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Informe COVID-19: Economía en cuarentena
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Informe COVID-19: Economía en cuarentena

Informe ‘COVID-19: Quarantined Economics’, de Euler Hermes, uno de los accionistas de Solunion

martes 24 de marzo de 2020, 19:32h
El brote del COVID-19 ha obligado a los gobiernos a poner al mundo en una pausa sin precedentes, durante al menos tres meses, para aplanar la curva de contagios. id:56707

Informe ‘COVID-19: Quarantined Economics’, de Euler Hermes, uno de los accionistas de Solunion, sobre el coronavirus y su impacto a nivel global.

Entre las principales conclusiones destacamos:

  • El brote del COVID-19 ha obligado a los gobiernos a poner al mundo en una pausa sin precedentes, durante al menos tres meses, para aplanar la curva de contagios. En diciembre de 2019, cuando Euler Hermes publicaba sus perspectivas económicas y de mercados de capitales , What to expect in 2020-21: Defending growth at all costs, no esperaba que este título llegaría a ser tan ominoso. Desde enero, el impacto del brote ha evolucionado desde un shock en la oferta centrado en China, que envió ondas de choque a través del comercio mundial e interrumpió las cadenas de suministro, hasta un desmoronamiento de los mercados financieros, ya que los inversores se dieron cuenta de que se acercaba una inevitable recesión, y un fuerte golpe a la demanda que ha perjudicado el consumo y la inversión en China, Europa y EE.UU.
  • Los políticos han tomado medidas extraordinarias en tiempos extraordinarios para aplanar la curva de recesión. En nuestro escenario central, esperamos una fuerte recesión mundial en la primera mitad de 2020 en la gran mayoría de las economías desarrolladas y emergentes, seguida de una recuperación en forma de U. Desde los 1,1 billones de euros inyectados por el BCE hasta las provisiones de liquidez por valor de 1.500 millones de dólares de la Fed, hasta las respuestas fiscales favorables a las empresas en todo el mundo que están proporcionando 0,5-1,2 pp de reducción del crecimiento dependiendo del país, el objetivo ha sido capear la crisis de flujos de caja, evitar una crisis de liquidez más grave y proteger la red. Sin embargo, el coste del confinamiento podría llegar a suponer un shock del 20 al 30% para cada economía durante un mes, si sacamos conclusiones de la situación china. Además, el coste de un trimestre de interrupción del comercio mundial podría ser de 772.000 millones de dólares, ya que la Unión Europea y Estados Unidos están adoptando medidas firmes de confinamiento, incluyendo fuertes restricciones fronterizas. La recuperación, que comenzará en la segunda mitad del año 2020, sin duda será proporcional al shock, con un exceso inflacionario temporal.
  • Para los mercados de capitales, la situación empeorará antes de comenzar a mejorar. Para las empresas, Euler Hermes prevé que las insolvencias aumenten un +14% en todo el mundo en 2020. Los mercados todavía no están plenamente valorando el flujo de noticias negativas que suponen los confinamientos, que están afectando a 3/4 partes del PIB mundial. Esperamos que la volatilidad a corto plazo haga retroceder los mercados de renta variable en un 10-20%, también una corrección a la baja de 30-50 puntos básicos en los rendimientos soberanos a largo plazo y una trayectoria creciente de 100 puntos básicos en los diferenciales del grado de inversión de los créditos corporativos. Sin embargo, esperamos que los mercados de capitales inviertan gradualmente las pérdidas hacia el fin del año a medida que se vaya desplegando la credibilidad de los responsables políticos y la recuperación en forma de U. En cuanto a las empresas, 2020 será el cuarto año consecutivo de incremento de las insolvencias y aunque los políticos se comprometieron a hacer todo lo necesario para evitar el desempleo y los impagos, es muy probable que se produzca una ola de insolvencias cuando se reanude la actividad empresarial.
  • ¿Qué podría salir mal? Hay tres peligros de los que se debe advertir: el estrés corporativo, la liquidez y los errores políticos. Además, también contemplamos un escenario alternativo en el que habría una prolongada crisis económica y financiera como consecuencia de una crisis sanitaria que duraría de 12 a 18 meses (con una posible reinfección). En cuanto a los riesgos de pérdidas, las fuertes fluctuaciones de los precios a la baja en los mercados de bienes y renta variable producirían tensiones crediticias y de liquidez, sacando a la luz importantes debilidades en la economía mundial, al igual que sucedió en 2008-2009, incluyendo una tensión considerable sobre los mercados de bonos corporativos. Además, hay que tener en cuenta el riesgo de las políticas erróneas: a medida que los bancos centrales y los tesoros relajen el apoyo sin precedentes que han ofrecido, el riesgo de recaída es alto. Este escenario supondría tener una recesión continuada en 2021 y una recuperación en forma de L con una monetización de la deuda, problemas sistémicos de capital/crédito/liquidez y acciones más directas por parte de los políticos que alterarían el papel de los mercados durante años, con dificultades para arrancar de nuevo la economía.
  • ¿Demasiado pronto para extraer conclusiones? La crisis del COVID-19 sin duda cambiará nuestro modo de ver ciertas cosas, entre ellas: las inversiones en sanidad y el modo de definir el capitalismo inclusivo; el poder blando de China; la globalización; y la lucha contra el cambio climático, otro reto exponencial, probabilístico y colectivo que tendremos ante nosotros y tal vez cómo ahorrar para afrontar los acontecimientos de la vida.
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