares faros adaptativos dotados de la tecnología led inteligente, que la marca denomina DS Matrix Led Vision, que proporcionan una espectacular iluminación y se activan por partes o en su totalidad según las circunstancias de la luz ambiental. La luz de día vertical recorre el frontal desde los faros hasta la parte baja del paragolpes. Bajo la mencionada parrilla se extiende la entrad de aire inferior, escoltada por otras dos entradas laterales. Desde luego es una parte delantera muy elaborada, como es el resto de la carrocería, que casi no deja una superficie que no haya sido “trabajada” por los estilistas. Así en capó motor ofrece unos abultamientos que se inician en el soporte de los retrovisores exteriores y recorren todo su lateral pero sin llegar al morro, se difuminan cerca de la parte superior de los faros. Dos nervaduras centrales recorren el capó, para terminar en el logo de la marca, o mejor dicho se “disuelven” antes de llegar a él, de la misma forma que nacen cerca del parabrisas. El, contorno del capó se adapta a las irregulares formas de los faros y de la calandra.
Lateralmente también se aprecia claramente que nada se ha dejado sin “trabajar “ para dar un estilo diferente al coche. Si bien los pasos de rueda están protegidos por una zona de plástico gris, que forma una continuidad de la parte baja de los paragolpes delanteros y traseros, así como de la parte inferior de las puertas, de una manera más o menos habitual, en el centro de las puertas y para aligerar toda esa superficie de chapa, encontramos una hendidura en forma de uve que las recorre parcialmente. En el arranque de la ventanilla de la puerta trasera, encontramos el que quizás sea una de las características más señaladas del DS3, ya que la chapa “sube” por el marco de la puerta hasta casi la mitad de la ventanilla como la “aleta de un tiburón”. Un rasgo muy característico, pero que en el interior quita visibilidad a los ocupantes del asiento trasero. Las llantas de 18” para no ser menos, lucen un diseño igualmente elaborado y sobre todo exclusivo. La trasera del DS3 Crossback es realmente maciza, ya que la luneta, alineada con las ventanillas de la puerta trasera, no es de grandes dimensiones, un generoso alerón la “acorta” por su parte superior y una gran superficie de chapa de forma un tanto redondeada, forma el portón cuya apertura queda un tanto alta, para cargar y descargar el maletero, debido al gran tamaño del paragolpes. En los laterales de éste, ya en la parte de la aleta trasera se encuentran unas falsas salidas de aire verticales. El escape se ofrece a cada lado de la parte baja del parachoques, con salidas redondas y cromadas. Por su parte los grupos ópticos de leds son estrechos, enmarcados por una línea cromada y unidos entre sí, por otra más gruesa igualmente brillante. A parte de la elaborada carrocería y la exclusividad de las líneas, el DS3 Crossback ofrece un aspecto indudablemente compacto, sólido y hasta juvenil.
La versión probada montaba un excelente motor de gasolina. Se trata del 1.2 litros de 3 cilindros que tiene un rendimiento de 131 CV a 5.500 r.p.m. y un par de 230 Nm a .1740 r.p.m. Una motorización que francamente nos ha sorprendido por su excelente comportamiento, pues, en primer lugar, no suena como el típico tres cilindros que suelen “cloquear” al ralentí y suenan roncos cuando se les acelera con decisión, en segundo lugar, está prácticamente ausente de vibraciones y en tercer lugar, por su capacidad de aceleración y recuperación son más que significativas. Como además, el motor esta acompañado por una inteligente caja de cambios automática de 8 velocidades, aprovechar las características de uno y otra, da como consecuencia una conducción de lo más gratificante. Así nos encontramos con unas significativas prestaciones, como la velocidad máxima que se sitúa en los 200 km/h y la aceleración de 0 a 100 km/h en 9,2 segundos. Como contrapartida a estas prestaciones, el consumo medio solo es de 5 litros a los 100 kms., cifra muy contenida teniendo en cuenta que el coche casi pesa 1.300 kilos, lo que da idea de lo “ajustado” que esta el motor en ese sentido, pues no en vano se utilizan en él las tecnologías más novedosas de la industria del automóvil, inyección directa, turbo de geometría variable, intercooler, 2 árboles de levas en culata, sistema de Star&Stop, etc.
Por tamaño el DS3 Crossback, se puede considerar un SUV urbano y desde luego su agilidad y eficacia en el cargado tráfico de las ciudades así lo demuestra, pero también el coche en carretera se muestra igualmente eficaz y ágil. Sus suspensiones, con McPherson delante y rueda tirada detrás, con sus correspondientes barras estabilizadoras, sujetan al coche sin ningún problema en cualquier tipo de trazados e incluso permiten una cierta conducción deportiva en zonas viradas y con sucesivas curvas, no en vano se cuenta con tres posibilidades de conducción, Eco, Normal y Sport. En la posición ECO lógicamente el coche trata de “ahorrar” combustible a base de introducir la caja de cambios, relaciones más largas y realizar los cambios a más bajas revoluciones. En la posición Normal, que es la que por defecto elige el coche, se apuran algo más velocidades y se nota más brío en la respuesta del motor y por último en la posición Sport el DS3 Crossback se vuelve más “agresivo” y permite una conducción más deportiva y lógicamente el motor se deja oir algo más en el habitáculo, pero en ningún modo resulta molesto para los ocupantes.
Por último, señalar que su equipamiento, sobre todo en esta exclusiva versión La Première, es supercompleto contando con la mayoría de elementos de ayuda a la conducción, seguridad y confort, que cabe esperar en un modelo premium. La lista de ellos necesitaría un espacio mucho mayor del que disponemos.