Axpo diversifica su cartera de soluciones energéticas renovables ofertando un combustible de origen 100% renovable y ecológico. id:54652
Axpo se ha convertido en la primera y única empresa certificada como
trader para la comercialización de gas biometano en España, con un volumen estimado en torno a 100 GWh/año. El origen de este gas será la planta del Parque Tecnológico de Valdemingómez del Ayuntamiento de Madrid, operada por Ferrovial Servicios y actualmente la mayor planta de biometano de Europa.
De esta forma, Axpo amplía su catálogo de soluciones energéticas de origen 100% verde, ofreciendo a sus clientes una alternativa de gas renovable para ayudarles a cumplir así sus objetivos de sostenibilidad en el marco de los objetivos marcados por la agenda 2030. “Se trata de todo un reto de futuro, una opción más para aquellas empresas que deseen mejorar su huella de carbono y colaborar en la construcción de un mundo más sostenible mediante la utilización de un combustible ecológico”, declaró Ignacio Soneira, Director General de Axpo Iberia. “Para nosotros es un tremendo orgullo abrir un nuevo camino en España ofreciendo el consumo de biometano como alternativa a los combustibles de origen fósil. Se trata de una firme apuesta por una economía circular que refuerza nuestro compromiso con las energías renovables”, añadió.
La planta de tratamiento de biogás, situada en el Parque Tecnológico de Valdemingómez, en Madrid, es la única planta en España capaz de convertir el biogás en GreenGas (Gas Natural), con tecnología limpia. La producción de este combustible evita la emisión de más de 303.500 tn al año de CO2 a la atmósfera, y sitúa a la ciudad de Madrid a la cabeza de los productores de energías verdes.
El biogás se produce como resultado de la descomposición provocada por ciertas bacterias en ausencia de oxígeno sobre una gran variedad de sustratos biológicos, como residuos agrícolas (cultivos o estiércol), lodos de aguas residuales, desechos orgánicos domésticos e industriales, etc.Su uso más corriente es para producir calor y electricidad, pero tras un proceso de depuración puede ser inyectado en la red de gas natural o su utilización como combustible para vehículos. Este proceso consiste eneliminar el dióxido de carbono en su composición, de manera que aumente el porcentaje de gas metano. Lo habitual es que el contenido de metano alcance el 96%, de forma que cumpla los estándares para ser utilizado como gas natural. A partir de este momento, el biogás pasa a conocerse como biometano.
De esta forma, se consigue un doble objetivo: la reutilización (o segundo uso) de un elemento residual de las plantas de tratamiento de residuos que de otra forma habría que eliminar para impedir la contaminación del medio ambiente; y la sustitución de combustibles tradicionales de origen fósil por un gas de origen 100% renovable.
“El biometano supone una alternativa energética que contribuye de forma significativa a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Así, además de reducir el impacto ambiental, esta alternativa ayuda a reducir la dependencia exterior energética, con efectos positivos para la economía”, señaló Soneira.