Quien quiera ofrecer una pieza de estos metales preciosos como regalo de Reyes puede solicitar que se graben mensajes de texto, logotipos o símbolos en su parte posterior. id:53656
Degussa, la empresa de referencia en Europa en el comercio de oro físico de inversión, ofrece a quienes adquieran lingotes de alguno de los metales preciosos que distribuye la posibilidad de personalizarlos y grabar en su parte posterior mensajes de texto, logotipos o símbolos, “una opción que pueden solicitar, por ejemplo, quienes quieran ofrecer una de estas piezas como regalo de Reyes a algún allegado. La única limitación es el espacio, que viene delimitado por el tamaño del lingote”, señala Tomás Epeldegui, director de Degussa en España. La parte anterior de los lingotes lleva habitualmente las marcas de fabricante, metal, pureza, peso y sello del certificador.
La técnica que se usa para realizar la grabación es el láser, lo que provoca un pequeño oscurecimiento del metal. “Dependiendo de la intensidad y del número de pasadas del haz de luz utilizado, se pueden llegar a conseguir dos o tres tonos de oscurecido. En algunos casos se puede dar un toque más limpio a la pieza”, informa Epeldegui. Esta misma técnica, explica, “se puede aplicar a las joyas exclusivas que se venden en Degussa, y en el caso de los relojes de oro, platino o paladio es un servicio que se ofrece gratuitamente a los clientes”.
Degussa es la empresa de referencia en Europa en el comercio de oro físico de inversión y demás metales preciosos. Con el fin de ofrecer el mejor servicio a los clientes y adaptarse a las posibilidades de las diferentes economías, en esta compañía se distribuyen barras de oro de varios pesos y tamaños, que van desde 1 gramo hasta 1 kilo. En cuanto a las de plata, se pueden encontrar de 1 onza, 100 gramos, 500 gramos, 1 kilo y 5 kilos. De platino y paladio hay dos opciones, de una onza y de 100 gramos.
El metal precioso de inversión del que se ofertan mayor variedad de tamaños es el oro, ya que se trata también del más demandado, según el director de Degussa, quien subraya que uno de los motivos es que “es el mejor vehículo para preservar valor a lo largo del tiempo y así lo viene demostrando desde hace más de 3.000 años”. Además, apunta que es la mejor opción para preservar el patrimonio y, a la vez, para obtener liquidez de forma inmediata en caso de necesidad, “pues es valorado y convertible en dinero en cualquier parte del mundo”.
Pero también posee otra característica que lo hace “fiscalmente muy atractivo y determinante para los inversores -comenta Epeldegui-, como es el estar exento de pagar IVA, de acuerdo con la normativa europea, lo cual no ocurre con el resto de metales preciosos”. El oro que se puede acoger a esta exención fiscal son los lingotes y las monedas de una pureza superior al 99,5% en el caso de los primeros y al 90% en el de las segundas, “unas exigencias que superan los productos que comercializa Degussa”, apunta Epeldegui.
Recuerda, asimismo, que, “en contra de la creencia popular de que para invertir en oro hay que ser rico”, se puede empezar desde alrededor de 60 euros, el precio de un lingote de un gramo (la exención del IVA es a partir de dos gramos).
En Degussa se pueden encontrar también otros artículos de regalo, relojes y joyas elaboradas por diseñadores exclusivos, monedas de oro y plata con la efigie de los principales personajes de la saga de La Guerra de las Galaxias, Star Trek, varios superhéroes o protagonistas de conocidas películas infantiles.
Por otra parte, ofrece la posibilidad de recompra y de grabado de los productos de inversión, que también se pueden adquirir a través de su tienda online (
http://www.degussa-mp.es/onlineshop), abierta las 24 horas del día. Y cuenta con la acreditación de la LBMA, la London Bullion Market Association, que es la asociación de profesionales del mercado que operan con oro y plata más importante del mundo. Asimismo, dispone de un servicio de cajas de seguridad en las que los clientes pueden guardar las monedas, lingotes o cualquier otro objeto personal de valor, incluido el décimo premiado a la espera de cobrarlo, con la opción de asegurar el contenido depositado.