El gran debate de muchos abogados, a medida que avanzan en su carrera, es decidir si se quedarán en su bufete de abogados o darán el salto a una función interna. id:59016
Y es que hay una variedad de factores en los que pensar cuando se considera la transición.
El tiempo
¿Estoy realmente preparado para dar el paso? ¿Quiero dejar la práctica que he construido, los clientes, los colegas y el personal con el que he establecido relaciones, y lo más importante, descubriré que secretamente me encantan las horas facturables?
La realidad es que normalmente no hay un momento perfecto para hacer una transición en la empresa y, si el producto del trabajo será juzgado de una manera diferente.
La buena noticia es que nuevas relaciones esperan, y el cambio puede ser bueno, siempre y cuando haya un entendimiento que -probablemente- habrá un notable período de ajuste.
Área de práctica
La mayoría de los roles internos son de tipo transaccional. Las funciones de litigio tienden a encontrarse sólo en las grandes organizaciones y a menudo vienen con una pieza de gestión adjunta.
El hecho es que algunos abogados simplemente no tendrán la oportunidad de trabajar internamente debido al tipo de ley que practican.
La oportunidad
El ingreso en una empresa puede cambiar la trayectoria profesional de un abogado porque puede exponerlo a responsabilidades de gestión potencialmente importantes, a organigramas de oportunidades, al cumplimiento de normas y reglamentos, a la exposición a los trabajos internos de una empresa o industria específica y a la posibilidad de trabajar con personas ajenas al ámbito jurídico.
Rara vez en un bufete de abogados se encuentra un abogado capaz de mejorar sus aptitudes profesionales y sus conocimientos empresariales fuera de su área de práctica específica de manera tan evolutiva. Esto puede dar lugar a ascensos dentro o fuera de un departamento de asesoría jurídica, así como a oportunidades en otras organizaciones en el futuro, ya que muchas empresas quieren que sus abogados tengan "experiencia interna" al ser contratados para sus puestos de nivel superior.
Compensación
Al no existir un tope en los bufetes de abogados, por lo general, puede ser difícil justificar el traslado a la empresa, ya que se percibe una importante reducción de la remuneración. Sin embargo, cuando se empiezan a añadir prestaciones sanitarias y compensaciones diferidas, la comparación de los gastos anuales de bolsillo y los beneficios a largo plazo pueden pesar más positivamente en la función interna.
Control
Dentro de un bufete de abogados, los impulsores de los ingresos son los abogados. En una empresa, el departamento jurídico suele percibirse como un proveedor de servicios, que responde a las necesidades de la empresa. A veces esto puede ser un ajuste muy difícil para un abogado, sobre todo si se tiene en cuenta que a menudo está a cargo, y que conduce un libro de negocios/clientes sin mucho peso exterior.
Dentro de una empresa y un departamento jurídico, en concreto si se cotiza en bolsa, los aspectos de cumplimiento y regulación pueden dictar todas las decisiones, lo que puede ser muy distinto de trabajar como abogado dentro de una empresa.
Permanencia
Muchos abogados son, por naturaleza, algo adversos al riesgo. Mudarse dentro de la empresa puede percibirse como un riesgo importante, sin embargo, cada vez es menos común permanecer dentro de la misma organización durante más de unos pocos años. Y, aunque no tienen en cuenta específicamente a los abogados, según la Oficina de Estadísticas Laborales, el trabajador medio tiene actualmente 10 empleos diferentes antes de los 40 años, y se prevé que esta cifra aumente.
Ya se trate del momento, el área de práctica y la oportunidad, la compensación, el control o la permanencia, sopesar la decisión de mudarse a la casa puede ser estresante y complicado. Sin embargo, no hay una elección "mejor" o "peor", y es un análisis y una decisión muy individual. Independientemente de ello, estar abierto a nuevas y diferentes oportunidades profesionales suele dar lugar a una investigación no intencionada, honesta y comparativa de la satisfacción laboral actual. Y, independientemente del resultado, ¿no vale la pena explorar eso?
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