Con la llegada del horario de invierno, el próximo sábado 26 de octubre los españoles dormirán una hora más, pero también anochecerá una hora antes. id:51242
El cambio al horario de invierno se acerca y son muchas las personas que siguen cuestionando la necesidad de esta práctica ya habitual en nuestro país, aunque no por ello aceptada por la sociedad. No será hasta 2021 cuando el Gobierno determine, siguiendo las instrucciones de la Eurocámara, en qué horario nos quedamos de manera definitiva.
Hasta entonces, los españoles seguiremos con la dinámica de cambiar la hora en nuestros relojes y, por tanto, el último fin de semana de octubre tendrá una hora más: a las 3 de la mañana del próximo domingo 27 de octubre, volverán a ser las 2 y ganaremos 60 minutos al reloj, aunque también perderemos una hora de luz cada día a partir de este cambio.
Pero ¿de qué nos sirve tener una hora más en plena madrugada? Esta es la duda que Ron Brugal ha planteado a los españoles y la respuesta ha sido clara. A la pregunta de qué harían si pudiesen decidir sobre el cambio horario, el 72% de los consumidores ha contestado que preferiría contar con esa hora durante el día, para poder aprovecharla de verdad haciendo lo que más le gusta, en compañía de sus amigos y seres queridos.
Por un cambio de hora realmente útil: que a las 8 de la tarde vuelvan a ser las 7
Ya que vamos a pasar por un nuevo cambio de hora, ¿por qué no hacerlo sacando a la vez algo positivo? El tiempo es oro y, por ello, Ron Brugal ha lanzado particular propuesta por un cambio de horario realmente útil: que este año a las 8 de la tarde del sábado vuelvan a ser las 7. Mediante la firma de este Change.org se pretende que la sociedad española pida más a su tiempo públicamente, para que pueda sacarle el máximo partido, disfrutando de una tarde más larga, en compañía de amigos, familia y con la mejor puesta de sol de telón de fondo. Para que realmente podamos aprovechar esos 60 minutos extra y saborear de verdad ese “¡a ver si nos vemos!”.
¿Por qué cambiamos la hora?
El cambio horario, que se produce dos veces al año, se empezó a generalizar en Europa a partir de la primera crisis del petróleo, en octubre de 1974, cuando varios países decidieron que había que adelantar los relojes una hora para aprovechar mejor la luz solar y así ahorrar energía,
En 1981 el cambio de hora se convirtió en directiva comunitaria obligatoria y, el último fin de semana de octubre, volverá a suceder. De nuevo volveremos al horario de invierno, retrasando una hora en nuestros relojes, lo que hará que los días sean más cortos y tengamos menos luz solar. Trastornos de sueño, apatía y cambios de hábitos sociales son algunos de los efectos que el horario de inviernos tiene sobre la sociedad.